Ser padres
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Sabiduría práctica para mejorar tu matrimonio.
Nadie es inmune de las tensiones que llevan a una pareja a separarse o divorciarse. ¿Qué hacen las parejas felices para mantener su relación fuerte?
Las parejas felices se sienten suficientemente seguras como para expresar sus sentimientos. En momentos de estrés no se cierran ni dejan al otro afuera. Tienen un dialogo abierto, discuten lo que sea que está ocurriendo y no tienen miedo de ser vulnerables y compartir con el otro pensamientos y miedos.
Sabes que estás en una relación sólida cuando la primera persona a la que quieres llamar con buenas noticias es tu pareja. Compartes la noticia de tu asenso laboral y él quiere celebrarlo contigo. No hay celos, no hay comentarios sarcásticos, sólo felicidad.
El judaísmo enseña que marido y mujer son una entidad. Sienten el dolor y la alegría del otro. Ya sea el éxito o la tristeza, enfrentan la vida juntos, al unísono. No es “mi dolor de cabeza” o “mi situación”. Estamos en esto juntos. Y cuando me pasa algo, maravilloso o difícil, tú eres con quien me pongo en contacto.
Cuando sales en citas, la curiosidad sobre el otro era interminable. Las parejas felices siguen se mantienen curiosas e interesadas. Ser inquisitivos mantiene viva la conexión. Expande tu conversación más allá de qué ver en Netflix. Hablen, compartan y no se vuelvan indiferentes o apáticos.
Es fácil asumir que tu pareja intencionalmente fue hiriente o egoísta. “Ella nunca se olvida de recoger sus propias cosas de la lavandería, sólo las mías”. “Es muy insensible. Sabe cuánto me molesta esperar en un restaurante y de todos modos llegó tarde”.
Suponer que la persona a quien más quieres en el mundo es deliberadamente descuidada, incluso rencorosa a propósito, daña la relación.
El judaísmo enseña: “No juzgues a otro hasta que hayas llegado a su lugar”. Ponte en sus zapatos. Siente lo que el otro está sintiendo. Esto te permite ganar entendimiento y limitar el conflicto. Quizás tuvo un día abrumador, tal vez el tráfico era terrible.
Dejar de lado tu actitud crítica mejora el ambiente y enriquece la relación.
En vez de acusar, comienza la conversación diciendo: “Sé que por lo general eres sensible a mis sentimientos, por eso me duele que dijeras/hicieras…” Una vez que abres la conversación sin ser crítico, puedes comunicar mejor tus pensamientos y descubrir una resolución para el futuro.
Las parejas felices tienen un sentido sano de autonomía, no como dos equipos separados, sino como porristas que alientan al mismo equipo. Se sienten suficientemente seguros para permitir que su pareja tenga pasatiempos que le permitan relajarse y sentirse realizado.
Interésate por las actividades de tu pareja. No significa que tienen que disfrutar de las mismas actividades, ni siquiera entender por qué lo hacen. A mí me gusta caminar varios kilómetros cada día, mi esposo disfruta el tenis y un partido de ajedrez. Cada uno encuentra felicidad a su propia manera y luego compartimos juntos buenos sentimientos.
Los pequeños momentos los mantienen conectados. La ternura los lleva a un lugar de afecto y amor. Esos sobrenombres que sólo ustedes usan, los chistes internos, palabras de cariño, abrazos sólo porque si, se quedan con ustedes a medida que pasan por las estaciones de la vida. Las parejas felices no pierden las oportunidades diarias que tienen para construir confianza y abrazarse.
Tu calidad de vida depende de la calidad de tus relaciones. Las parejas felices tienen consciencia de sus palabras, ritmo y lenguaje corporal. Saben que sin importar cuán molestos o enojados se sientan, hay límites que no se atreven a cruzar. Se tratan mutuamente con respeto y dignidad.
Mantener el tono respetuoso en la relación significa dejar de lado los golpes bajos, las groserías, las difamaciones y los errores del pasado. Un comentario despectivo o una obscenidad despreciativa pueden ser increíblemente destructivos. Una palabra dura o una mirada crítica pueden llevar a tu pareja a un lugar de dolor y sentimientos de inutilidad.
Las relaciones basadas en el respeto mutuo, la ternura y el interés genuino te protegen de vivir en un estado de soledad, a pesar de tener pareja. Distanciarte de ser demasiado crítico, crear un espacio seguro para comunicar lo que piensan y sienten, compartir la alegría de los hobbies y actividades y los altibajos personales, nutre el amor necesario para construir una conexión duradera.
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