Esto es sólo una prueba

6 min de lectura

Ekev (Deuteronomio 7:12-11:25 )

La Torá nos dice que después de que el Pueblo Judío estuvo vagando por el desierto, Dios les informó que todos los altibajos que habían experimentado durante ese tiempo habían sido "...para probarlos y para saber que había en sus corazones".

Esto resume el significado de lo que es una "prueba".

Una prueba en la escuela muestra muy claramente lo que sabemos y lo que no sabemos. Nos permite saber en donde nos encontramos. Pero hay otro tipo de pruebas que no tienen nada que ver con las pruebas de la escuela. Cualquier situación que nos desafía a ver si vamos a actuar de acuerdo a nuestros valores verdaderos o no, es una prueba. Nuestras existencias están llenas de tales "pruebas de la vida".

A veces la prueba llega en forma de dificultades para ver si vamos a seguir siendo positivos, para ver si mantendremos nuestra fe en Dios y si seguiremos siendo amables con las demás personas. A veces la prueba llega en forma de buena suerte, para ver si vamos a seguir siendo humildes y agradecidos por todo lo bueno que tenemos. Si mantenemos esto en mente, entonces no nos dejaremos llevar por los buenos momentos en nuestras vidas, ni tampoco nos dejaremos derribar por los tiempos difíciles. Nos sentiremos en condiciones de tomar las cosas con calma, aceptando lo que venga en nuestro camino, y haciendo lo posible para "pasar la prueba"

En nuestra historia un niño le enseña a su hermano como enfrentar las pruebas de la vida.

"Esto es sólo una prueba"

La familia de José se encontraba en sus vacaciones anuales de camping. Este año habían optado por el aire limpio y las majestuosas vistas de las montañas. Había sido un largo viaje, pero sabían que el paisaje impresionante y la relajante tranquilidad de la naturaleza harían que el viaje valiera la pena.

El padre de José dirigió la casa-rodante hasta el sitio que la familia había reservado, junto al brillante "Lago de Plata". José y sus hermanos salieron arrebatadamente del vehículo y se dirigieron directamente a las seductoras aguas del lago.

Después de un día lleno de diversión, natación, navegación y aventuras, todos se prepararon para disfrutar de una merecida noche de descanso. Mientras los padres optaron por dormir en la comodidad de la casa-rodante, los niños decidieron armar una tienda de campaña y dormir bajo las estrellas.

La noche estaba tranquila y serena, pero la paz no duró mucho tiempo, ya que tan pronto como apoyaron sus cabezas en las almohadas, los chicos escucharon un coro de agudos y ensordecedores chillidos: "Whaaaa... Whaaa...".

Parecía ser que en la casa-rodante vecina, había una pareja con un pequeño bebé que simplemente no paraba de llorar. Si esto hubiera ocurrido en la ciudad, los niños probablemente no habrían notado el ruido, pero aquí en las tranquilas montañas, los gritos del bebé sonaban como una alarma de incendios.

Los niños comenzaron a quejarse entre ellos. "¿Cómo podemos callarlo?", murmuró uno. "¡Qué fastidio!", suspiró otro. Al único que parecía no molestarle era a José. Él estaba allí, tranquilamente recostado, totalmente en calma. A partir de la expresión de su rostro uno podría haber pensado que los agudos gritos procedentes de la casa-rodante vecina eran una hermosa sinfonía.

Su hermano Martín notó esto y llamó la atención de José. "¿Acaso no te molestan los gritos del bebé?", preguntó.

José miró hacia arriba. "Bueno, supongo que me molestaban un poco al principio", explicó. "Pero luego me dije a mí mismo: ‘esto es sólo una prueba', y me sentí bien".

"¿Sólo una qué?", exclamó Martín.

José sonrió y explicó: "Bueno, la verdad es que me gusta pensar que soy una persona paciente y comprensiva. Entonces ahora, Dios me está dando la oportunidad de demostrarlo. Este bebé gritando en el medio de la nada, es una prueba para no perder la calma. Incluso he comenzado a sentir lástima por el pequeño bebé, que en realidad debe estar bastante incómodo, y, especialmente por sus padres, que tendrán que lidiar con él durante toda la noche".

"Mmm, no había pensado en eso", dijo Martín, mientras se acostaba en su saco tratando de dormir un poco. A la mañana siguiente los chicos se despertaron y descubrieron felizmente que la camioneta junto a ellos ya se había retirado. Por lo menos, ¡tendrían un poco de paz y tranquilidad durante el resto del viaje!

Mientras los chicos lavaban los platos del desayuno en el lago, Martín se acercó a su hermano y le dijo, "Bueno José, parece que la 'prueba' terminó, ¿no es así?".

Pero José sacudió la cabeza. "No", dijo él. "Ahora la prueba es otra".

          Martín casi dejó caer su plato de la impresión y observó a su hermano que continuó hablando: "Ahora la prueba es ver si realmente apreciamos la paz y la tranquilidad que tenemos. Y si realmente la aprovechamos para relajarnos al máximo".

Martín sonrió, afirmó con su cabeza, y dijo: "Espera que le cuente a mis profesores ¡que pasé todas las vacaciones de verano rindiendo pruebas!".

De 3 a 5 años

P. ¿Cómo se sintió Martín cuando el bebé comenzó a llorar?
R. Él se enfadó mucho, y lo único que deseaba era que el bebé se callara rápidamente.

P. ¿Qué ocurrió con José? ¿Él también se enojó cuando escuchó al bebé llorando en la noche?
R. No. Él sabía que esto era solamente una "prueba" de Dios para ver si sería paciente.

De 6 a 9 años

P. En nuestra historia, José se dio cuenta de que el llanto del bebé era solamente una manera de probar su paciencia, y que la tranquilidad, después de que el bebé se fue, en realidad era una manera de probar su agradecimiento. ¿Puedes pensar en otras cosas que podrían sucederle a una persona, y la forma en que estas cosas la pondrían a prueba?
R. Imagina, por ejemplo, si tu madre hornea tu pastel favorito. Tu prueba podría ser la siguiente, compartirás el pastel con otras personas o actuarás de manera egoísta tratando de apoderarte de la mayor parte. Otro ejemplo podría ser justamente lo contrario. Imagina que te sirven algo que no te gusta para cenar, como la espinaca. En ese caso, tu prueba podría ser la siguiente, serás considerado con los sentimientos de tu madre que lo cocinó para ti y no harás un alboroto, o dirás algo negativo que podría llegar a herir sus sentimientos.

P. Por lo general, en las pruebas que rendimos en la escuela, o aprobamos o reprobamos y eso es todo. ¿Una "prueba de la vida" es también así?
R. No realmente. Lo central en una "prueba de la vida" no es simplemente aprobar o reprobar. Dios nos manda estas pruebas para ayudarnos a crecer. Cuando nos encontramos en una situación difícil y enfrentamos el desafío, descubrimos fortalezas internas dentro de nosotros que ni siquiera conocíamos. Incluso si no respondimos a la prueba de la forma en que hubiéramos deseado, todavía podemos aprender a hacerlo mejor la próxima vez. Todo lo que aprendemos de una prueba nos ayuda a crecer, y eso significa que hemos aprobado la prueba.

P. ¿Qué "pruebas de la vida" has experimentado últimamente?

10 años y más

P. ¿Cuál es, en tu opinión, el sentido de tener que experimentar "pruebas de la vida"?
R. El propósito de la vida es el crecimiento espiritual. El mundo es como un gimnasio gigante que nos ayuda a fortalecer todos los aspectos de nuestro carácter. Cada tipo de "prueba de la vida" es como una máquina de ejercicio diferente para entrenarnos de una manera específica. Las personas molestas y las situaciones incomodas, prueban y fortalecen nuestra paciencia. Las personas necesitadas, prueban y fortalecen nuestra capacidad de dar, etc. Cuando aceptamos el reto de cualquier "prueba de la vida", nos entrenamos a nosotros mismos espiritualmente y nos convertimos en personas más desarrolladas.

P. ¿Qué transforma a una situación cualquiera en una "prueba"? ¿Dirías que José habría superado una prueba si el ruido por la noche hubiera sido solamente el de unas cuantas hojas moviéndose con el viento?
R. Una prueba verdadera desata una batalla dentro de nosotros. Nos presenta una situación que nos atrae por igual el responder en dos direcciones opuestas: una de acuerdo a los valores apropiados, y otra no. Cuando usamos nuestro libre albedrío para elegir el camino correcto, entonces pasamos la prueba. Pero algo que es tan fácil de sobrepasar – como por ejemplo soportar el ruido de unas cuantas hojas moviéndose con el viento – para la mayoría de la gente, no es realmente un desafío. Todo el mundo es diferente, por lo tanto las "líneas de batalla" también son diferentes. Cuando José escuchó el llanto del bebé, él podría haber elegido cualquiera de los dos caminos, por lo tanto, cuando optó por conservar la calma, él pasó la prueba.

P. ¿Qué "pruebas de la vida" has experimentado últimamente?

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