Claridad Moral en Gaza

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Hamás tiene una sola queja: La existencia misma de Israel.

El sábado, miles de habitantes de la Franja de Gaza recibieron mensajes en árabe en sus teléfonos celulares del ejército israelí, recomendándoles abandonar las casas en donde los militantes pueden haber escondido armas (Associated Press, 27 de diciembre).

Algunos conflictos geopolíticos son moralmente complicados. La guerra entre Israel y la Franja de Gaza no lo es. Posee una claridad moral que no sólo es rara, sino también atroz.

Israel es tan escrupuloso con las vidas de los civiles que, arriesgando el elemento sorpresa, contacta a los no combatientes enemigos con antelación para advertirles del peligro que se acerca. Hamás, quien comenzó este conflicto con ataques implacables de misiles y morteros sobre israelíes desprotegidos (6.464 lanzados desde la Franja de Gaza en los últimos tres años) ubica deliberadamente sus armas cerca y dentro de los hogares de su propia gente.

Esto tiene dos propósitos. Primero, contando con la escrupulosa moral de Israel, Hamás se da cuenta de que la proximidad de civiles puede ayudar a proteger al menos parte de su arsenal. Segundo, sabiendo que los israelíes tienen nuevas armas de alta precisión, de cualquier forma, Hamás tiene la esperanza de que el daño colateral inevitable (o, si tienen mucha suerte, una bomba israelí errante), mate un gran número de civiles palestinos, y así, por supuesto, el mundo culpará a Israel.

Para Hamás, la única cosa más preciada que judíos muertos son palestinos muertos.

Para Hamás, la única cosa más preciada que judíos muertos son palestinos muertos. La religión de asesinato de judíos y de auto-martirio es omnipresente. Y profundamente perversa, así como el programa para niños de la TV de Hamás en el que un adorable "Mickey Mouse" palestino es golpeado a muerte por un israelí (y después es reemplazado por su primo militante, "Nahoul la abeja", que jura continuar con el camino de Mickey al martirio).

En la guerra de hoy en día en Gaza, un combatiente de Hamás está comprometido a causar el mayor dolor y sufrimiento civil en ambos lados. Un combatiente israelí está comprometido a salvar tantas vidas como sea posible, también en ambos lados. Es un tema recurrente. Israel dio mensajes similares a los aldeanos del sur del Líbano antes de atacar a Hizbolá en la guerra del Líbano de 2006. Los israelíes hicieron esto sabiendo que podían perder el elemento sorpresa y que podía costar la vida de sus soldados.

Esta es la asimetría en las intenciones entre Hamás e Israel. Pero hay igual claridad con respecto a la asimetría en los objetivos. Israel tiene un sólo objetivo en la Franja de Gaza: Paz; Israel ofreció relaciones pacíficas y abiertas cuando se retiraron de Gaza en el año 2005. Los gobernantes turcos, británicos, egipcios y jordanos que gobernaron Palestina nunca hicieron algo así, en cambio, Israel les dio a los palestinos soberanía territorial por primera vez en Gaza.

¿Qué sobrevino? Esto no es historia antigua. ¿Comenzaron los palestinos a construir el estado que se supone que es su gran objetivo nacional? ¡No! Ni caminos, ni industrias, ni tribunales, ni sociedad civil para nada. Los viveros florecientes que Israel dejó atrás para los palestinos fueron destruidos y abandonados. En su lugar, los gobernantes, patrocinados por Irán, dedicaron sus recursos para convertir la Franja de Gaza en una base de terror, importando armas, entrenando terroristas, construyendo túneles para secuestrar israelíes del otro lado, y por supuesto, para disparar misiles incansablemente.

¿La queja? No puede ser la ocupación, el control militar ni la colonización. Todas fueron removidas en setiembre de 2005. Hay una única queja y Hamás es abierta respecto de ella. La existencia misma de Israel.

Hamás tampoco oculta su estrategia. Provocar conflicto. Esperar por las bajas civiles inevitables. Traer el oprobio del mundo sobre Israel. Forzar un insostenible cese del fuego, como pasó en el Líbano. Entonces, como en el Líbano, rearmarse y movilizarse para la próxima ronda. La guerra perpetua. Dado que su razón de existir es la erradicación de Israel, hay solamente dos resultados posibles: la derrota de Hamás o la extinción de Israel.

La única respuesta de Israel es tratar de hacer lo que no se hizo después de la retirada de la Franja de Gaza. Ese fue el error estratégico imperdonable de Ariel Sharon. No fue la retirada en sí misma, sino el fracaso en establecer inmediatamente un régimen disuasivo bajo el cual la violencia no sería tolerada después de la retirada israelí, la justificación evidente para los ataques palestinos previos. En lugar de eso, Israel permitió ataques constantes, accediendo implícitamente a un estado de guerra activo y de terror indiscriminado.

El rechazo de Hamás a una extensión de su a menudo violado "cese del fuego" de seis meses (durante los cuales los misiles nunca cesaron, sólo fueron menos frecuentes) le dio a Israel una rara oportunidad para establecer la norma que debería haber establecido hace tres años: No más misiles, no más morteros, no más secuestros, no más actos de guerra. Como el gobierno de los Estados Unidos ha declarado oficialmente: Un cese del fuego sostenible y duradero. Si esta pelea termina con cualquier cosa menos que eso, Israel habrá perdido otra guerra. La pregunta es si Israel todavía retiene el valor y la confianza moral para vencer.

Este artículo apareció originalmente en el Washington Post.

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