Invitación Abierta

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Ajarei Mot-Kedoshim (Levítico 16-20 )

Si alguien hace algo que nos ofende, frecuentemente la reacción natural es que queramos vengarnos. Pero esta semana la parashá nos enseña que hay un camino mejor. La Torá dice que no sólo no hay que tomar venganza, sino que ni siquiera debemos guardar rencor. Por el contrario, debemos tratar de borrar la ira de nuestros corazones. Al perdonar y olvidar, comenzamos a curar las heridas dentro de nosotros mismos, mejoramos nuestras relaciones con los demás y hacemos nuestro aporte para hacer del mundo un lugar mejor.

En nuestra historia, una niña lucha contra su dolor al tratar de perdonar y olvidar.

Invitación Abierta

Karen se sentó, emocionada, mientras introducía las invitaciones adornadas con un borde dorado en los sobres respectivos. ¿Podría su cumpleaños numero 12 estar realmente tan cerca? Pareciera ser que hasta hace muy poco sólo era una niñita pequeña, pero ahora Karen se sentía muy grande.

Crecer era ciertamente un buen motivo para celebrar, y la fiesta especial que ella había planeado sin duda llenaría las expectativas.

Cuando Karen revisó nuevamente la larga lista de invitados, sintió un nudo en la garganta. Intencionalmente ella había dejado fuera de la lista a Jana, su prima. Jana era sólo un año mayor que Karen. Durante la infancia, las chicas fueron muy buenas amigas, y pese a que se habían distanciado con el paso de los años, Karen siempre consideró que entre ellas existía una relación cercana.

Precisamente por esto, ella se sintió muy herida cuando Jana no la invitó a su fiesta el año pasado. De hecho, Karen fue sincera consigo misma, y admitió que una de las razones por las cuales deseaba celebrar su propia fiesta este año, era para poder vengarse y dejar a Jana fuera de su lista de invitados.

Pero ahora que el momento había llegado y estaba a punto de enviar las invitaciones sin incluir a Jana, algo simplemente no le parecía bien. "¿Qué voy a ganar hiriendo a alguien de esta manera?" Se preguntó a sí misma. Y si supuestamente la venganza es dulce, ¿por qué este pensamiento la hacía sentir tan mal?

No, ella simplemente no podía hacerlo. Karen rápidamente agarró una invitación extra y apresuradamente escribió el nombre y la dirección de su prima que aún recordaba de memoria. Recién entonces se le ocurrió una idea.

"Bueno, al menos puedo aprovechar esto como una oportunidad para expresar lo que siento..." Pensó. Ella sacó su pluma y escribió en la invitación, "Te invito porque "yo" nunca le haría daño a alguien de la forma en que tú me lo hiciste a mí"

Karen selló el sobre, la última de sus invitaciones, y se dirigió al buzón de correo que había al otro lado de la calle. Ella deslizó las invitaciones una por una a través de la ranura del buzón. Pero cuando llegó a la última invitación – la invitación para Jana – sintió que algo andaba mal. Algo le molestaba con respecto a la invitación para Jana. ¿Acaso Karen se había arrepentido de invitar a su prima después de todo? ¡No!, no era eso lo que le molestaba. Entonces ella se dio cuenta. "¿Por qué debería echar sal en la herida recordándole a Jana lo que ella me hizo a mí? ¿Acaso no es eso hiriente también?" Ella trató de ignorar éste pensamiento para enviar la invitación, pero no lo logró.

"¡De acuerdo, tú ganas!", dijo ella, y corrió a su casa. Karen rompió la invitación y escribió una nueva, esta vez con una nota diferente que decía simplemente: "Ven a mi fiesta, ¡te espero!". Ella selló el sobre y lo envió, y en ese mismo momento sintió como se quitaba un gran peso de encima. Karen sintió que realmente había perdonado a su prima, ¡y que esta era una decisión que verdaderamente valía la pena celebrar!

De 3 a 5 años

P. En un comienzo, ¿qué sentía Karen con respecto a invitar a Jana a su fiesta?
R. Ella no quería invitar a su prima Jana, ya que su prima tampoco la había invitado.

P. ¿Qué sintió Karen al final?
R. Karen se dio cuenta que sólo quería vengarse, y que actuar de esta manera no era lo correcto.

De 6 a 9 años

P. ¿Qué tiene de malo querer vengarse?
R. Si bien querer vengarnos de alguien que nos ha causado vergüenza o dolor puede ser un sentimiento natural, no está bien lastimar a otra persona, aun cuando nos haya perjudicado. Lastimar a otra persona no nos ayuda en nada a aliviar nuestro dolor, y a menudo sólo motiva a que la otra persona quiera lastimarnos aún más. Debemos hacer lo que podamos para protegernos, pero vengarnos sólo añade más negatividad a una situación que ya es negativa.

P. ¿Por qué crees tú que Karen decidió no enviar el comentario que había escrito en la primera invitación?
R. A pesar de que invitar a su prima era un acto valiente y maduro de parte de Karen, eso no era suficiente. Ella se dio cuenta, que incluir una nota desagradable también era un acto hiriente, que sólo haría sentir mal a su prima. Abstenerse de hacer esto, hizo que Karen sintiera dominio sobre su deseo de tomar venganza.

10 años y más

P. La Torá nos exige que no tomemos venganza, ni que guardemos rencor. ¿Cuál es la diferencia entre ambas?
R. Tomar venganza significa actuar de forma negativa como "pago" por algo negativo que nos hicieron a nosotros. Por ejemplo, negarnos a prestarle algo a alguien que no nos presta sus cosas. Guardar rencor es algo más sutil. Significa actuar de forma positiva con la persona, es decir, prestándole lo que nos pida, pero al mismo tiempo recordándole la forma en que nos maltrató. Por ejemplo, prestando para demostrar que nuestro comportamiento es mejor. La Torá quiere que luchemos por alcanzar un nivel en el que incluso seamos capaces de no hacer esto.

P. ¿Cómo influye la fe y la confianza en Dios que tiene una persona en sus deseos de venganza o de rencor?
R. Confiar en Dios es saber que todo lo que nos sucede es parte de Su gran plan para ayudarnos a crecer espiritualmente y así alcanzar nuestro potencial personal. Las personas que nos causan dificultades en el camino también son parte de este plan. Si ellos han elegido actuar negativamente, confiamos en que Dios hará que ellos reciban lo que merecen. Pero nosotros, debemos continuar siendo buenos, siendo las personas más amables que podamos ser, no guardando rencor, y ayudando a todo aquel que necesite nuestra ayuda.

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