3 Lecciones de Purim que podemos aprender de las madres de los rehenes

12/03/2025

4 min de lectura

Al igual que la Reina Ester, estas heroicas mujeres nos muestran cómo enfrentar la adversidad con valentía y fe.

Drama, intriga, tragedia, triunfo. La historia de Purim lo tiene todo. Pero no es sólo historia antigua.

Purim nos recuerda que hubo muchos momentos a lo largo de la historia judía en los que el pueblo judío enfrentó pruebas difíciles y aterradoras, y héroes y heroínas judíos se elevaron por encima de sus circunstancias personales y nos levantaron como nación.

La Reina Ester se encontró en una terrible situación que no eligió, y se elevó por encima de su dolor y tragedia, convirtiéndose en el catalizador para la salvación de la nación judía. Desde el 7 de octubre, hubo nuevas heroínas que mostraron cómo enfrentar la adversidad con valentía y fe: las madres de los rehenes en Gaza.

1. La esperanza es obligatoria

¿Cómo puedes vivir cuando tu hijo es retenido por monstruos y la oscuridad amenaza con devorarte? ¿Cómo sigues funcionando cuando sientes que ya no hay aire para respirar?

Rajel Goldberg-Polin, madre de Hersh, quien fue secuestrado en el festival Nova y luego asesinado en cautiverio, pasó meses viajando por todo el mundo y hablando con quien estuviera dispuesto a escuchar, concientizando sobre la difícil situación de los rehenes e intentando asegurar su liberación. Ella dijo que aunque sus vidas se vieron completamente trastornadas, la esperanza seguía siendo obligatoria. “Lo opuesto a la esperanza es la desesperación, y nosotros no iremos allí”.

Lena Troufanov, quien fue secuestrada y luego liberada, expresó el mismo sentimiento. Su único hijo, Sasha, fue secuestrado en el kibutz donde ese Shabat había ido a visitar a sus padres. “¿Qué más tengo? Mi esposo fue asesinado ese día y aún no sé cómo lo mataron. Quemaron mi casa. Y mi hijo, mi único hijo, sigue en cautiverio. Entonces, ¿qué tengo? Sólo esperar y rezar para que regrese”.

Lena Troufanov con su hijo Sasha tras su liberación

Afortunadamente, las esperanzas y plegarias de Lena se hicieron realidad, y recientemente él fue liberado.

2. Nuestra fuerza está en nuestra unidad y amor mutuo

Nuestros enemigos saben que nuestra fuerza está en nuestra unidad. Ellos se regocijan cuando detectan fisuras entre nosotros. No escatiman esfuerzos para sembrar discordia y división. Cuando piensan que estamos demasiado ocupados peleando entre nosotros, se sienten seguros para atacarnos.

Sheli Shem Tov, la madre de Omer, quien fue secuestrado en el festival Nova, transmitió un mensaje a la nación judía: hemos olvidado que todos somos hermanos y hermanas. ¡Dejen de discutir y únanse! Ella tenía una fuerte sensación de que la masacre del 7 de octubre ocurrió debido a todo el terrible enfrentamiento que la precedió. Entre otras cosas, en su lucha por conseguir la liberación de su hijo, trabajó incansablemente para organizar eventos y crear oportunidades para que diferentes segmentos de la sociedad israelí se conocieran y apreciaran entre sí. Su mensaje: debemos dar espacio a la opinión del otro con compasión y respeto, sin tener que estar de acuerdo o pelear.

Iris Haim conquistó nuestros corazones con su mensaje de amor, unidad y esperanza. Su hijo, Yotam, fue secuestrado de su hogar en el Kibutz Kfar Aza y luego fue erróneamente identificado como un terrorista y el ejército le disparó cuando logró escapar de sus captores. El 7 de octubre la hizo comprender que lo que nos une es más grande que lo que nos divide. Antes del 7 de octubre, ella sólo se relacionaba con personas que eran similares a ella. Entonces Yotam fue secuestrado y todo Israel se levantó para ayudarla a ella y a su familia. Iris entendió que había un Israel diferente del que no sabía nada.

Iris y su hijo Yotam

Ahora Iris aboga para que todos dejemos atrás la mentalidad de "nosotros contra ellos", izquierda contra derecha, religiosos contra seculares. Iris se esforzó por enviar a los soldados que estaban destrozados por lo sucedido con Yotam, el mensaje de que ella y su familia no estaban enojados. Los soldados hicieron lo que tenían que hacer, no eran culpables, y ella los amaba. Iris se ha convertido en un símbolo de esperanza y unidad.

3. La resiliencia proviene de obtener fuerza y fe de la tradición judía

Muchas madres de rehenes informan que tratan de no escuchar las noticias. En cambio, se rodean de mensajes positivos y espirituales. Sienten que esto les ayuda a mantenerse fuertes, esperanzadas y positivas, y les envía a sus hijos la fuerza que necesitan para sobrevivir. Eligen enfocarse en la unidad, la plegaria y las buenas acciones.

Los eventos del 7 de octubre han causado que muchas de ellas se reconecten con sus raíces judías. Ellas rezan, cumplen diversas mitzvot e invitan a otros a hacer lo mismo como un mérito espiritual y protección para sus hijos.

Julie Kupershtein, madre de Bar, secuestrado en el festival Nova y todavía cautivo en Gaza, alienta a otros a ponerse tefilín en su mérito y también inició una iniciativa para conectar a un voluntario con un rehén, en cuyo mérito el voluntario se pondrá tefilín hasta que "su" rehén regrese. Sheli Shem Tov y Lena Troufanov comenzaron a cuidar el Shabat y a recitar Salmos.

La historia de Purim nos enseña que incluso en tiempos de oscuridad y dolor, aún es posible encontrar luz y optimismo, valores que encarnan las madres de estos rehenes. Estas heroicas madres se levantan cada día para luchar por la liberación de sus hijos, elevando a la nación con ellas.

Ditza Or, madre de Avinatan, secuestrado en el festival Nova y aún cautivo en Gaza, relata que cada día se permite sentir el dolor, la tristeza y el miedo durante cierta cantidad de tiempo, pero luego lo guarda y cierra esa puerta, recordándose a sí misma que debe mantenerse fuerte, seguir adelante y recordar que todo esto es parte de una historia Divina mucho más grande.

Sigi Cohen, madre de Elya, secuestrado en el festival Nova y recientemente liberado, lo resume bellamente: “Cada uno de nosotros necesita escuchar esa pequeña voz que nos dice que Dios cree en nosotros. Tenemos fuerza. No te permitas caer”.

¡Que podamos experimentar nuevamente una salvación milagrosa, como en los días antiguos!

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Rosi Guttmann
Rosi Guttmann
3 días hace

Vivo en Chile, en algún momento surgió la iniciativa de rezar por un rehen, “obtuve” 12 nombres, distribuí esos doce nombres en mi familia de origen, que ni siquiera son judíos, hasta hoy rezamos cada dia para que regresen a casa…no sabemos si ya fueron liberador, lo que sí sabemos es que todos necesitan nuestras oraciones. Mi marido que sí es judío, dejó de rezar, por lo que me hice cargo de “su” rehen y del mío, cada día camino a la orilla del mar y rezo para que Dios los proteja. Mis rehenes son Eitan y Lisha!
Seguire rezando cada dia hasta que el último rehen sea liberado!
B’H

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