La Importancia de Cada Plegaria

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Rosh Hashaná y Iom Kipur son una época concentrada con plegaria. Pero, ¿cómo hace uno para rezar eficazmente si ni siquiera está seguro de cómo comenzar o de qué pedir?

Yo solía rezar por cada cosa pequeña que quería, que necesitaba, o que creía que necesitaba. Pero un día decidí que estaba molestando a Dios con demasiados pedidos menores. Sentí que era mejor idea concentrarme en los temas realmente grandes e importantes – las cosas que realmente importan – en vez de obstruir las líneas de comunicación con las cosas triviales.

Fue ahí cuando empecé a rezar "en grande". También pensé que rezar en grande era más conducente a rezar bien, a pesar de que no resultó de esa manera. Lo que terminó siendo el rezar en grande fue el pedir por cosas diferentes, pero en ese momento aún no lo sabía.

La mayoría de las personas parecen hacer un mejor trabajo rezando cuando sus poderes de concentración están más enfocados hacia su beneficio personal.

La mayoría de las personas parecen hacer un mejor trabajo rezando cuando sus poderes de concentración están más enfocados hacia su beneficio personal. Cuando rezan por la paz mundial, por el Mesías, por los niños hambrientos en África o por otra de las panaceas universales, tendemos a ser piadosos, generosos, y tener buenas intenciones, pero definitivamente no nos involucramos totalmente.

Pero, deja que algo toque nuestras vidas y ¡vean cuán rápidamente nos levantamos! Una enfermedad seria, un inminente desastre financiero, un divorcio, o la prolongada esperanza de un shiduj – y los poderes de concentración, alimentados por la adrenalina, comienzan a fluir rápidamente. Las lágrimas fluyen, el pecho se levanta, el ceño se frunce y las palabras de suplica comienzan a brotar.

Un Llanto sin Palabras

Como la voz del shofar, nuestra plegaria puede ser un llanto sin palabras desde el fondo de nuestro corazón. Como la historia del niño pastor de ovejas, que tocó su flauta en la sinagoga en Iom Kipur porque no podía leer, nuestra plegaria puede ser una canción del alma. Como el hombre que le ofreció a Dios las veintidós letras del abecedario hebreo porque no sabía como utilizar el libro de rezos, la plegaria puede ser un regalo racional de la mente del hombre. Cualquiera sea la forma que tome, la verdadera plegaria es pura y completa. Pero casi por definición, la plegaria significa palabras.

El habla, expresada en forma de plegaria, es prácticamente el único regalo que podemos ofrecerle a nuestro Creador. Nuestras palabras lo alaban, le imploran que satisfaga nuestras interminables necesidades y peticiones, y le agradecen por su infinita benevolencia. Ellas nos permiten forman un cierto concepto de Dios e imitar Su manera de ser. Es nuestra forma de reconocer que Él es todo lo que tenemos. Y Él amablemente acepta nuestras interminables listas de súplicas como una humilde ofrenda.

Necesitaba ayuda en las cosas del día a día, no sólo en las cosas grandes.

Es por eso que regresé a rezar "en pequeño". Tenía tantas peticiones pequeñas que necesitaban ser atendidas. No pude continuar dejándolas de lado, esperando que se resuelvan por si solas. Necesitaba ayuda en las cosas del día a día, no sólo en las cosas grandes.

En el momento en que comprendí que mis pequeñas y repetitivas peticiones eran también una plegaria legítima, me sentí enormemente aliviada.

Un Servicio del Corazón

Y cuando me di cuenta que estas pequeñas plegarias eran realmente una forma de servicio Divino – mi servicio del corazón – me sentí elevada. ¡Imagina! ¡Yo voy a pedir por regalos y me acreditan el estar haciendo una buena acción! Cada vez que intento retirar del banco celestial, ¡un depósito es hecho en mi cuenta!

En ese momento me dejé avanzar rápidamente: "Por favor Dios, permite que la calefacción no se descomponga todavía. Por favor haz que el dolor de garganta de mi marido mejore. Por favor haz que mi jalá se infle. Por favor no dejes que la cuenta del teléfono se debite antes de que ingrese el sueldo al banco. Por favor ayuda a mi hijo a llegar a tiempo a la escuela esta mañana; su maestra se está empezando a molestar. Por favor haz que ese buen muchacho llame a la hija de mi vecina para una segunda cita. Ella no se está poniendo más joven, tú sabes. Y por favor, preocúpate de que el manuscrito que envié al editor sea aceptado. Por favor, por favor, por favor".

Ahora me sentía cómoda tomando prestadas las palabras de los Salmos del Rey David para los asuntos más grandes.

Para mi sorpresa, descubrí que una vez que todas las pequeñas peticiones diarias estaban fuera del camino, estaba libre para comenzar con los asuntos más grandes. Esta avalancha de plegaria inmediata y privada, con su cabaña natural; su "intención adecuada", – (¡yo realmente quería que ese manuscrito fuera aceptado!) – preparó el camino para mejorar mi cabaña durante las plegarias más largas y formales.

El Rey David lo dijo todo. El vertió su corazón en elevadas canciones de alabanza, en febriles plegarias, en agradecimiento sublime, en palabras infinitamente más elevadas que cualquiera que yo pudiera formular. Hubo un tiempo en que sus palabras me parecían demasiado elevadas para expresar mis preocupaciones triviales. Pero ahora que estaba haciéndome cargo de mis propios asuntos diarios, con mis propias pequeñas palabras, me sentía mas cómoda tomando prestadas sus palabras para los asuntos más grandes, y como las cientos de generaciones antes que yo, también encontré en ellas fuerza, resistencia y una belleza abrumadora. Sus palabras eran las que necesitaba para rezar EN GRANDE.

La Importancia de Cada Plegaria está basado en un articulo del libro "Cinnamon and Myrrh" por Yaffa Ganz, publicado por Feldheim Publishers.

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