7 pasos de Pésaj hacia la libertad personal

07/04/2025

3 min de lectura

Cómo liberarte de tu subyugación interior.

Pésaj conmemora el dramático éxodo de los judíos de Egipto después de estar allí 210 años. La centralidad de esta experiencia en la vida judía no puede ser sobrestimada. Hay un mandamiento de relatar y recordar el Éxodo todos los días del año, por la mañana y por la noche. En el kidush de la noche del viernes, declaramos "zejer leietziat Mitzraim" – en conmemoración del Éxodo de Egipto. El Séder anual de Pésaj es el ritual judío más querido y celebrado. Durante más de 3.000 años, ha sido el principal vehículo para la transmisión de nuestra historia, nuestros valores y nuestra herencia a nuestros hijos. Como experiencia pedagógica multimedia, no ha sido superado.

De hecho, incluso los judíos con mínimo compromiso y conocimiento están familiarizados con las líneas básicas de la historia del Éxodo. Sin embargo, hay un aspecto del recuerdo del Éxodo que a menudo se pasa por alto. La esclavitud toma muchas formas. Existe la obvia: la esclavitud de la persecución y opresión física, pero también hay formas más sutiles. Uno puede estar externamente libre y, sin embargo, estar esclavizado por un mal interno: poder, envidia, intolerancia, odio, crueldad, egoísmo, desesperación y apatía son cadenas que pueden sujetar, paralizar o incapacitar el espíritu humano. Especialmente cuando los judíos gozan de libertad política, las formas internas de subyugación son las que a menudo representan la mayor amenaza.

Un gran maestro jasídico explicó que los rituales del Séder no sólo sirven para conmemorar nuestra libertad del Egipto bíblico, en hebreo Mitzraim, que proviene de la palabra que significa constricción, sino también como un medio para lograr la redención del Mitzraim (constricción) personal interior de cada uno.

A continuación, veremos de forma breve siete aspectos seleccionados del Séder de Pésaj y su conexión con la obtención de la libertad personal:

1. Formular preguntas

El Talmud deja claro que la narración de la Hagadá debe ir precedida por preguntas. (Esto es, por supuesto, el Má Nishtaná). Incluso si uno celebra Pésaj solo, estas preguntas deben articularse. Por lo tanto, el primer paso es lograr la libertad espiritual: estar dispuesto a formular preguntas honestas. No cierres la puerta. Sé un buscador de sabiduría.

2. Crecer a partir de la adversidad

La narración de la Hagadá debe comenzar con el relato de la esclavitud y la adversidad, no con la redención. Esto nos recuerda que incluso en la adversidad, el fracaso o la decepción, ahí están las semillas de la esperanza y la regeneración; que a menudo nuestro mayor crecimiento proviene no de nuestros éxitos, sino de nuestros fracasos y errores, si somos lo suficientemente valientes y perceptivos como para aprender de ellos.

3. Hierbas amargas

Comer hierbas amargas resalta la necesidad de reconocer y enfrentar honestamente esos aspectos destructivos del comportamiento que son amargos y esclavizantes. No puedes liberarte de tu esclavitud interna hasta que reconozcas que existe.

4. Cuatro copas de vino/reclinarse

Esto nos llama a reconocer que, a pesar de las hierbas amargas (esclavizantes), tenemos la capacidad innata y la grandeza espiritual, con la ayuda de Dios, de liberarnos. La conciencia de nuestros defectos debe ir acompañada de una conciencia igualmente profunda de nuestro potencial para mejorar, la bondad y la nobleza de carácter.

5. Matzá

Toda harina mezclada con agua se convertirá en jametz si se deja sin atender durante 18 minutos. Si se hornea antes de ese tiempo, lo que habría sido jametz se convierte en matzá. Esto nos enseña la necesidad de actuar con decisión. Con demasiada frecuencia, nos sentimos momentáneamente inspirados para hacer cambios positivos en nuestras vidas, pero al no concretar esa resolución en acción, permitimos que la inspiración se disipe.

6. Sacrificio de Pésaj (Cordero pascual)

De todos los sacrificios, este era el único que sólo se podía ofrecer en colaboración con otras personas. Un individuo que estuviera solo no podía llevar la ofrenda de Pésaj. En todos nuestros intentos de alcanzar lo Divino, debemos vincularnos al pueblo judío con amor y preocupación.

7. Comunicación intergeneracional

En última instancia, el judaísmo sobrevive no a través de las escuelas o las sinagogas, sino a través de las familias —de padres a hijos, de hijos a padres— la fórmula establecida e indispensable para el crecimiento que se transmite de generación en generación.

Sé un buscador honesto, reconoce el potencial redentor incluso en la adversidad, enfrenta con valentía y honestidad tus fallas, cree en tu potencial para la grandeza espiritual, actúa con decisión, inculca en ti mismo un sentido de amor y compasión por el pueblo judío, fomenta los lazos de comunicación intergeneracional con tus padres, tus hijos o ambos.

Estos siete pasos pueden no cambiar el mundo, pero ciertamente le permitirán a cada uno lograr una verdadera libertad personal, lo que está en el núcleo de la experiencia del Éxodo.

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