El nuevo año es un momento para tomar resoluciones. Es un momento para examinarnos a nosotros mismos y descubrir de qué maneras podemos cambiar para mejor. El pueblo judío ha tomado resoluciones en Rosh Hashaná por más de 3000 años. Esta no es simplemente una linda costumbre. En Rosh Hashaná, Dios nos da la oportunidad de reprogramar espiritualmente el nuevo año para aumentar nuestra salud, nuestras riquezas y nuestra felicidad. Aprovechemos este dinámico día tomando resoluciones sinceras y significativas, arrepintiéndonos de nuestros errores pasados y pidiéndole a Dios que nos de el coraje y la fuerza para apegarnos a nuestras resoluciones de cambio.
En nuestra historia una niña cambia para bien, y está feliz de haberlo hecho.
"Arreglando el Mundo"
Janis Engel sabía que no era bueno mentir. Cada vez que lo hacía ella se sentía pésimo durante varios días. Sin embargo, una y otra vez, ella distorsionaba la verdad, estirándola e incluso partiéndola en pedacitos. Ella hacía casi de todo con la verdad, menos decirla.
Un día, en Rosh Hashaná, ella decidió que ya era suficiente. Desde ese momento en adelante, nada más que la verdad. Su plan iba bastante bien - al principio. Ella se sentía como una persona nueva, que estaba dispuesta a hablar honestamente con sus padres, profesores y amigos. Pero rápidamente llegó el día en que su resolución de Rosh Hashaná fue puesta a prueba.
Todo partió de manera inocente. Ella y su amiga Abigail estaban sentadas juntas, estudiando en la biblioteca de la escuela. Casi no había nadie más ahí. Rápidamente las niñas se tornaron inquietas y Janis decidió tomar un descanso. Una de las cosas más interesantes que había en la biblioteca de la "Escuela Hamilton" era el gran globo terráqueo de aspecto antiguo junto al mesón de consultas. Rodeado con cadenas por todos lados, con un cartel que decía: "NO TOCAR".
Usualmente Janis se apegaba a las reglas, pero por alguna razón, quizás sólo por aburrimiento, ella empujó impulsivamente el antiguo globo por sobre las cadenas que lo rodeaban, haciéndolo girar gentilmente sobre su eje. Con valentía, ella lo hizo girar una vez más, esta vez un poco más fuerte, y prontamente África, Asia y el océano pacífico giraban como un trompo. Janis sentía que tenía el mundo entero en sus manos.
De pronto ocurrió un desastre. Una de las antiguas bisagras se soltó, y el globo giratorio se azotó contra el suelo con un fuerte estruendo. Janis no se quedó para averiguar si se había roto o no. En cuestión de segundos la niña había volado a través de la biblioteca y se había sentado en su asiento como si todo esto nunca hubiera sucedido.
Pero a medida que su corazón dejaba de palpitar tan fuertemente y sentía que estaba fuera de peligro, Janis sintió una sombra siniestra sobre su Mesa.
"Ehem… ¿alguna de ustedes niñas sabe quién estaba jugando con el globo terráqueo?, preguntó la Sra. Leeman, la severa bibliotecaria. Abigail se encogió de hombros inocentemente y Janis estaba a punto de hacer lo mismo. Pero entonces recordó su resolución de Rosh Hashaná. "¿Cómo puedo mentir?, se preguntó a sí misma. Pero, ¿cómo puedo decir la verdad?, me meteré en serios problemas – ¡quizás incluso me expulsen de la escuela!
La niña respiró profundamente. "Una resolución es una resolución. Nada más que la verdad", pensó ella.
"Mmm… Sra. Leeman, lo siento. No quise tocarlo realmente, simplemente me dejé llevar…"
Janis estaba muy triste, sin embargo aliviada por haber dicho la verdad.
Sorprendentemente la bibliotecaria no gritó ni tampoco la reprendió. De hecho su rostro se tornó más suave, una pequeña sonrisa se dibujó en la esquina de sus labios. "Usted debe saber", dijo ella, "que yo la vi tocar el globo terráqueo desde mi oficina. Si lo hubiera negado, habría tomado medidas disciplinarias. Pero como usted ha sido lo suficientemente honesta como para decir la verdad, creo que realmente no lo ha hecho con mala intención. Y ya que afortunadamente el globo no se ha roto, esta vez lo dejaré pasar".
Janis se sorprendió de como se dieron vuelta las cosas, y decidió más que nunca apegarse a sus resoluciones.
Preguntas Para Reflexionar
De 3 a 5 años
P. ¿Qué sintió Janis cuando la bibliotecaria le preguntó si había tocado el globo?
R. Ella sintió que lo más fácil era negar todo el asunto, a pesar de que fuera mentira, y a pesar de que ella había decidido apegarse a la verdad.
P. ¿Cómo se sintió ella después de cambiar de parecer y de decir la verdad?
R. Se sintió mucho mejor. Primero por haberse apegado a su resolución, y después al ver como esto la ayudo a no meterse en problemas.
De 6 a 9 años
P. ¿Por qué deberíamos tomar resoluciones? ¿No es suficiente actuar mejor?
R. Una persona seria con respecto al crecimiento personal encuentra estrategias que la ayudan a alcanzar sus objetivos. Una de las herramientas más poderosas para lograr esto es definir claramente en que área se debe mejorar, y expresar explícitamente cómo se pretende llegar ahí. En otras palabras – tomar resoluciones. Esto saca a nuestro 'plan de crecimiento personal' de la débil realidad de "Sí, bueno, uno de estos días… creo que debería pensar en tratar de cambiar…" y lo transforma en un plan concreto y efectivo. En nuestra historia, la clara resolución de Janis de decir sólo la verdad, le dio la claridad y fuerza necesaria para apegarse a sus valores cuando la situación se tornó difícil.
P. ¿Por qué piensas que Rosh Hashaná es un mejor día para las resoluciones de superación personal que cualquier otro día?
R. Hay un dicho judío que dice: "El cuerpo sigue a la cabeza". Rosh Hashaná significa literalmente "la cabeza del año". No es simplemente un día cualquiera del calendario, sino una realidad espiritual de que comienza un nuevo ciclo anual. Lo que decidimos para nosotros mismos en ese día se transforma en parte de la "cabeza", influenciando y guiando nuestras acciones y decisiones durante todo el año.
P. ¿Qué resolución tomarás este Rosh Hashaná?
10 años y más
P. ¿Qué pasos crees tú que debería seguir una persona para utilizar la "toma de resoluciones" como un programa para la transformación personal?
R. Las fuentes judías clásicas delinean un programa de tres pasos. Lo primero es obtener claridad acerca de qué cosas exactamente debemos mejorar y declararlas a nosotros mismos y ante Dios. El siguiente paso es acceder y comprobar nuestros sentimientos de qué es lo que nos falta en la vida, por no haber mejorado aun. El paso final es dirigir nuestra atención para perseguir activamente un patrón de comportamiento que nos llevará a nuestra elevada meta.
P. ¿Qué deberíamos hacer si tomamos una resolución y después la quebrantamos?
R. Primero que nada, no hay que entrar en pánico. Todos somos humanos y nadie es perfecto. El desafío principal en este caso es tener la fuerza de ponernos de pie nuevamente para seguir adelante. Nuestras resoluciones, más que nada, representan la dirección hacia donde nos dirigimos. Si la resolución era buena de todos modos, a pesar de que la quebrantamos, entonces apégate a ella nuevamente y sigue intentándolo. Las personas más grandes admiten libremente haberse caído numerosas veces antes de alcanzar sus objetivos. La vida es un proceso, y una persona tratando de crecer está en contacto con la esencia verdadera de la vida.
P. ¿Qué resolución tomarás este Rosh Hashaná?