Lidiando con los Suegros

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Mantener una buena relación con los suegros es una de las claves para un matrimonio feliz, especialmente cuando las diferencias culturales se presentan en escena.

Queridas Rosie & Sherry,

Recientemente me comprometí con una chica a la que amo muchísimo. Gracias a Dios, tenemos una muy buena relación y las cosas van muy bien mientras planeamos nuestra boda. Sin embargo, hay dos situaciones con las que tenemos que lidiar.

Mi familia es de Irán y ellos tienen prácticas tradicionalistas del medio oriente.  A ellos les gusta tener a toda la familia reunida siempre, esto tiene un énfasis muy fuerte en la infraestructura familiar. Hablan en persa en la mesa y los hombres gritan mucho. A pesar de que fui criado en América, he aprendido a aceptar, e incluso a apreciar estas practicas, porque crecí con ellas. Mi prometida tiene un historial europeo y es tan americana como el pastel de manzana. Y de alguna manera se siente intimidada por todo el ajetreo que generalmente hay en mi casa. Ella aprecia el hecho de que mi numerosa familia es realmente cálida, pero al mismo tiempo se siente sobrecogida por ello. Es extremadamente difícil para ella sentarse en la mesa mientras todos hablan en persa. Incluso se preocupa de que estén hablando de ella (cosa que nunca hacen realmente).

Aquí va un ejemplo de las dificultades que mi futura esposa está experimentando. En nuestra fiesta informal de compromiso, mi familia realizó una pequeña ceremonia persa en la cual la gente le da joyas a la novia con muchos dulces y cosas por el estilo. Todos estaban disfrutando, especialmente los americanos, quienes pensaron que la costumbre era respetuosa, considerada y única. Solo había una persona que parecía estar pasando un tiempo miserable, como si estuviera viendo una película de terror. Lo adivinaste – ¡mi novia! Y por mucho que trato de entender que todas estas cosas son nuevas experiencias para ella y que debe ser difícil, me sigo preguntando por qué una mujer puede parecer tan perdida e infeliz cuando recibe tantas joyas. (Siempre tuve la impresión de que a las mujeres les encantan las joyas).

También es difícil para mí porque sé que mis parientes son todos muy dulces y cariñosos, pero como mi novia se siente intimidada ella no aprecia la belleza de mi familia y muchos de sus valores. Ese es un lado de la historia.

Por el otro lado, estoy teniendo dificultades ajustándome a la familia de ella. Es ciertamente más fácil para mí porque yo básicamente crecí con amigos americanos y estoy muchísimo más acostumbrado al estilo de vida americano que mi novia al estilo persa. Sin embargo, es muy diferente cuando realmente te conviertes en un miembro de la familia. Una diferencia es que en mi familia y en muchas otras familias persas, es raro decir “Te quiero” de hecho, no hay una expresión similar en el lenguaje persa. Básicamente, se da por entendido que en las familias los integrantes se quieren unos a otros, y las palabras no son importantes, lo que importa es la acción y el sacrificio propio. Bueno, el problema es que la familia de mi prometida dice, “te quiero” más que nadie que haya conocido antes. Al principio, me hacia sentir muy incomodo a pesar de que no se lo mencioné a ella, ahora, me estoy acostumbrando a escucharlo más seguido. 

Sin embargo, hay algo a lo que no me puedo acostumbrar. Su familia, especialmente su madre, siempre exhibe un constante entusiasmo, y a pesar de que pienso que es muy bueno, simplemente no es mi personalidad. Siempre trato de ser cortés y amable, y algunas veces soy muy energético, pero no siempre puedo ser entusiasta. Algunas veces me gusta estar callado, incluso a veces soy introvertido, y no puedo poner “cara de felicidad” en esos momentos. Mi futura suegra incluso me dice, “Nosotros apreciamos una cara feliz”. Estoy un poco resentido con esta declaración y con el hecho de que su familia espere que yo esté constantemente sonriendo y siendo entusiasta.

Por último, estoy teniendo dificultad con una sola cosa más. Yo me críe en una casa en la que mi madre y mis hermanas básicamente hacían el trabajo de la casa. Ahora, me doy cuenta que esto va a cambiar un poco cuando me case, pero mi prometida sabe que lavar los platos no va a ser exactamente mi hobby después de casarme. Su madre piensa un poco diferente. Ella cree que debe recordarme de vez en cuando que debo hacer quehaceres del hogar, y a pesar de que estoy de acuerdo con eso, no necesito que mi suegra me lo recuerde constantemente. Ciertamente es un tema que puedo resolver a solas con mi futura esposa. 

¿Cómo podemos ambos manejar nuestras situaciones familiares? Espero puedan responder pronto, estoy seguro que tendrán un sabio consejo para ambos. Muchísimas gracias.

Rafi

Querido Rafi,

Tu carta demuestra muy bien algunos de los problemas que emergen cuando dos personas de diferentes culturas judías se comprometen. Es muy natural que tú y tu novia sientan estas emociones. La clave para resolver la incomodidad que ambos sienten se puede resumir en dos palabras: educación y comunicación. Si pones atención a ambas, inmediatamente serás capaz de minimizar los conflictos que se les presentaran en los primeros años de matrimonio, y de esta forma, tú y tu novia encontrarán la manera de balancear las diferencias entre las distintas culturas.

Nosotros sugerimos que abordes el tema de la educación y la comunicación a partir de estos cuatro puntos:

1. Tu prometida se beneficiará de un pequeño curso informal de costumbres y rituales judíos persas. Tú o tal vez otro miembro de la familia puede describirlas, las razones por las que se hacen, y la singular manera en la que tu familia particularmente sigue estas costumbres en adelanto a cada reunión familiar o fiesta. Nos imaginamos que un evento como la fiesta de tu compromiso habría sido mucho menos abrumadora, y probablemente mucho más placentera, si tu prometida hubiera sabido que esperar.

2. Tu familia parece ser muy cálida y amorosa, pero ellos probablemente no entienden cuan sobrepasada tu prometida puede estar con las diferencias culturales y de lenguaje. Ellos probablemente serían receptivos ante ideas que harían sentir a tu novia más cómoda entre ellos. Pídeles que la incluyan en las conversaciones familiares, hablándole en inglés y haciéndole saber de qué tratan las “discusiones”. También puede ser de gran ayuda para ti que algunos de tus sobrinos se comprometan a llamarla por teléfono periódicamente, que se ofrezcan para salir con ella, y que se aseguren de que se sienta incluida en las reuniones familiares.

3. Así como tu futura esposa tendrá que adecuarse a las costumbres y a las expectativas de tu familia, tú tendrás que acostumbrarte a las de su familia. Por ejemplo, tu te criaste en un hogar en el que las mujeres hacen virtualmente todo el trabajo del hogar, pero tus suegros (e indudablemente tu futura esposa) tienen expectativas diferentes. (De hecho, muchas mujeres odian el trabajo del hogar igual que los hombres). Incluso aunque tú y tu novia planeen resolver las responsabilidades de la casa después del matrimonio, puede ayudar a tu relación (y así también a sus padres) que tomes la iniciativa ahora. Considera levantar la mesa o a lavar los platos la próxima vez que estés en casa de ellos – eso hará que tu futura suegra se sienta contenta de que piensas en sus sentimientos y de que quieres ser un esposo que ayudará a su hija. 

Esta sugerencia te dará una lección que la mayoría de la gente aprende después de varios años de matrimonio: Casi todos los suegros son “culpables” de ofrecer consejo no solicitado y no bienvenido. Practica maneras políticamente correctas de dar las gracias por el consejo, incluso si no planeas seguirlos la mayoría del tiempo. Si tú aceptas los consejos bien intencionados de tus suegros como un hecho, y te convences de no resentir las sugerencias, serás mucho más feliz.

Trata de focalizarte en las cualidades que te gustan de tus suegros, y acepta como un hecho que ellos algunas veces hacen cosas que te vuelven completamente loco. Esto hará que sea más fácil soportarlos y algún día llegarás a quererlos. Recuerda que ellos criaron a tu prometida, la ayudaron a convertirse en la mujer que tú amas, y ellos la aman también. Los hará felices saber cuanto amas a su hija y cuanto la quieres hacer feliz. 

4. Nosotras empatizamos con la incomodidad que sientes cuando tu futura suegra espera que estés constantemente reflejando la actitud familiar. Ella probablemente siente la misma incomodidad cuando tú estás callado o introspectivo, ella puede pensar equivocadamente que a ti no te gusta su forma de ser o la familia. Nosotras pensamos que ambos estarán aliviados si se sientan a conversar y tú le explicas que admiras su personalidad entusiasta pero que a veces necesitas estar callado e introspectivo. Una vez que ella entienda que si tú estás callado no es por tristeza o incomodidad, ella estará mucho mas tranquila. Incluso le puedes explicar lo que nos dijiste a nosotras, tu incomodidad con la expresión “te quiero”. La comunicación sincera, cuando es de una manera no acusadora, ayuda a la gente a entenderse mutuamente. 

Ahora te vamos a dar un consejo no solicitado sobre la frase “te quiero”. Díselo a tu esposa, incluso si te sientes incomodo haciéndolo, por lo menos un par de veces al año en ocasiones apropiadas. A la mayoría de las mujeres les gusta oír a sus esposos diciendo esas palabras.

Finalmente, es vital para ti y para tu prometida aprovechar este tiempo previo al matrimonio para desarrollar habilidades en el ámbito de la comunicación que utilizaras por el resto de tu vida. Cada esposo y esposa fueron criados diferentes, y estas diferencias pueden transformarse en fuentes de conflicto. Y debido a que tú y tu esposa vienen de culturas distintas, pueden experimentar más áreas de conflicto que otras parejas. Nosotros pensamos que ustedes dos (y de hecho, todas las parejas comprometidas) deberían discutir sus expectativas antes de casarse y juntos decidir como comprometerse y acomodarse al otro.

También deberías discutir los temas que pudieran surgir en el matrimonio en algún momento conveniente y de una manera no acusadora. Por ejemplo, digamos que tu esposa te regala una tarjeta de cumpleaños personalmente diseñada, con un poema que ella escribió sólo para ti, y tú reaccionas con decepción y rabia porque ella no te compró un regalo o una torta. Ella no puede entender por qué estás enojado, y puede pensar que no aprecias sus esfuerzos. Ambos están heridos, pero como nunca discutieron la celebración de los cumpleaños, ella no sabía que tú esperabas un regalo o una torta, y tú no te diste cuenta de que las tarjetas hechas a mano son en su familia una expresión de amor. Todavía están a tiempo para hablar de por qué y cómo cada uno espera celebrar su cumpleaños, y concordar una manera en la que ambos disfrutarán sus cumpleaños juntos.

Tu carta nos mostró que eres un hombre de mucha sensibilidad y apertura de mente, que eres bueno expresándote a ti mismo y expresando tus preocupaciones de manera balanceada y honesta. Esperamos que puedas usar estas habilidades construyendo una buena comunicación verbal con tu esposa y ambas familias, lo que lleve a un matrimonio fuerte y sano.

Rosie & Sherry
 

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