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Cómo asegurar que los valores judíos no se pierdan en medio de fiestas y regalos.
Jánuca es un momento clave del año para la familia judía. Deliciosos latkes, bellas canciones e inolvidables experiencias familiares.
Pero para la mayoría, estos no son los únicos recuerdos que tenemos. Muchos vimos que nuestros hijos muestran más interés por sus regalos que por la celebración familiar. Los hermanos pelean por los presentes y las donas y antes de que logremos darnos cuenta, nuestra bella festividad se convirtió en un ejercicio de autoindulgencia.
¿Cómo podemos hacer para asegurar que los bellos valores del judaísmo no se pierdan en medio de las celebraciones de Jánuca?
Ayuda a tus hijos a valorar a quienes les dan regalos. Aliéntalos a escribirles un mensaje de texto o a enviarles por e-mail una foto de ellos usando el regalo recibido, junto con un mensaje personalizado de agradecimiento.
La enseñanza judía y la investigación psicológica enfatizan cuánto influye lo que hacemos en lo que somos. Si Jánuca es una festividad para recibir, nuestros hijos se vuelven materialistas y sienten que merecen recibir todo lo que desean. ¡Pero no tiene que ser de ese modo! Haz que tus hijos pongan dinero en la caja de tzedaká cada noche antes de abrir sus regalos. Si reciben Jánuca guelt, enséñales a dar el 10% para caridad.
Hay otras maneras de dar en Jánuca. Si están en el hemisferio norte, entonces Jánuca cae en el invierno. Esta es una época en que las personas sin hogares necesitan mucha más ropa. Lo más necesario (y a menudo menos donado) son medias. Puedes ir con tus hijos a una tienda y comprar un par o más de medias para donar.
Jánuca puede ser una época muy triste para quienes viven solos o lejos de sus familias. Preparen algunas tarjetas de Jánuca y luego vayan a realizar una visita familiar a un hogar de ancianos judío para celebrar con los residentes.
O lleven latkes y donas a un vecino solitario o enfermo.
Ya sea la cantidad de latkes o el tiempo que se puede jugar en el iPod durante el receso escolar, enséñale a tu hijo a tener límites. Si bien no es bueno ser demasiado estricto, a veces es importante que la respuesta que escuchen sea “no”. Ayúdalos a entender que no lograrán su objetivo con gritos y mal comportamiento. Esto también se aplica a los más pequeños, ¡no esperes que cumplan cinco años para empezar a enseñarles cómo comportarse!
La regla más importante: ¡lo que tú haces importa más que lo que dices! Este Jánuca da el ejemplo y habla abiertamente sobre las cosas que valoras.
¡Jánuca sameaj!
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