Hilo rojo: Significado en la cábala y el judaísmo

02/04/2024

5 min de lectura

Utiliza un hilo rojo si quieres, pero no como un talismán mágico.

Los hilos rojos "cabalísticos" se convirtieron en su momento en la última moda de Hollywood como amuleto en contra del mal de ojo, ¡vendiéndose por hasta 26 dólares cada uno! ¿Cuál es el significado del hilo rojo y cuál es el orígen de esta moda?

Menciones en la Torá del hilo rojo

En primer lugar, no hay absolutamente ninguna fuente cabalística que sugiera que el uso de un hilo rojo en la muñeca aleje el "mal de ojo". Mientras que algunos judíos devotos adoptaron esa práctica, no se menciona en ninguna obra cabalística.

En la Torá hay varias menciones de hilos rojos, aunque no tienen nada que ver con repeler el mal de ojo:

Cuando la figura bíblica Tamar estaba dando a luz gemelos, lo primero que vieron fue la mano de uno de los gemelos. Para Tamar era muy importante saber cuál de sus hijos salió primero de su vientre, por lo que su partera ató un hilo rojo alrededor de la muñeca de ese bebé (Genesis 38:27-30).

En la antigüedad, en Iom Kipur, el Sumo Sacerdote llevaba dos cabras. Una era sacrificada en el Templo en Jerusalem. La otra tenía una cinta roja atada alrededor de uno de sus cuernos y la enviaban al desierto al sur de Jerusalem. Más tarde, cuando se encontraba la cabra, si la cinta roja se había vuelto blanca, esa era una señal de que los rezos del pueblo judío habían tenido éxito y sus pecados habían sido perdonados.

Una cinta roja aparece nuevamente en la historia de la conquista judía de Jericó. Después de que una prostituta de Jericó llamada Rajab ayudara a dos espías judíos, ellos le prometieron que ella y su familia se mantendrían a salvo durante la conquista judía de la ciudad. Para que los luchadores judíos supieran cuál era su casa, los espías le dijeron a Rajab que pusiera una cuerda roja en su ventana (Iehoshúa 2:18).

Fuentes para hilo rojo como amuleto contra el mal de ojo

Rav Aarón Lopiansky explica que a pesar de que en el Talmud una breve mención sobre la práctica de anudar un atado de hierbas o gemas y usarlas para alejar el mal de ojo, no se menciona ningún color en particular ni tampoco que se trate de un hilo. Además, el comentario es hecho al pasar cuando el tema en cuestión son las leyes de Shabat.

Uno de los grandes eruditos de los últimos tiempos, el Rav de Debreczyner, menciona la práctica como algo que observó en la casa de su padre, pero que después de una extensa búsqueda no consiguió encontrarle una fuente escrita.

La buena noticia es que hay una fuente clara y temprana que menciona el atado de un hilo rojo para alejar el "mal de ojo", y es la Tosefta, una obra talmúdica temprana (Shabat, cap. 7-8). La mala noticia es que esa fuente expresa claramente que atarse un hilo rojo está absolutamente prohibido, considerándoselo darkei emorí, una práctica inútil y supersticiosa cercana a la idolatría.

Si bien la literatura halájica posterior indica que no necesariamente se legisle de acuerdo con esta Tosefta, esto no necesariamente convierte a la práctica en algo recomendable, sino tolerable.

La tumba de Rajel

La práctica de usar un hilo rojo creció a fines del siglo XIX cuando renovaron la tumba de la matriarca Rajel y el lugar se convirtió en un sitio popular de peregrinaje.

Rajel es una de las figuras más hermosas en la Torá. Ella nació en una casa inmoral e idólatra, pero se convirtió en una jovencita modesta y temerosa de Dios.

Rajel se casó con su primo Iaakov y fue ejemplo de devoción, modestia, bondad y fe. Rajel falleció al dar a luz mientras su familia viajaba a Jerusalem y fue enterrada al sur de la ciudad, cerca de lo que hoy es Belén.

El profeta Jeremías describió a Rajel llorando y rezando por su pueblo, porque la nación de Israel había sido exiliada de su tierra y pasó caminando por donde está el lugar de descanso eterno de Rajel. “Así dijo Dios: se escucha una voz lamentándose, llorando amargamente, Rajel llora por sus hijos; ella se rehúsa a ser consolada por sus hijos, porque fueron expulsados” de su hogar (Jeremías 31:14). La tradición judía enseña que debido a las suplicas de Rajel, un día Dios cederá y pondrá fin a nuestro exilio.

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Durante generaciones, los judíos fueron a rezar a la tumba de Rajel. A finales del siglo XIX los filántropos judíos británicos Sir Moses y Lady Judith Montefiore renovaron la tumba de Rajel y construyeron una hermosa sinagoga junto a ella. En la época, la población judía de la Tierra de Israel estaba creciendo y la tumba de Rajel se convirtió en un destino popular para ir a rezar. Por esa época, la gente comenzó a realizar un peculiar rito con el hijo rojo en la tumba. Abraham Shmuel Hershberg visitó la tumba alrededor del año 1900 y describió que estaba extremadamente llena de gente, tanto hombres como mujeres. “Y hay quienes miden hilos en la tumba. Estos hilos luego son utilizados para curar a los enfermos” (cita de Rachel’s Tomb: The Development of a Cult, por Susan Starr Sered, Jewish Studies Quarterly, volumen 2, número 2 [1995], paginas 103-148).

Se convirtió en una práctica popular enrollar un carrete de hilo o cinta roja alrededor de la tumba de Rajel (algunos insisten que debe hacerse siete veces). Pensaban que después el hilo tenía propiedades mágicas. Si es que existe algo así como un hilo rojo judío “autentico”, entonces este es el que pasó por este ritual en la tumba de Rajel (Vaya uno a saber cuántos de los hilos “mágicos” que se venden en Israel y en el mundo realmente estuvieron en la tumba de Rajel).

El verdadero significado del hilo rojo

Uno de los ítems requeridos para construir el Mishkán, el Tabernáculo portátil que acompañó al pueblo judío en el desierto, era hilo rojo (Éxodo 26:1). La tintura roja venía de un tipo de gusano, enseñando que hasta el humilde gusano tenía un rol en la residencia de Dios. Ese es el significado del hilo rojo: recordarnos obtener inspiración de Dios y mantener nuestros egos en jaque.

Desafortunadamente, como con tantas otras cosas, el significado del hilo rojo ha sido corrompido. En lugar de ser un recordatorio para poner los pies en la tierra cuando estamos centrados en nosotros mismos, se ha convertido en un amuleto, un escudo protector que supuestamente puede protegernos de enfermarnos, de robos, accidentes, o puede conseguirnos un trabajo, una esposa, un bebé.

Entonces todo lo que necesitas es tomar mucho hilo rojo, darlo vuelta alrededor de la tumba de Rajel unas cuantas veces, recitar algunas bendiciones, y voila: ¡un talismán mágico! Sin embargo, esto es una descarada violación a la Torá, y está a miles de kilómetros de su objetivo original.

Cree en Dios, no en un hilo

La investigadora israelí Dra. Elly Teman afirma que usar un hilo rojo se ha vuelto más popular en las últimas décadas, tanto en Israel como en la comunidades judías del mundo (ver The Red String: A Cultural History of a Jewish Folk Symbol por Elly Teman. Jewish Cultural Studies, Bronner, SJ, ed. [2008], paginas 28-57).

Sin embargo, la Torá deja claro que los judíos deben alejarse de la magia y la superstición (ver Deuteronomio 18:9). Si quieres ponerte un hilo rojo alrededor de tu muñeca porque piensas que se ve bien, adelante. Sólo no esperes que tenga más poder o significado que cualquier otra joya que uses.

Si realmente quieres evitar el mal de ojo, hace casi 3.000 años el profeta Mijá dio una formula infalible para lograrlo: “¿Qué te pide Dios sino hacer justicia, amar la bondad y caminar humildemente con tu Dios?” (Mijá 6:8).

Vive con simpleza y en vez de enfocarte en lo que tienes concéntrate en lo que puedes hacer por otros. Eso es mucho más poderoso que ponerte un hilo rojo.

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Verónica
Verónica
9 meses hace

Excelente artículo

Rodolfo
Rodolfo
9 meses hace

Exelente material

Graciela
Graciela
9 meses hace
Responder a  Rodolfo

Excelente me encanto

german
german
9 meses hace
Responder a  Rodolfo

Excelente explicacion

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