7 expresiones judías que puedes empezar a usar hoy mismo

06/05/2025

5 min de lectura

Estas frases en hebreo transmiten principios judíos relevantes en todas las épocas.

La manera en que hablamos dice mucho sobre nuestros valores y nuestra forma de ver el mundo. Estas siete expresiones judías transmiten principios del judaísmo e introducen sutilmente pensamientos y matices judíos en nuestro discurso. Considera incorporar algunas de ellas en tus conversaciones.

Baruj Hashem – Bendito sea Dios

Baruj Hashem es una de las expresiones judías más comunes, y nos recuerda que todo en nuestra vida, tanto lo bueno como lo que parece malo, proviene de lo Divino.

La primera persona en la historia que dijo Baruj Hashem fue Nóaj (Noé). Después del Diluvio, él dijo: "Bendito sea el Señor, Dios de Shem". La segunda persona que lo dijo fue Eliézer. Él viajó a la Mesopotamia en busca de una esposa para Itzjak. Cuando encontró a Rivká, dijo: "Baruj Hashem Elokei Adoni Abraham" – "Bendito sea el Señor, Dios de mi amo Abraham". La tercera persona que dijo Baruj Hashem en la Torá fue Itró, el suegro de Moshé. Cuando se reencontraron tras el éxodo de Egipto, Itró declaró: "Baruj Hashem que los ha salvado de la mano de Egipto".

Los tres eran no judíos que reconocieron el bien que Dios había hecho. El rey Salomón nos aconsejó reconocer siempre a Dios en nuestras vidas: "En todos tus caminos, conócelo" (Proverbios 3:6). La expresión Baruj Hashem, que los judíos usan para agradecer a Dios por su salud o incluso por encontrar su marca favorita de cereales en el supermercado, nos ayuda a recordar que en última instancia, todo proviene de lo Divino.

Gam Zu LeTová – También esto es para bien

Esta frase fue acuñada por Rabí Najum, un rabino que vivió en el norte de Israel en el siglo I EC, y es mencionado en el Talmud como maestro de Rabí Akiva. Rabí Najum estaba decidido a ver la mano de Dios en todo lo que le sucedía; incluso los obstáculos aparentemente malos o desafiantes podían servir para el crecimiento espiritual. Decía Gam zu letová, "esto también es para bien", con tanta frecuencia que lo conocían como Najum Ish Gamzu.

En una ocasión, Rabí Najum fue enviado a Roma con una valiosa ofrenda de oro y diamantes para el emperador, con la esperanza de persuadirlo para que mejorara el trato hacia los judíos en la Tierra Santa. En el camino, Rabí Najum se hospedó en una posada donde el dueño, sin que él lo supiera, robó su tesoro y llenó la caja con tierra y piedras. A la mañana siguiente, Rabí Najum siguió su viaje. Al llegar a Roma presentó su cofre al emperador, quien al abrirlo y verlo lleno de tierra se indignó y lo envió a prisión. Reconociendo que todo lo que Dios nos envía tiene un propósito superior, Rabí Najum dijo Gam zu letovátambién esto es para bien.

Durante su juicio, el profeta Eliahu apareció disfrazado de consejero del emperador. Eliahu le dijo al emperador que si Najum había traído ese regalo de los judíos de la Tierra Santa, tal vez tenía poderes especiales, aunque pareciera ser sólo tierra y piedras. Decían que el patriarca judío, Abraham, había vencido a su enemigo, el rey Kedorlaomer, arrojándole arena y piedras (Génesis 14) ¿Quizás la tierra y las piedras en el cofre de Rabí Najum tenía poderes mágicos similares?

El César decidió probarla y ordenó que sus soldados arrojaran la tierra a sus enemigos en la batalla. Al hacerlo, sus soldados lograron conquistar una provincia que nunca antes habían podido capturar. El emperador liberó a Rabí Najum y concedió mejores condiciones a los judíos. Aunque el regalo de Rabí Najum no era el que él había planeado, comprendió que, en verdad, había sido para bien (Talmud Taanit 21a).

BeEzrat Hashem – Con la ayuda de Dios

BeEzrat Hashem es una expresión judía común que nos recuerda la presencia de Dios en el mundo. Se dice a menudo al ejercer nuestro libre albedrío, dirigiendo nuestras habilidades y talentos a metas específicas, recordándonos que aunque el esfuerzo está en nuestras manos, el resultado final depende de Dios.

Baruj Daián HaEmet – Bendito es el Juez Verdadero

Baruj Daián HaEmet es la respuesta tradicional judía al enterarse del fallecimiento de alguien. Proviene de la bendición que los deudos recitan en el funeral de un ser amado: "Bendito eres Tú, Señor, nuestro Dios, Rey del universo, el Juez Verdadero".

En momentos trágicos, esta expresión nos recuerda que, aunque nuestra comprensión del mundo es limitada, confiamos en un plan Divino más grande. Los Sabios del Talmud enseñaron que tal como un judío alaba a Dios por los eventos que parecen ser buenos y afortunados, también debe reconocer la presencia amorosa de Dios incluso en los momentos difíciles (Berajot 60b). Como "Juez Verdadero", sólo Dios puede comprender plenamente la trayectoria de nuestra vida y el verdadero significado de las tragedias que enfrentamos.

BeHatzlajá – ¡Que tengas éxito!

En hebreo, BeHatzlajá es una forma común de desear éxito. ¿Tu amigo va a una entrevista de trabajo? ¡Dile BeHatzlajá! ¿Tu hijo tiene un examen difícil? ¡BeHatzlajá!

Esta expresión refleja valores judíos fundamentales. La Torá advierte: "No creerás en tiempos de suerte" (Levítico 19:26). En lugar de depender del azar, el judaísmo enseña que cada persona tiene un propósito único y las herramientas y circunstancias necesarias para cumplirlo. En vez de desearle "suerte" en sus emprendimientos, le deseamos que tenga éxito en su misión.

Iasher Kóaj

Esta expresión se usa para felicitar a alguien por un trabajo bien hecho. ¿Terminaste un proyecto? ¡Iasher Kóaj! ¿Conseguiste un ascenso? ¡Iasher Kóaj! La frase viene de la expresión Ishar Kóaj, que significa "que tu fuerza (kóaj) se enderece (ishar)". Una traducción libre sería: "¡Más poder para ti!"

La frase viene de un comentario curioso del sabio Resh Lakish en el Talmud (Shabat 87a), al comentar uno d ellos momentos más dramáticos de la Torá.

Cuando Moshé ascendió por primera vez al Monte Sinaí para recibir la Torá, muchos de los judíos que lo esperaban al pie de la montaña comenzaron a dudar de que regresara. Pensando que Moshé los había abandonado, construyeron un ídolo en forma de becerro de oro para adorarlo en su lugar. Cuando Moshé descendió de la montaña sosteniendo las pesadas piedras que contenían el texto de la Torá, apenas pudo creer lo que vieron sus ojos (Éxodo 32:19).

Al ver a los judíos adorando al becerro de oro, Moshé perdió la fuerza en sus brazos y dejó caer las pesadas tablas de piedra que contenían los Diez Mandamientos. Moshé arrojó las tablas, haciéndolas añicos. (Posteriormente volvió a ascender a la montaña y trajo unas segundas tablas al pueblo judío). Resh Lakish señala que Dios mismo aprobó la acción de Moshé, diciendo: "Ishar kojeja sheshibarta – ¡toda la fuerza para ti por haberlas roto!".

Bli Neder – Sin prometer

Esta expresión se usa antes de hacer una promesa o compromiso: "Bli neder iré a tu fiesta la próxima semana" o "Bli neder, donaré a esa causa".

Significa que prometes algo sin (bli) hacerlo un voto formal (neder). En el judaísmo, asumir un compromiso para hacer algo es muy serio. La Torá explica: "Esto es lo que Dios ha ordenado: si un hombre hace un voto (neder) a Dios... no profanará su palabra; cumplirá todo lo que haya dicho" (Números 30:3). En el pensamiento judío, prometer hacer algo te obliga a cumplirlo.

Por eso los judíos dicen bli neder. No porque no quieran cumplir su palabra, sino reconociendo que a menudo ocurren cosas que están fuera de tu control y puede ocurrir que finalmente no puedas hacer exactamente lo que dijiste. Decir bli neder asegura que tu compromiso técnicamente no sea una promesa, y refuerza la idea judía de que lo que decimos es importante y que debemos ser cuidadosos en cumplir lo que decimos.

Por lo tanto, la próxima vez que le digas a tu hijo que lo llevarás al zoológico, recuerda decir bli neder. 

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