No Causes Dolor, Da Placer – 2da Parte

8 min de lectura

Diez formas seguras de dar placer a tu pareja

Extracto del libro Marriage, de Rab Zelig Pliskin, Mesorah Publications.

1. Expresa que tu pareja es importante

Los seres humanos tienen una necesidad emocional muy grande de sentirse importantes. Verdaderamente somos importantes porque fuimos creados en la imagen de nuestro Creador. Alguien que manifiesta respeto y honor por todos es considerado una persona honorable porque él o ella reconoce esta realidad. Cuando las personas son tratadas con respeto, se sienten mejor sobre sí mismas. Este entendimiento es especialmente crucial para un esposo y una esposa.

Preguntar a tu marido o a tu mujer, “¿Cómo te sientes en relación a esto?”, indica que sus sentimientos son importantes para ti.

Decir, “No voy a hacer esto si te molesta”, en un tono de voz que afirma sinceridad, le comunica a tu pareja que él o ella es importante para ti.

Hacer algo que preferirías no hacer por el hecho de que tu pareja lo apreciará, transmite el mensaje que él o ella es importante.

No tomar una decisión hasta discutirla con tu pareja es una forma de demostrar respeto. Sin embargo, el tipo de decisiones que requieren una aprobación conjunta depende del tipo particular de relación.

2. Sonrisas

Cuando sonríes sinceramente a tu esposo/a, transmites energía positiva y das un mensaje valioso. Hay un dicho, “Una sonrisa es una pequeña curva que endereza las cosas”. Domina el arte de una sonrisa genuina. Para que una sonrisa sea genuina, debe provenir del corazón. Una sonrisa es realmente lo que se siente interiormente y tu cara es sólo la expresión externa de esa sonrisa interna. Ser el receptor de una sonrisa artificial o de una sonrisa verdadera son experiencias totalmente diferentes.

3. El matrimonio te da ilimitadas oportunidades de realizar actos de bondad

Ambos, el marido y la mujer, tienen muchas oportunidades de hacer o decir algo tierno. Cada saludo amistoso, todo lo que entregas, cada pedazo de información que compartes, es jesed. Cada esfuerzo que haces, cada sonrisa, es jesed. Algunos entienden esto del versículo (Proverbios 18:22): “Aquel que encontró una mujer, encontró algo bueno”. Lo bueno, es la multitud de actos de bondad que un marido puede hacer por su esposa. Y lo mismo aplica para los innumerables actos de bondad que puede hacer una esposa por su marido.

“Grande es el jesed, pues la Torá empieza con jesed y termina con jesed”. (Sotah 14a). En el comienzo de la Torá (Bereshit 3:21) leemos que el Creador le dio a la primera pareja vestimenta; al final de la Torá leemos que Dios enterró a Moshé.

Cuando quieres saber sobre un libro, lee el principio y el final. Todo en el medio trata del mismo tema. La esencia de la Torá es la bondad de Dios. Una vida llena de jesed es una vida en la cual se emula al Creador. Un matrimonio lleno de jesed será una relación alegre. Mientras más alegría experimentas por cada oportunidad de hacer jesed con una palabra o un hecho, más alegría vas a vivir tú mismo y vas a crear para tu pareja.

Cuando te enfocas en el hecho de que estás cumpliendo un mandamiento de la Torá al hacer actos de bondad, lo que podría resultar mundano e incluso frustrante se convierte en un acto elevado. Cada acción que realizas para tu esposo/a es una mejora espiritual ya que aumentas tu conciencia de que cada acción tiene un valor eterno.

4. Dos preguntas para seguir preguntando

Hay dos preguntas importantes que aumentarán enormemente el nivel de jesed en tu matrimonio.

  • La pregunta que debes seguir preguntándole a tu pareja es: “¿Qué puedo hacer por ti?”.
  • La pregunta que debes seguir preguntándote a ti mismo es: “¿Qué puedo decir o hacer para darle placer a mi pareja?”.

5. Expresa tu reconocimiento y gratitud

Cuando sabemos que nuestros esfuerzos son reconocidos y escuchamos expresiones de gratitud, esos esfuerzos valen la pena. Incluso alguien que no busca el honor y la gloria quiere saber que sus actos han marcado una diferencia. Es tan fácil para un esposo y una esposa sentir que el otro da por hecho su difícil trabajo. Esto genera estrés y resentimiento. La cantidad de esfuerzo que se requiere para expresar gratitud es insignificante y el beneficio es enorme.

Algunas personas expresan gratitud por razones egoístas. Ellos saben que si quieren motivar a alguien para que siga trabajando, será mejor que le expresen a esa persona gratitud. Pero lo ideal es expresar gratitud porque estás verdaderamente agradecido y sabes que eso hará feliz a tu pareja. Cada expresión de gratitud que será apreciada por tu pareja es el cumplimiento del mandamiento de la Torá de amar a tu prójimo como a ti mismo. Siente la alegría de la mitzvá y eso aumentará la energía positiva en tu tono de voz. Y recuerda que el reconocimiento es para el ser humano como un rayo de sol para una planta.

6. Sé generoso con la alabanza sincera

La gente puede dar todo tipo de argumentos para no alabar a otros. Y la verdad es que algunas veces los elogios pueden ser contraproducentes, pero en la vasta mayoría de las instancias cuando sinceramente alabas a alguien, estás haciéndole a esa persona un gran favor. Escuché muchas veces del rabino Jaim Shmuelevitz, Rosh Ieshivá de Mir, en nombre del rabino Israel Salanter, que alabar a otros es un acto espiritual, lo opuesto a la adulación que es un cumplido que alguien da con el fin de recibir algo a cambio.

La alabanza sincera expresa el reconocimiento de las cualidades destacables o, de una acción positiva de una persona. Esa es la forma de fortalecer a alguien. Crecer sin elogios compromete el bienestar emocional de un niño. A un matrimonio sin alabanzas le va a faltar una fuente vital de energía positiva. Muchas personas están listas para encontrar las fallas. Debería ser mucho más fácil reconocer lo bueno en los otros y deberíamos ser cien veces más cuidadosos antes de culpar y reclamar.

Una regla general que se debe mantener en mente: Sólo alaba si es apreciado. Una alabanza que se percibe como hipócrita, exagerada o condescendiente, no será apreciada. Observa la reacción no verbal de tu esposo/a para saber si hay una respuesta positiva. Algunas personas tienden a disminuir la alabanza, a pesar de que realmente disfrutan escucharla. Puede ser que pongan una ligera resistencia a los elogios por recato pero la mirada en su rostro indica que les encanta.

Mantener palabras de elogio en la punta de tu lengua va a hacer que te sea más fácil expresarlas espontáneamente. Si las palabras no te vienen de forma fácil, planéalas cuidadosamente con tiempo.

Incluso más importante es la habilidad para comunicar afirmaciones que expresan un refuerzo positivo. Óptimamente, estas afirmaciones deben venir desde lo más profundo del corazón, pero algunos ejemplos te pueden ayudar a encontrar el camino correcto:

  • Admiro lo que hiciste.
  • Estoy conmovido por lo que dijiste.
  • Aprecio que siempre puedo contar contigo.
  • Me beneficié enormemente de lo que me contaste.
  • Me siento seguro/a en tu presencia.
  • Me siento seguro/a cuando estás al mando de las cosas.
  • Me tranquilizas.
  • Me impresionó la forma como hablaste.
  • Ese fue un comentario profundo.
  • Eso fue valiente.
  • Esto fue muy considerado de tu parte.
  • Esa es una de las cosas más lindas que alguien me ha dicho.
  • Cuentas con mi admiración y mi respeto.
  • Tu preocupación significa mucho para mí.

7. Escuchar en un poderoso acto de respeto, bondad y validación

Escuchar puede parecer pasivo porque simplemente te paras o te sientas y dejas que las palabras entren en tus oídos. Pero escuchar puede ser uno de los actos más grandes de bondad que puedes hacer por alguien. Mientras una persona te habla y tú escuchas cuidadosamente lo que está diciendo, esa persona sabe que alguien se preocupa y considera que lo que se está diciendo es importante. Escuchar es un acto poderoso de respeto, bondad y validación.

Alguien una vez dijo que la diferencia entre un monólogo y un diálogo es que en un monólogo una persona se habla a sí misma mientras que en un diálogo dos personas se hablan a sí mismas. Esto no sucederá en tu matrimonio si escuchas cuidadosamente lo que dice tu pareja.

Cuando tu esposo/a comparte sus sentimientos contigo, no es de gran ayuda contestar, “No deberías sentirte de esa manera”. Los sentimientos usualmente no desaparecen cuando alguien nos dice que no deberíamos sentirnos de esa determinada manera. Para muchas personas, el hecho de expresar sentimientos angustiosos permite aminorar esos sentimientos. Dale a tu pareja el derecho y la oportunidad de hablar sobre sus preocupaciones y sobre los problemas que la inquietan. Algunas personas insisten en hablar sólo sobre temas positivos. Si alguien se queja con ellos de algo, ellos dicen, “No deberías hablar sobre eso. Sé feliz. No te preocupes”. Pero si una persona no es feliz y de hecho se preocupa, tal vez es necesario que hable sobre esos temas que le preocupan.

Cuando disfrutas escuchar la plática de tu pareja, entonces, escuchar es algo que haces por ti mismo. Sin embargo, cuando se te hace difícil escuchar, entonces lo que estás haciendo es un acto de jesed, escuchar es un acto espiritual que está nutriendo tu alma.

Ser un buen oyente puede ser interpretado como ser un gran conversador. ¿Está tu esposo/a satisfecho/a con la forma como tú le escuchas? Si no es así, haz un esfuerzo consciente de escuchar y concentrarte en dar una respuesta que indique que estás escuchando.

8. La comunicación conecta

Cuando una pareja es capaz de mantener conversaciones entretenidas, esas conversaciones fortalecen el sentido de conexión. Las parejas difieren en relación a cuáles son sus necesidades de comunicación. Algunas parejas pueden tener un matrimonio muy feliz con una cantidad mínima de conversación y algunos individuos tienen una necesidad mayor de conversaciones largas. Un problema que requiere de trabajo es cuando una de las personas de la pareja tiene una necesidad mucho mayor de conversación que la otra.

9. Regalos 

Cuando le das un regalo a tu marido o a tu mujer, estás dando mucho más que el regalo mismo; estás dando un mensaje de preocupación. Mientras más pensaste en el regalo, más apreciado será, sin importar su costo.

Si tu pareja quiere darte un regalo que tú no quieres recibir, no le quites ese placer. Si realmente no te gustan los regalos y dejas que te dé uno, entonces, eso es un acto de dar de tu parte y no un acto de recibir.

Sorprende a tu pareja; cada cierto tiempo haz algo inesperado que la haga sentir bien.

10. Busca actividades positivas que puedan hacer juntos

Cuando las parejas están recién casadas naturalmente pasan mucho tiempo juntos. La boda y las sheva brajot son eventos emotivos que la pareja comparte, y establecer una nueva casa involucra muchas decisiones que requieren ser discutidas y conversadas. El primer Shabat de una pareja en su propia casa es una experiencia memorable. Hay mucho que hablar y muchos ajustes que hacer. Pero después de algún tiempo, es común que las parejas estén tan ocupadas que no pasen mucho tiempo de calidad juntos, a menos que planeen hacerlo. Para muchas parejas esto no es para nada un problema, pero para muchas otras es un gran tema.

Le he preguntado a mucha gente, “¿Qué has hecho para mejorar tu relación?”. Aquí hay algunas ideas que he escuchado. Dependiendo de muchos factores (tiempo, situación económica, personalidades entre otros), unas son apropiadas para algunas parejas y otras no. Esta lista es sólo un comienzo. Las parejas pueden pensar otras ideas o preguntarle a otros más sugerencias:

  • Hemos empezado a tener conversaciones diarias.
  • Estudiamos juntos un texto judío algunas veces a la semana.
  • Tenemos reuniones “oficiales” una vez a la semana en las cuales podemos tratar temas que de otra forma no podríamos discutir. Durante estas reuniones, no contestamos el teléfono ni permitimos otras distracciones.
  • Una vez a la semana, cada uno actúa a algún personaje interesante y tenemos al menos una conversación de 15 minutos sobre ellos.
  • Visitamos regularmente a distintas personas interesantes y las entrevistamos. Dedicamos tiempo antes para preparar las preguntas que haremos. Hacemos esto con expertos en mejoramiento de matrimonios, crianza de los hijos, nutrición, salud, planificación financiera, manejo del tiempo y otros aspectos similares.
  • Cada dos semanas vamos a un restaurante juntos.
  • Hacemos paseos a lugares interesantes.
  • Vamos juntos a visitar a enfermos en el hospital.
  • Los dos aprendimos a tocar un instrumento musical y practicamos juntos.
  • Una vez al mes hacemos una sesión de ideas para generar proyectos lucrativos.
  • Cada cierto tiempo hacemos un picnic en algún parque o jardín.
  • Frecuentemente dejamos uno al otro notitas o cartas tiernas.
  • Nos dejamos mensajes humorísticos en las contestadoras de teléfono. Usualmente imitamos diferentes acentos y personalidades.
  • Observamos la puesta de sol juntos.
  • Cada día nos bendecimos uno al otro durante un minuto completo.

Reimpreso con el permiso de Artscroll.

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