6 Claves Para una Exitosa Primera Cita

6 min de lectura

Para hombres: Una guía para obtener un “sí” a una segunda cita.

En los años que llevamos dando consejos para citas hemos visto muchos hombres que –a pesar de estar bien desarrollados intelectualmente, en carácter, en estudios y en otros intereses – mostraron habilidades sociales subdesarrolladas en sus citas. Muchas veces cuando una mujer tiene una primera cita con alguien así, se desilusiona y no desea una segunda cita.

Es cierto que si llegaran a conocerse podrían desarrollar una conexión, pero por desgracia, esas citas rara vez llevan a algún lado, ya que la mujer siente que no puede admirar ni respetar a un hombre que “parece un adolescente”.

Aquí hay seis sugerencias concretas para mejorar la situación.

(1) La Llamada Telefónica

La llamada telefónica inicial para concertar la cita es donde un hombre deja su primera impresión. Usualmente una mujer prefiere que la primera llamada sea de 5 ó 10 minutos, y que el hombre espere hasta que estén saliendo para enterarse de más cosas sobre ella. Tu objetivo principal aquí es concertar el día y el lugar.

Dale una idea general de lo que harán en la cita. ¿Museo o restaurante? ¿Estarán la mayor parte del tiempo caminando o sentados? Si estás pensando en un café o en un postre, infórmale a ella para que pueda cenar antes. Si la llevarás a cenar, se querrá vestir a la altura de las circunstancias. No hay nada peor que vestirse con un bello traje y con zapatos de taco alto, para luego enterarte que tu cita planeó una caminata y un picnic.

(2) Vístete para Triunfar

Antes de una cita, la mujer tratará de verse bien para el hombre – haciéndose un peinado, eligiendo linda ropa y maquillándose. Pero ella se sentirá tonta y avergonzada por haberse esforzado para un hombre que tiene agujeros en sus pantalones, los dobladillos descosidos, un impermeable muy sucio, o una remera y un chaleco que parecen de su abuelo.

Una mujer no necesita que su cita vista marcas de diseñador o telas caras. Simplemente quiere un hombre que se preocupe de su apariencia y que sepa cómo mantener, arreglar y elegir su guardarropa (ella advertirá que la cinta adhesiva no hace un buen trabajo sosteniendo el dobladillo de los pantalones en su lugar).

Algo que desalienta a las mujeres es la falta de aseo.

Otra cosa que desalienta a las mujeres es la falta de aseo. Después de un largo día de trabajo, un hombre tal vez necesite bañarse, ponerse desodorante y afeitarse antes de salir en una cita. La mayoría de las mujeres no se sienten atraídas por una barba de varios días y se desaniman con ese “aroma masculino”. Ellas se sienten atraídas por un hombre con un buen corte de pelo y cuya ropa está limpia y en buen estado.

Por supuesto, muchos hombres se verán beneficiados después del matrimonio con la ayuda de sus esposas para peinarse y vestirse, pero si cuando ella lo conoce lo primero que piensa es: “Oh no, un vagabundo”, no llegarán muy cerca de la jupá.

Una buena sugerencia es que el hombre le pregunte a una mujer de su edad cómo debe vestir. La mayoría de los hombres pueden encontrar una hermana, prima o la esposa de un amigo que tenga sentido de la moda y pedirle ayuda para elegir un atuendo apropiado para las citas, que esté bien combinado y que le quede bien. Invariablemente, cuando un hombre se mira en el espejo vistiendo ropa nueva se siente un poco mejor consigo mismo. Este sentimiento lo ayuda a estar más confiado en las citas y a ganar el corazón de la mujer.

(3) Estate Preparado

Llega a tiempo. Planea 20-30 minutos extra para imprevistos – el tráfico, una parada en el baño, una llamada de emergencia del trabajo, etc. Si estás llegando tarde, llama a tu cita apenas te des cuenta que no llegarás a tiempo, y no cinco minutos antes de la hora a la que deberías haber llegado (¡y tampoco media hora después de la hora pactada de encuentro!).

Planea adónde van a ir en la cita y cómo llegarán ahí. Ten un plan de emergencia por si sucede algo inesperado (por ejemplo si el restaurante se incendia la noche anterior). Si prefieres que tu cita elija, en lugar de preguntar “¿Adónde quieres ir?”, pídele que elija entre dos opciones. Estará impresionada por la premeditación que le das al encuentro.

También asegúrate de llevar tu billetera, tarjetas de crédito y dinero en efectivo. No es agradable hacerla esperar mientras te detienes en un cajero automático a sacar dinero para pagar los gastos de la noche. Y si la vas a buscar y planeas ir en taxi hasta el lugar de la cita, quedará impresionada si haces que el conductor del taxi espere afuera en lugar de pedirle a su compañera de cuarto o a sus padres que llamen un taxi por ti.

(4) Refrigerio

No importa cuál sea tu actividad planeada, ofrécele a tu cita algún tipo de refrigerio. Si se encuentran después del trabajo para tomar un refresco o un café y crees que continuarán charlando más allá de 2 horas, mejor conversen mientras cenan. Tal vez tú no te sientas hambriento después de un largo día de trabajo, pero ella probablemente sí lo esté y hacer que ella se quede allí hasta tarde sin cenar es una actitud desconsiderada.

Puede que la pizzería del barrio no sea el lugar correcto para una primera cita.

Elige un lugar apropiado. Quizás adoras la pizzería de tu barrio, pero si el lugar no es limpio y no tiene una decoración agradable, no es un buen lugar para una primera o segunda cita. No importa si es la chica número 50 con la que sales – la mujer con la que estás quiere sentir que es especial para ti y que te preocupas lo suficiente como para elegir un lugar atractivo y cómodo para pasar un tiempo juntos. Si has pensado bastante sobre el lugar y ella lo elogia, no aclares: “Sí, es agradable. Traigo a todas mis primeras citas aquí”.

Cuando llegue la cuenta, tómala inmediatamente y págala. Si la dejas ahí, tu cita se sentirá incómoda y empezará a preguntarse si esperas que cada uno pague lo suyo o que pague ella quizás. Si esperas demasiado y ella ofrece pagarla, di inmediatamente “no gracias, yo me encargo”. Si una cena está por sobre tu presupuesto, tomen un café. Pero sin duda eres tú quien debe pagar.

(5) El Lugar Correcto

Honestamente, creemos que una cena en un restaurante no es uno de los mejores lugares para una cita a ciegas. Las razones son tanto prácticas como económicas. Una cita a ciegas debería ser tratada como una oportunidad para aprender sobre la otra persona y para decidir si hay suficiente en común como para que se justifique una segunda cita. El estar concentrado en no hablar con la boca llena, derramar algo, o que se te quede atascada lechuga entre los dientes, no es la atmósfera más propicia para una conversación. También es injusto esperar que un hombre gaste una gran suma de dinero cuando una cita a ciegas puede que no conduzca a una segunda cita.

En cambio, considera ir a un lugar con una atmósfera visual o auditiva, como un jardín botánico, el bar de un hotel, una galería de arte, una rambla u otro lugar placentero para caminar, o incluso un recital al aire libre. Estas opciones presentan una oportunidad para hablar, un lindo escenario para ver e incluso un tema sobre lo que hablar en esos incómodos momentos de silencio. Además, estas actividades toman cerca de tres horas, lo cual es un buen marco de tiempo para una primera cita.

(6) Conversación

El objetivo de la primera cita no es abrumarla con tus hazañas comerciales o con tu análisis de los partidos de fútbol, ni entretenerla con tus aventuras extremadamente peligrosas. Una buena pauta para la conversación es intercambiar información básica sobre ti y tu cita – tus antecedentes, tu música favorita, dónde vivías antes, los lugares a los que viajaste, tus hobbies, amigos y parientes favoritos, estudios o carreras y amigos que tienen en común. Esto te dará una base para una discusión más profunda. Prevé esos temas y piensa con anterioridad cómo vas a responder.

Puedes practicar para mejorar tus habilidades conversacionales.

Cuando dos personas recién se están conociendo, su conversación no siempre fluye con facilidad. Sin embargo, si a menudo te sientes torpe o incómodo cuando hablas con tu cita, hay formas de desarrollar tus habilidades conversacionales. Muchas personas opinan que trabajar con un orientador las ayudó a tener más confianza en sí mismas y a sentirse más cómodas en sus citas. Otras le han pedido a amigos o parientes confiables que los ayuden a ensayar una cita de principio a fin. Después de dos o tres sesiones de práctica, se encontraron menos ansiosos y más capaces de llevar una conversación con un compañero de citas.

Incluso si no hablas mucho, sé un buen oyente. Puedes generar temas de conversación enfocándote en algo que tu cita mencione y haciendo preguntas que la animarán a describir sus sentimientos. ¿Le gustaría obtener una maestría en periodismo? “¿Por qué decidiste inscribirte en la escuela de periodismo?” “¿Qué se siente al ver impreso algo que has escrito?”. Trata de agregar tu toque personal. “Siempre he pensado que los periodistas deben ser objetivos. Últimamente, sin embargo, pareciera ser que todo lo que leo en los periódicos es parcial. ¿Por qué crees que ocurre esto?”.

Conclusión

Si aparentas ser un adolescente, o te sientes raro e inseguro de ti mismo, estos consejos no te harán un Don Juan. Pero sí te ayudarán a parecer más organizado, confiado y considerado con tu cita, lo cual debería alcanzar para que logres tu objetivo principal: entusiasmarla para que diga “¡Sí!” a una segunda cita.

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