25 de Jeshván

En 109 AEC, los Hasmoneos (liderados por Iojanan Hircanos, un sobrino de Yehuda el Macabeo) conquistaron Samaria, la capital de la secta samaritana. Esta conquista fue importante porque terminó unos 800 años de influencia samaritana en Israel. Los samaritanos eran un movimiento hereje, compuesto principalmente por no judíos que practicaban algunas tradiciones judías. La conquista adicionalmente dividió a los judíos en dos partes distintas: 1) Los Fariseos (“separados”) porque buscaban conservar la cultura judía a salvo de las influencias griegas de helenización, y 2) los saduceos, judíos que abrazaron la cultura griega.