7 cosas que puedes decirles a tus hijos para prevenir el estrés

15/05/2022

3 min de lectura

Cómo ayudar a que los niños puedan liberarse de las preocupaciones.

Hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a que los niños estén menos preocupados y tensos. El estrés a menudo es el resultado de sentir que sin importar lo que hagas, no tienes control sobre tu vida. Cualquier desafío parece demasiado grande. El estrés puede también provenir de sentir que el mundo es un lugar atemorizante y solitario; al sentirse intimidado por el fracaso y por el miedo a cometer errores.

Para prevenir el estrés en nuestros hijos tenemos que encontrar formas de ayudarlos a sentir que puede efectuar cambios en sus propias vidas, que la vida es buena, que los fracasos son trampolines hacia el éxito y que pueden manejar los desafíos que se les presenten.

Aquí hay 7 cosas que podemos decirles a nuestros hijos para ayudarlos en este sentido:

1. “Piensa y estoy seguro de que podrás manejarlo”.

A menudo les decimos a nuestros hijos: “¡Ten cuidado!” Nuestras constantes advertencias pintan al mundo como un lugar del cual se debe temer. También les transmitimos el mensaje de que no saben cómo conducirse de forma segura en el mundo.

Es mejor si podemos usar un lenguaje más positivo, por ejemplo: “¡Usa tu cabeza y diviértete!” Esto ayuda a los niños a abrazar la vida, a tener nuevas experiencias y a saber que creemos en su capacidad de moverse en el mundo exterior. Cuando los padres transmiten a sus hijos el mensaje de que son dignos de confianza y que saben que se conducirán apropiadamente, es más probable que sus hijos sean dignos de confianza y se conduzcan apropiadamente.

2. “¿Puedes contarme algo bueno que te pasó hoy?”

Los padres a menudo se lamentan de las constantes quejas y el mal humor general de sus hijos. Existe algo llamado “sesgo negativo”. Las personas están más conectadas con lo negativo en sus vidas que con lo positivo. Hay quienes sugieren que esto es un resabio de la época prehistórica, cuando era necesario estar extremadamente alerta para protegerse de los depredadores. Cualquiera sea la razón, a veces es necesario enseñarles a los niños de forma explícita cómo ser más positivos.

Pedirles a tus hijos a la hora de la cena o al irse a dormir que describan algo positivo que les ocurrió durante el día, puede ser útil para reforzar el optimismo. Una actitud positiva ayuda a prevenir las preocupaciones.

3. “Cuando estés listo y te sientas cómodo, puedes probar la bicicleta nueva, meterte al agua, saludar a tu maestra…”

A veces empujamos a los niños a hacer cosas antes de que estén listos y cómodos, agregando más estrés. Deja que tus hijos sepan que los apoyas mientras prueban cosas nuevas o conocen a personas nuevas. Eso les permitirá probar nuevas actividades e ideas con mayor facilidad. Acepta los tiempos de tu hijo; cree que eventualmente estará listo para enfrentar nuevas experiencias.

4. “Leer palabras nuevas puede ser difícil”. “Amarrarse los cordones requiere mucha destreza en los dedos”.

Cuando los niños están aprendiendo nuevas habilidades (y esto debe ocurrir a menudo, porque de eso se trata la infancia), puede ser frustrante o desalentador. Debemos reconocerlo y validar sus sentimientos. Hay que evitar usar frases que ignoran los miedos y las dudas del niño: “No hay nada que temer. El libro no te va a morder”. “Atarse los zapatos es fácil, te voy a enseñar”.

En cambio, valida sus sentimientos y dale el espacio de sentir y expresar sus preocupaciones y miedos.

5. “Los errores son una excelente forma de aprender nuevas maneras de hacer las cosas”.

El estrés en los niños a menudo se debe al miedo de cometer errores o fracasar. Para disminuir la ansiedad del niño, puede ser muy útil asegurarle que no se meterá en problemas por cometer errores y que esa es una parte importante de la vida.

A veces hacer esto es difícil para los adultos, pero tenemos que dejar que los niños cometan errores y aprendan de ellos. Tenemos que verlos luchar, resolver sus propios problemas y permitirles hacer lo máximo que puedan ellos solos. Esto los ayuda a enfrentar la vida sin miedo y construye la mentalidad de que son capaces de enfrentar cualquier cosa que les presente la vida.

6. “Cuando eras un bebé, no podías caminar. ¡Mírate ahora! Corres tan rápido que apenas puedo seguirte el ritmo”.

Recordarles a los niños sus logros pasados genera confianza. Queremos que los niños noten sus logros para que puedan ver cuán lejos han llegado sin enfocarse en los errores que hayan cometido en el camino.

7. “Esta pregunta es muy difícil de responder y ni siquiera sé si hay una respuesta correcta. ¿Tú qué piensas?”

Los niños ansiosos a menudo temen tomar riesgos. Sienten que todo debe ser perfecto. Esto puede ocurrir especialmente en el aula, cuando les hacen preguntas o les piden compartir sus opiniones. Podemos construir el nivel de confort de riesgo para que puedan aprender a tener una visión más sana del fracaso.

Al igual que en la frase anterior, podemos alentarlo a tomar riesgos introduciendo cualquiera de nuestras preguntas o incluso la discusión, con invitaciones a estar equivocados. Esto ayuda a los niños a sentirse más confiados al comunicar sus opiniones y arriesgarse a estar equivocados sin sentir vergüenza. Enseñarles a los niños a tener el valor de dar una respuesta que pueda no ser correcta puede ayudar a quienes sufren de ansiedad escolar.

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