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En 1656 el gobernador de Nueva Ámsterdam, Peter Stuyvesant, se rehusó a dar a los judíos permiso para construir una sinagoga. Stuyvesant tenía mala fama por su antisemitismo. En 1654 escribió: “Casi todos los judíos que han llegado quisieran quedarse aquí, pero… [hemos] considerado útil pedirles de manera amistosa que se vayan… para que esta deshonesta raza —estos odiosos enemigos renegadores del nombre de Cristo— no continúen infestando y creando problemas dentro de nuestra colonia”. Los judíos se salvaron del desalojo porque la Dutch West Indian Company dependía fuertemente de inversiones judías. Stuyvesant se contentó con subyugar a los judíos a indignidades: les negó el derecho a servir en el ejército y los forzó a pagar impuestos extra. Respecto a la negación de Stuyvesant a permitir una sinagoga, la historia se vengaría: en ese mismo día en 1897, el Seminario Teológico Rabino Isaac Eljanan sería incorporado como el primer seminario rabínico ortodoxo de Estados unidos.
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