Perfiles
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Cómo vivir una vida sin ninguna responsabilidad. Después de todo, eso es mucho más fácil.
Una simple búsqueda en Google de “cómo ser feliz” te brinda billones de resultados. Pero este artículo es exactamente lo contrario. Acá explicamos cómo ser infeliz, detallando los pasos para asegurarte que vivas una vida libre de responsabilidad. ¡De esa manera todo es mucho más fácil!
Pero no actúo por altruismo. Hay muchos otros que dependen de tu infelicidad: gobiernos mundiales, religiones organizadas, corporaciones financieras, por nombrar solo algunos. De hecho se gastan miles de millones de dólares cada año para producir píldoras de la felicidad y estructurar las burocracias para adaptarse a tus necesidades. ¡Imagina la libertad y flexibilidad que daría deshacerse de esas agencias!
Sin más preámbulo, aquí están los 10 pasos para ser y mantenerse infeliz.
Asegúrate de rumiar sobre cada pequeña cosa que te haya ocurrido a lo largo de tu vida y no perdones a nadie por cualquier error que hayas percibido que cometieron en tu contra. De esta forma, estarás enfocado en las cosas que no puedes controlar en vez de en las que sí puedes, lo cual podría hacer que quisieras mejorar tu situación. Cargar con esos rencores y aferrarte a ese resentimiento pueden ser formas poderosas de lograr esa infelicidad. Alimenta sentimientos de enojo y amargura hacia aquellos que te han hecho daño. Al reproducir constantemente en tu mente los eventos negativos, te asegurarás de que la infelicidad sea tu compañera constante.
Cuando tu pareja, tu jefe o tus amigos digan algo que pueda entenderse como insultante o negativo, harás bien en interpretarlo como tal. Espera que ocurra lo peor y asume que todos te quieren hacer daño. No te atrevas a pensar que puede haber sido “un simple malentendido”. De lo contrario, podrías estar asumiendo la responsabilidad por tu bienestar emocional y desde luego no quieres hacer eso.
Encuentra siempre defectos en ti mismo y en los demás. No estés satisfecho con nada y no creas en ti mismo ni en tus habilidades. Magnificar los pequeños inconvenientes, quedarse estancado en los errores del pasado y obsesionarse con las críticas puede crear una nube de negatividad que eclipse las experiencias positivas. En vez de buscar soluciones y encontrar el lado bueno, desarrolla un hábito de pesimismo y deja que los pensamientos negativos consuman tu mente.
Nunca aprecies las cosas buenas de tu vida. Da todo por sentado. Ten en cuenta que las cosas siempre podrían ser mejor…
Espera siempre que ocurra lo peor y no creas que las cosas van a mejorar. ¿Ese vaso? Obviamente está medio vacío.
Esto es infalible para sentir que no eres suficientemente bueno. ¡Menos mal que existen las redes sociales! Ahora no es necesario esforzarse para comparar nuestras vidas con los cuidadosamente seleccionados momentos de los demás. Involucrarnos en una competencia no sana y buscar constantemente validación de los demás nos hace sentir inadecuados y desconectados. Ignora tus propios logros y enfócate sólo en los logros de los demás.
No te atrevas a cuidar tu salud biológica. Esto te hará sentir peor física y emocionalmente. Ignorar las llamadas de tu cuerpo para dormir, beber menos alcohol, comer alimentos más sanos y mejorar la actividad es una forma segura de destruir el molesto brillo que amenaza con elevar las comisuras de tus labios.
Presta atención a todas las cosas malas de tu vida. Mortifícate por tus problemas y preocupaciones. No te permitas disfrutar las cosas buenas. Si te duele el cuello (probablemente por seguir el paso siete), ¡excelente! Busca tus síntomas en Google e interprétalos de la peor forma posible. Si has comprado un artículo de valor, asegúrate de buscarlo constantemente en internet a un precio mejor para recordarte cuánto menos podrías haber pagado. Si llevaste a tu familia a una semana de vacaciones en una isla, recuerda sólo el momento en que la aerolínea perdió tu equipaje, el restaurante quemó tu hamburguesa y el hotel tenía sólo camas tamaño queen en vez del tamaño king que habías pedido.
Evita la interacción social y no tengas amigos o familiares para apoyarte. Niégate a entablar conversación con los demás aunque probablemente eso saque a relucir tus fallas y defectos, ya que incluso eso podría hacerte sentir mejor.
¡Es una elección! Si puedes escoger entre sonreír o seguir cualquiera de los pasos antes mencionados, haz lo segundo. Estarás mucho mejor así.
Recuerda, la infelicidad no es un destino sino un camino. Si sigues estos consejos, estarás bien encaminado hacia una vida libre de responsabilidades y de la felicidad que conlleva.
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Madre mía, mi cerebro hizo BOOM, al darme cuenta que sigo al pie de la letra estos pasos tan horribles. 🙊 Cómo es posible que no me haya dado cuenta que estoy trabajando en ser infeliz.