Amigo de un Asesino

3 min de lectura

¿Dejaríamos todo de lado para apoyar a nuestro amigo?

Tu mejor amigo te llama a altas horas de la madrugada:

 "Por favor escúchame. Estoy en Las Vegas y me metí en una pelea. Perdí el control y maté a alguien. Necesito que vengas de inmediato…"

 ¿Dejaríamos todo de lado para tomar un vuelo a las vegas y apoyar a nuestro amigo?

 ¿Actuaríamos distinto si, en vez de un asesinato, nuestro amigo confiesa que cometió una violación? ¿Una estafa? ¿Hasta dónde llega nuestra entrega hacia un amigo?

 Todo esto depende de la finalidad que persiga nuestra amistad. Si lo que buscamos es alguien con quien jugar una partida de tenis, quizás este sea el momento de buscar otro amigo. Pero, ¿qué tal si la persona afectada es en realidad un amigo querido y cercano?

 En hebreo, “amigo” se dice “jaber”. Jaber proviene de la palabra “jibur”, que significa vinculado o unido. Lo que crea una amistad duradera es el lazo inseparable entre dos personas. ¿Acaso somos amigos tan sólo cuando nuestros compañeros toman decisiones sabias y correctas? Si somos amigos de verdad, nuestro amor será incondicional y siempre estaremos dispuestos a ayudarles.

 Sin este grado de “vinculación”, una amistad nunca podrá ser totalmente confiable. Existirá una línea que limitará la lealtad y debilitará sus bases.

 Claro está, no podemos condonar el hecho de que un amigo haya matado a alguien. Está pésimo y punto. ¿Pero cuáles son nuestras responsabilidades hacia nuestro amigo? ¿Acaso lo abandonaremos cuando más nos necesita? Debemos estar a su lado para brindarle apoyo, para ayudarlo a encauzar su vida nuevamente, para indicarle dónde cometió su error.

 Es obvio que no debemos hacernos deliberadamente amigos de un asesino. Debemos tener cautela sobre quiénes elegimos como amigos. Tampoco debemos seguir brindando apoyo a un psicópata que nos engañó durante varios años. Los asesinos en serie que ocultan sus fechorías no merecen nuestra lealtad.

 Aquí estamos analizando nuestro nivel de compromiso hacia amigos cercanos que adolecen de defectos serios y cometen errores graves. El nivel de lealtad entre amigos determinará si esta relación será ocasional o un vínculo entre hermanos carnales.

 Los verdaderos amigos son difíciles de encontrar; serlo es incluso más difícil. El tener buenos amigos parte por ser uno mismo un buen amigo. “Así como el agua refleja rostro con rostro, también lo hace el corazón del hombre con su prójimo” (Proverbios 27:19).

 Cuando amamos a los demás incondicionalmente y les damos la calidad de amistad que anhelan de verdad, enriquecemos nuestra propia vida con compañeros leales que siempre nos apoyan.

 En resumen

 La base de la amistad es la lealtad y el amor incondicional. “Jaber”, amigo, viene de la palabra hebrea “jibur”, vinculación, porque un amigo permanece unido a nosotros en las buenas y en las malas.

 Para tener amigos dedicados, nosotros mismos debemos ser buenos amigos.

 Fuentes de referencia

 1. Un hombre sabio una vez le preguntó a su hijo: "¿Cuántos amigos tienes?". "Cien", le contestó. Dijo su padre: "Hijo, los Sabios enseñan que no puedes considerar a nadie como tu amigo sino hasta que hayas sometido su lealtad a prueba. Aunque tengo más años que tú, tan sólo he podido conseguir medio amigo. ¿Cómo puede ser que tú ya hayas conseguido cien? Anda y prueba su lealtad, y verás cuántos amigos tienes realmente".

 Transcurrió el tiempo, el hijo regresó y dijo a su padre: "Tenías toda la razón. De todos mis amigos, no pude encontrar uno sólo que me apoyara en momentos difíciles".

 Midrash citado en Meam Loez sobre la Ética de los Padres.

 2. Un amor que depende de algo se disipa cuando ese algo desaparece.

Un amor incondicional nunca se extinguirá.

 Ética de los Padres, 5:7

 3. Una persona sin amigos es como una mano izquierda sin su diestra… Un hombre sabio escribió: Cuando sé que un amigo ha muerto, es como si perdiera una de mis extremidades. Un verdadero amigo te ama como a sí mismo… Un verdadero amigo está dispuesto a salir perjudicado en tu beneficio… La amistad debe perdurar con toda su fuerza y nunca debilitarse por motivo alguno. Él te debe amar en tu pobreza más que en tu prosperidad; en tiempos difíciles más que en tiempos de bonanza.

 Meiri sobre Proverbios 17:17

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