La Fuente de la Juventud

3 min de lectura

Probando la nueva crema anti-arrugas mientras reflexionamos en como el hecho de envejecer puede resultar maravilloso.

Todas tenemos alguna excusa para leer revistas de “mujeres”. Como por ejemplo: Estaba esperando en la fila del supermercado; estaba en la oficina del dentista; Estaba atrapada en Mongolia y todo lo que tenían para leer era una revista de hace 10 años de…

Yo tengo mi propia excusa. Estoy haciendo un estudio informal sobre la visión americana del envejecimiento.

Quiero saber cuanta publicidad hay para las cremas anti-arrugas, cuantas maneras de revertir los efectos de la edad.

Yo sólo quiero saber cuantos avisos hay de cremas anti-arrugas, cuantas oportunidades existen para revertir los efectos de la edad. ¿Existe alguien que vea positivamente o con placer el hecho de envejecer? Sí, ya sé, es la mejor alternativa.

Recientemente fui a hacerme una limpieza facial (habiendo sucumbido ante la avalancha publicitaria que estaba “investigando”). La mujer que me atendió comenzó a describir la nueva línea de productos, según ella: “para mujeres de piel madura”. ¡¿Piel madura?! Casi salgo gritando por la puerta. Yo no tengo la piel madura. ¿Y qué significa eso de todos modos? ¿Que mi piel muestra la sabiduría de mis años, las alegrías y las penas, mi búsqueda de significado y mis deseos de influenciar a otros? ¿O que simplemente es, vieja, caída y arrugada? ¿Acaso “maduro” es el nuevo eufemismo?

Envenenada por la cultura de la juventud

¿Y por qué me importa? ¿Acaso no es cada arruga una insignia de honor – un símbolo de una nueva batalla confrontada, nuevas deleitantes experiencias? ¿Qué es lo que nuestra sociedad tiene en contra de la edad, y cómo he sido manipulada para compartir esa predominante visión?

Para una gran familia de presupuesto limitado, mi baño está lleno de cremas, lociones y gels que garantizan el retraso del proceso de envejecimiento. Algunas para mis ojos, mis labios, mi garganta, mi cuello y mi cara. Máscaras exfoliantes e hidratantes. Para reafirmar, para poros pequeños, para hidratar. Con Alpha-Hidroxy, con Beta-Hidroxy, con Retinol-A, con antioxidantes. El último descubrimiento, el nuevo suero. El único que de verdad funciona. Te lo prometemos. 

¿Qué salió mal? ¿Por qué no podemos envejecer con gracia, con orgullo, disfrutando los logros, la experiencia ganada, la sabiduría adquirida?

Esta es una cultura que idolatra la juventud, y que es destructiva para todos sus participantes.

Pero no siempre fue así.

Cuando se creó el envejecimiento

Nuestra Torá nos enseña que nuestro antepasado Abraham rezó para obtener signos de vejez. (¡Ahora ya sabemos a quien culpar!) Hasta ese momento, Abraham e Isaac se veían idénticos. Abraham reconoció entonces que eso no era tan bueno como parecía.

A pesar de que no era por honor personal, Abraham sabía que no era beneficioso para la sociedad, no venerar a las personas mayores – padres, abuelos, tíos y tías, conocidos. Él sabía que este era un reconocimiento por la sabiduría ganada durante muchos años en esta tierra y que seriamos una sociedad más pobre, más superficial y más temporal sin ese reconocimiento.

Abraham rezó a Dios para que pusiera símbolos de envejecimiento en la humanidad, porque él sabía que eventualmente sería para mejor.

Entonces él rezó a Dios para que pusiera símbolos de vejez en la humanidad – cabello gris (o nada de cabello), arrugas, bolsas en los ojos, etcétera. Él sabía que eventualmente sería mejor, si solamente mirábamos más profundamente.

Con esto en mente, me paralicé cuando vi la publicidad de la celebración del cumpleaños de un niño pequeño “… y soplé las velas y me reí, mayormente porque me recordó el tiempo en el que crecer era ciertamente emocionante”.

Cuando no estoy bombardeada por imágenes de hermosas mujeres jóvenes (por supuesto que son escuálidas también) y admoniciones de cómo reanimar la vieja, y caída piel, me entristece el mensaje.

Cuando no estoy probando una nueva crema de ojos (la que tiene garantía de devolución de dinero), me duele este punto de vista.

Enséñale bien a tus hijos

¿Realmente les quiero enseñar a mis hijos que sólo la juventud cuenta? ¿Quiero robarles el respeto por los mayores y la tremenda oportunidad de aprender que se presenta? ¿Quiero que vean su vida como “acabada” pasada cierta edad? ¿Quiero que vean mi vida “acabada” pasada cierta edad?

¿O quiero que cada año, y cada momento sea precioso? ¿Quiero que ellos puedan apreciar el crecimiento y el entendimiento adquirido con el paso del tiempo?

Quiero tener la confianza de mirarme derecha y claramente en el espejo y disfrutar lo que veo.

Quiero tener la confianza de mirarme derecha y claramente en el espejo y disfrutar lo que veo; mirar el pasado y decir, “me gané esa arruga” y mirar adelante hacia un futuro de mayor crecimiento y mayor oportunidad; y más arrugas. 

Necesitamos una campaña publicitaria masiva para cambiar la imagen del público mayor de 40 en América. Y me encantaría estar al frente… tan pronto como termine de ordenar la nueva crema francesa anti-arrugas que acabo de escuchar que salió al mercado.

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