Enamorándote de Dios - Primera Parte

5 min de lectura

Para disfrutar el placer más grande de la vida, necesitamos apreciar la mitad del vaso lleno y la mitad del vaso vacío.

¿Cuál es el placer más grande de la vida? No es una pregunta fácil. Cierra los ojos durante un minuto y piénsalo antes de seguir leyendo.

¿Cuál fue tu respuesta?

Sabemos que la respuesta no es automóviles o vacaciones, incluso que muchos de nosotros tengamos muy buenos argumentos. El amor tiene un voto mucho más alto que los demás, a pesar de que muchos votan por el éxito, los hijos y el poder. (Ese es más el objetivo, pero no la finalidad).

¿Y conocer y tener una relación con el Creador del Universo?

Incluso un ateo aceptaría que si realmente hay un Creador, entonces el conocerle sería el placer supremo - más que Cancún, la familia y el éxito en el mundo.

En el gran clásico medieval Obligaciones del Corazón (Jobot Halebabot), el autor Rabi Bejaie Ibn Paquda, habla sobre los cuatro pasos para enamorarse de Dios.

Los cuatro pasos son:

  1. Apreciar cuán grandioso es estar vivo.
  2. Dominar la actitud de la gratitud.
  3. El poder de "dejar pasar".
  4. El arte del servicio.

Este artículo habla del primer paso. Por debajo de la aplicación de este método, recae un principio fundamental del judaísmo. Si quieres crecer espiritualmente, debes crecer tanto emocional como psicológicamente. De hecho, es imposible ser espiritualmente maduro sin ser al mismo tiempo emocionalmente maduro.

Para empezar, dice Ibn Paquda, no puedes enamorarte de Dios hasta que te enamores de la vida misma. Es imposible amar a Dios sino aprecias profunda y apasionadamente todo lo bueno de estar vivo. Desafortunadamente, convertirte en un experto de la apreciación no es fácil de lograr.

Apreciando la Vida

¿Aprecias tu mano? La mayoría de nosotros decimos que sí, pero realmente no. Existe una diferencia crucial entre tener una "apreciación intelectual" de tu mano y tener una "apreciación emocional" de tu mano.

Cuando apreciamos emocionalmente algo, experimentamos una "explosión de placer". Todos hemos tenido estas explosiones de placer. Cuando algo bueno pasa, como el ver un atardecer precioso, apreciamos la belleza y bondad del momento. Pero la mayoría del tiempo no estamos experimentando estos placeres en lo más mínimo, lo que significa que no estamos apreciando activamente lo increíble que es estar vivos.

¿Qué debería darte un sentimiento de placer más grande - un helado o tu mano?

Obviamente que tu mano vale mucho más que un helado, pero no lo sentimos, porque no somos capaces de apreciar emocionalmente nuestras manos.

¿Por qué no podemos tener una apreciación emocional más constante y profunda de la vida y de lo bueno que tiene? Porque nos cuesta trabajo entender que la vida no es perfecta.

Una razón importante por la cual no estamos enamorados de la vida es porque usamos mucho de nuestro tiempo y nuestra energía peleando y obsesionándonos con lo que no está bien con nosotros y con los demás. Simplemente no podemos tolerar las imperfecciones. No es que todos seamos perfeccionistas, sino que hemos adquirido una manera destructiva de ver el mundo, y su resultado es convertirnos en miserables.

Una ilustración clásica de esto es la historia de la persona que se va a un picnic y la está pasando muy bien con su familia y sus amigos en un día de verano sin nubes, hasta que descubre que no hay mostaza para su hot dog. ¡Todo el día ya no valió la pena! De repente no sólo su hot dog es miserable, sino que ¡todo el día se torna miserable!

¿Suena familiar? Esta es la manera en la que la mayoría de nosotros vivimos nuestras vidas diariamente. No podemos tolerar la imperfección y cuando descubrimos que algo sale mal o está faltando en nuestras vidas, nos obsesionamos. A veces podemos cambiar lo que está mal, pero si no podemos nos llenamos de frustración, enojo y resentimiento.

Mi esposa tiende a manejar el dinero de una forma irresponsable. Mi esposo nunca escoge los regalos adecuados para las ocasiones especiales. Siempre estoy luchando con la comida, falta de ingresos o con falta de confianza en mí mismo. Estoy casado con la persona equivocada. No tengo hijos. Mis hijos me vuelven loco con sus demandas constantes. ¡Todos tenemos imperfecciones en nuestras vidas!

El Medio Vaso Vacío

Todos estamos familiarizados con la pieza de sabiduría que sugiere que para poder ser felices necesitamos aprender cómo enfocarnos en la mitad del vaso lleno en lugar del vacío. He llegado a creer que aprender a enfocarte sólo en lo bueno no es toda la verdad o el verdadero desafío de la vida. El verdadero desafío de la vida es ser capaz de enfocarte y reconocer ambos lados - la mitad llena y la mitad vacía.

Reconocer tanto lo bueno como lo malo es nuestro desafío supremo y la llave para nuestro bienestar emocional y nuestra felicidad verdadera. A nadie le gusta lograr objetivos a medias. No sólo queremos llegar a la meta, queremos, a su vez, salir primeros.

Pero la vida no es perfecta y no siempre recibimos lo que queremos o logramos todo lo que queremos. Por lo tanto, debemos aprender a reconocer y abrazar esas partes feas e imperfectas de nosotros y de nuestras vidas, mientras trabajamos responsablemente para embellecerla lo más posible. Sólo después es que somos capaces de detener nuestras obsesiones respecto de lo que está mal y empezar a apreciar lo que está bien.

La liberación que llega a través de la aceptación está expresada increíblemente por el escritor, Arthur Miller en la obra "Después de la Primavera":

"El mismo sueño retornó cada noche hasta que ya no podía dormir y me enfermé bastante. Yo soñaba que tenía un hijo, e incluso en el sueño veía que era mi vida, y que era algo idiota y me escapaba. Pero siempre saltaba a mis rodillas otra vez, agarrándose de mis ropas. Hasta que pensé "si yo pudiera besarlo, sea lo que sea era mío, quizás podría dormir. Y me acerqué a su cara quebrada y fue horrible, pero lo besé. Yo pienso que uno debe tomar la vida de uno en sus propias manos".

Rechazar obsesivamente lo que no nos gusta acerca de nuestras vidas siempre nos lleva al dolor psicológico, mientras que la aceptación de lo que no nos gusta es la clave para la salud emocional.

Aceptando lo Inaceptable

Pregúntate a ti mismo: "¿Qué encuentras totalmente inaceptable de ti mismo y tu vida? ¿Qué quieres cambiar obsesivamente? La ironía es que creemos que nuestra obsesión de alguna forma nos ayudará a ganar control de lo que no nos gusta. La verdad es que la cosa con la que constantemente peleamos, rechazamos y nos obsesionamos ¡gana más y más control sobre nosotros!

Por ejemplo, volvamos a la persona del picnic que estaba obsesionada sobre la mostaza. Cuanto más se enfoca en la pérdida, más poder eso tiene sobre él y peor se siente. Esta es la razón por la cual va a explotar si alguien le sugiere que lo deje pasar y disfrute de su Hot dog de esta forma.

Hasta que no haya aceptación de lo que está mal, no puede haber apreciación de lo bueno. Antes de que podamos cambiar lo que no nos gusta debemos hacernos amigos de eso. Esto es lo que quisieron decir nuestros Sabios con respecto a la inclinación mala: "Acércala con la mano derecha y aléjala con la izquierda". Debemos aceptarla y no rechazarla por completo. Empujarla con las dos manos sólo le da más poder sobre nosotros.

Sólo cuando reconocemos genuinamente las partes malas de nuestra vida es que podemos empezar a apreciar las partes buenas. Aprender a aceptar lo que está mal es un desafío difícil, pero podemos manejarlo al trabajar con algunas herramientas.

El primer paso, y el más importante, es reconocer la obsesión. Pregúntate, "¿Sobre qué me obsesiono diariamente? ¿Qué encuentro completamente inaceptable de mi persona, mi vida, mis relaciones? ¿Qué odio de mí mismo, mi vida y mis relaciones?".

Lo más probable es que estas sean las cuestiones con las cuales estás usando las dos manos para rechazarlas. Y estas cosas con las cuales estás trabajando tan fuerte para rechazar son las cosas que tienes que aprender a acercar. Recuerda, la aceptación no significa rendirse. Significa hacerte cargo de ellas porque ahora te pertenecen.

Hacerte Cargo

Para poder hacerte cargo, necesitas vocalizarlo. Por ejemplo, di en voz alta, "Me molesta que mi mente trabaja tan lento y me siento tan estúpido, pero es la mente que me fue dada y debo aprender a aceptarla aunque me hace sentir limitado e inferior a otros".

Una vez que seas dueño y amigo de esas cosas que no te gustan, necesitas tomar la responsabilidad para hacer correcciones donde sea posible, para que tu limitación sea un obstáculo menor. En el ejemplo de arriba, un paso razonable sería tomar una clase de lectura y comprensión.

La conciencia es la clave para manejar la herramienta de la aceptación. Primero debemos darnos cuenta de qué encontramos negativo, y luego podemos adueñarnos y hacernos cargo del asunto en cuestión.

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