10 formas de controlar las preocupaciones

3 min de lectura

Algunas de las herramientas más efectivas contra la preocupación.

Muchos nos sentimos saturados con una carga de preocupaciones. ¿Cómo podemos conquistarlas? Estas son las 10 herramientas más efectivas contra la preocupación.

1. Reconoce que preocuparte te hace mal.

La preocupación puede llegar a paralizarnos. En el mejor de los casos, es un enorme desperdicio de energía emocional.

La preocupación está asociada con toda clase de enfermedades físicas y emocionales, y a pesar de saberlo dedicamos una considerable cantidad de tiempo rumiando sobre lo que puede llegar a salir mal en nuestras vidas.

¿Por qué lo hacemos?

De alguna manera pensamos que si nos preocupamos lo suficiente por algo obtendremos el control. Pero ocurre lo opuesto. Mientras más nos obsesionamos sobre algo, más control eso adquiere sobre nosotros.

2. Habla con alguien sobre tus preocupaciones.

Esto puede parecer obvio, ¡pero muchos no lo hacen!

A veces, sólo hablar con alguien nos ayuda a entender que las cosas no son tan terribles como pensábamos. Estamos haciendo una montaña de un grano de arena.

Hablar con alguien nos ayuda a adquirir perspectiva, a ser más objetivos, a pensar sobre la situación de forma diferente y previene que la preocupación se acumule hasta llegar a ser abrumadora. ¿A quién acudes con tus preocupaciones?

3. Cambia lo que puedas y el resto déjalo pasar.

Las preocupaciones pueden dividirse en dos categorías: las cosas por las que podemos hacer algo y las cosas por las que no podemos hacer nada. Si puedes hacer algo, ¡hazlo! Si no puedes hacer nada, convéncete de que tu salud mental es más importante que obsesionarte sobre algo que no puedes cambiar.

4. Disminuye la cantidad de tiempo que pasas viendo noticias.

¿Acaso realmente entendemos cuánto estrés y negatividad dejamos entrar en nuestra vida cada día? Estar demasiado conectados es muy malo para nuestra salud emocional. Las noticias necesitan vender, así que todo está en crisis. Todos queremos estar informados, pero tenemos con nosotros mismos y con nuestra familia la responsabilidad de considerar cuánto tiempo le dedicamos a las noticias, a los comentarios sobre las noticias y a los comentarios sobre los comentarios…

5. Incluye en tu día algunas actividades que te ayuden a liberarte del estrés.

Haz una lista de las cosas que te ayudan a distraerte de la preocupación: ejercicio, música relajante, meditación, rezar, cocinar, hablar con una amiga, escribir, pintar, caminar, jardinería, un masaje, darte un baño caliente. ¡Hoy haz algo bueno para ti mismo!

6. Olvida tus preocupaciones interesándote en otros y creando un poco de felicidad para los demás.

Llevar comida a quienes trabajan en la línea de batalla, cocinar una cena para alguien que está solo o contactarse con alguien que sufrió una gran pérdida, son todas formas de liberar nuestra propia ansiedad porque salimos de nosotros mismos. Recordamos que no somos los únicos que tienen dificultades. Además, hacer algo bueno ayuda a sentirse bien.

7. Pregúntate: ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Dale Carnegie, en su libro “Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida”, dice que cuando algo te preocupa, debes preguntarte: "¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Qué haría si perdiera mi trabajo?" Visualízate a ti mismo enfrentando esa situación y cálmate al prepararte para enfrentar el peor escenario. Una vez que aceptes esa posibilidad en tu mente y puedas ver que cuentas con los recursos para enfrentar la situación, te sentirás mucho más tranquilo.

Además, recuerda que la mayoría de las cosas por las que nos preocupamos nunca ocurrirán.

8. Enfócate en la gratitud.

La gratitud es un gran antídoto contra la preocupación. Escribe cada día un diario de gratitud. Habla con tu familia sobre las cosas por las que estás agradecido. Reconoce y comparte que las cosas que van bien en tu vida sobrepasan con creces a las cosas que no funcionan.

Es difícil ser una persona agradecida y al mismo tiempo vivir angustiado.

9. Cultiva Emuná (fe) y Bitajón (confianza).

Las mejores soluciones anti-preocupación del judaísmo son cultivar fe en un Dios todopoderoso que dirige el mundo y nuestra vida con compasión y amor. No entendemos Su forma de hacer las cosas, pero confiamos que todo lo que Dios hace es para nuestro bien y para nuestro crecimiento personal.

Tener fe y confianza en Dios nos permite tener el valor de vivir con la incertidumbre de la vida, vivir con nuestra propia falta de control y de comprensión, y saber que en la vida nada ocurre al azar. Emuná es ser capaz de decir cada día: “Tengo todo lo que necesito y todo lo que tengo lo necesito”.

10. Convierte tu preocupación en una plegaria.

La plegaria nos permite saber que tenemos una dirección para nuestras preocupaciones y nos recuerda que Dios puede hacer cualquier cosa. Incluso si la respuesta es “no” o “no ahora”, el mero hecho de verbalizar nuestras preocupaciones a Dios puede tener un gran efecto calmante. Y ya que estás en eso, ¡asegúrate de pedirle a Dios que te ayude a no preocuparte tanto!

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