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La nueva película explora la proliferación del antisemitismo y el apoyo a Hamás después de la masacre del 7 de octubre.
El 7 de octubre del 2023, la veterana productora de cine Wendy Sachs estaba visitando a su hija Lexi en la Universidad de Wisconsin-Madison cuando comenzaron a llegar noticias sobre el ataque masivo de Hamás contra Israel. Juntas, permanecieron pegadas a sus teléfonos, viendo imágenes de miles de soldados de Hamás arrasando con decenas de pueblos y aldeas en el sur de Israel.
Escucharon informes impactantes sobre terroristas de Hamás que iban puerta por puerta en los pueblos, disparando a familias enteras y quemando casas con sus residentes adentro. Más de 1.200 personas fueron asesinadas y 250 fueron secuestradas y llevadas a Gaza.
“Vimos las imágenes que llegaban de Israel: niños, bebés, abuelos, jóvenes siendo secuestrados, asesinados mientras transmitían en vivo”, recordó Wendy. “Y luego, el 8 de octubre, vi las protestas en Times Square, protestas contra Israel, apoyando a Hamás como luchadores por la libertad y no como terroristas”. Apenas podía creer lo que veía, mientras los campus universitarios estallaban en odio, celebrando el ataque de Hamás y culpando a Israel por la masacre y el secuestro de sus propios ciudadanos.
Parecía que el mundo había perdido la cabeza. El silencio, la indiferencia, la negación.
“Vi lo que estaba ocurriendo al día siguiente, el 9 de octubre, en Harvard, donde más de 30 grupos estudiantiles firmaron una carta culpando a Israel por el ataque contra sí mismo. Luego vimos lo mismo repetirse en una universidad tras otra, desde Columbia hasta NYU, Tulane, MIT, Cornell y Penn. Parecía que el mundo había perdido la cabeza. El silencio, la indiferencia, la negación”.
Wendy comprendió que estaba presenciando algo diferente a todo lo que había visto antes en los Estados Unidos. Esta clase de odio crudo contra Israel se sentía nuevo y aterrador. Wendy supo que tenía que hacer algo. Decidió usar sus habilidades cinematográficas para luchar y comenzó a trabajar en un documental sobre el tsunami de odio antijudío que siguió al ataque del 7 de octubre del 2023.
8 de Octubre es el resultado magistral de ese esfuerzo, mostrando cómo estudiantes, agencias de derechos humanos, políticos y celebridades han adoptado los discursos de Hamás en el último año y medio. Es una película que debe ver todo el que se preocupa por el aumento global del antisemitismo y el futuro de la vida judía en los Estados Unidos y en el resto del mundo.
La película comienza con imágenes del ataque del 7 de octubre del 2023, incluyendo escenas filmadas por los propios terroristas de Hamás. Conocemos a Irit Lahav, residente de Nir Oz, quien nos muestra su pueblo destruido. (Más de cien residentes de Nir Oz fueron asesinados o secuestrados por Hamás). Irit ya no vive en la aldea, explica, y aún está aterrorizada de los terroristas cada vez que regresa.
Ella describe el horror del 7 de octubre, cuando se escondió en el cuarto seguro de su casa, en la oscuridad, junto a su hija durante más de 12 horas, sin hacer ningún ruido, mientras escuchaba cómo afuera masacraban a sus vecinos. Los cuartos seguros estaban diseñados para proteger a los residentes de bombas y misiles, por lo que la mayoría no tenía cerraduras. Irit sobrevivió improvisando un cierre para la puerta con su aspiradora y atrincherándose adentro.
Estas imágenes nos recuerdan lo letal que fue el 7 de octubre. Los videos de Hamás muestran a los terroristas caminando y conduciendo con confianza por las calles de las ciudades israelíes, disparando a cualquiera que encontraban en su camino. Después de mostrar estas atrocidades, la película cambia abruptamente a escenas de celebración desenfrenada en Occidente.
El 8 de octubre del 2023, más de mil personas asistieron en Times Square a una manifestación organizada por la sucursal de Nueva York de los social-demócratas de Norteamérica. Los participantes defendieron la masacre en curso de Hamás con consignas como “la resistencia está justificada”, “por cualquier medio necesario” y “la resistencia no es una metáfora”.
“Era el 8 de octubre; todavía había terroristas de Hamás en las comunidades del sur de Israel”, explica en la película el autor y presentador de pódcast Dan Senor. “Todavía había combates. Israel aún contaba el número de muertos, mutilados, violados y secuestrados. Y en Times Square había una protesta contra Israel. En lugar de dirigir la indignación contra quienes estaban masacrando judíos, la indignación se dirigía a los judíos por oponerse a ser masacrados”.
La película muestra cómo esta glorificación de Hamás se extendió a los campus universitarios e incluye imágenes de estudiantes defendiendo la masacre de Hamás en numerosas universidades, incluidas Harvard, Tufts, MIT, la Universidad de California en Los Ángeles, la Universidad de California en Santa Bárbara, Cornell, Columbia, Cooper Union, City College de Nueva York y muchas más. Vemos imágenes de estudiantes declarando que partes de los campus son “zonas libres de sionistas”, gritando en árabe “desde el río hasta el mar, Palestina será musulmana” y pidiendo ataques contra sus compañeros judíos sionistas estadounidenses. La película detalla las ciudades de tiendas de campaña que surgieron en campus de todo el mundo, dedicadas a ser espacios “antisionistas” y a fomentar aún más la actividad antiisraelí.
“Estamos viendo protestas que glorifican las acciones de la ‘resistencia’, que es una especie de palabra clave para referirse a Hamás”, explica en la película Lorenzo Vidino, director del Programa sobre Extremismo en la Universidad George Washington. “Se hizo evidente… desde el principio que en todo el país había un núcleo de individuos que estaban impulsando una narrativa pro-Hamás”.
Él explica que muchos grupos en los campus están utilizando las palabras e imágenes de Hamás en sus protestas, ya sea de manera consciente o no. Las convocatorias a “inundar” los campus con protestas antiisraelíes, por ejemplo, reflejan el lenguaje utilizado por Hamás para su ataque del 7 de octubre, que lo llamó “Diluvio de Al Aqsa” (Al Aqsa es como se refieren en árabe a Jerusalem). La película muestra imágenes de innumerables manifestantes estudiantiles sosteniendo carteles con un triángulo rojo invertido, un símbolo que Hamás usa en sus videos de propaganda para marcar un objetivo judío que están a punto de bombardear o disparar.
Los cánticos, la iconografía y las tácticas de organización contra Israel reflejan los discursos de Hamás.
Esto no es una coincidencia, explica el Dr. Vidino. Él señala a Students for Justice in Palestine (SJP – estudiantes por la justicia en Palestina) como la fuente de gran parte del lenguaje y la organización detrás de las aparentemente espontáneas manifestaciones en los campus. Él y otros expertos señalan que SJP opera en las sombras, sin revelar sus fuentes de financiamiento ni sus vínculos con grupos estudiantiles. A pesar de la percepción generalizada de que funciona como una organización benéfica 501(c)3, no está registrada como organización sin fines de lucro y no publica sus finanzas. Nadie puede probar que SJP tenga vínculos con Hamás o cualquier otro grupo designado como organización terrorista; sin embargo, sus cánticos, iconografía y tácticas de organización contra Israel coinciden con los discursos de Hamás.
En una de las secciones más fascinantes de 8 de Octubre, el Dr. Vidino comparte una grabación secreta del FBI de una reunión de 1993 en la que 25 líderes de Hamás se reunieron en Filadelfia. Los funcionarios de Hamás delinearon un plan para “infiltrar los medios de comunicación, las universidades y los centros de investigación de los Estados Unidos. El objetivo principal que discutieron fue cómo presentar lo que hacía Hamás de una manera aceptable para los estadounidenses”. Hace más de 30 años, estos líderes de Hamás comprendieron que la mejor manera de influir en la opinión pública estadounidense era enmarcar su lucha por eliminar a Israel y matar judíos en el lenguaje de los derechos humanos. Hoy, al presentar el deseo de Hamás de asesinar israelíes y destruir el estado judío como una “liberación”, su objetivo se ha hecho realidad.
8 de Octubre también examina cómo los medios de comunicación han estado ansiosos por presentar a Israel como el agresor en su guerra contra Hamás. Tomemos como ejemplo la explosión masiva en el patio del Hospital Árabe Al-Ahli en la ciudad de Gaza el 17 de octubre del 2023, en la que se informó que murieron 500 personas. Periódicos y medios de comunicación de todo el mundo informaron de inmediato que Israel había atacado deliberadamente el hospital. Sin embargo, a medida que pasaron las horas, se hizo evidente que los informes iniciales eran completamente erróneos.
El número de muertos fue, afortunadamente, mucho menor de 500 y, más notablemente, resultó que Israel no había bombardeado el hospital en absoluto. Un cohete lanzado por el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), un grupo terrorista afiliado a Hamás, intentó enviar una bomba a Israel (dirigida contra civiles), pero accidentalmente cayó en el hospital de Gaza. 8 de Octubre documenta cómo periodistas y activistas de derechos humanos aprovecharon este bombardeo al hospital como una “prueba” de la maldad israelí, revelando su hostilidad subyacente hacia el estado judío.
Uno de los segmentos más escalofriantes de la película es sobre cómo la mayoría de los jóvenes obtienen sus noticias de TikTok, una plataforma extremadamente hostil a Israel. Los algoritmos de la aplicación dirigen a los usuarios hacia contenido antiisraelí. En TikTok, los videos pro-Israel están superados en número por videos anti-Israel en una proporción abrumadora de 1 a 54.
El representante Richie Torres, el joven demócrata del 15º Distrito del Congreso de Nueva York y una firme voz pro-Israel en el Congreso de EE.UU., se pregunta en voz alta si a la mayoría de los estadounidenses les importaría que muchos de nuestros principales medios de comunicación, desde The New York Times hasta Associated Press, estuvieran controlados por China. Pues bien, para los jóvenes, TikTok es tan importante como esos prestigiosos medios de noticias, señala Torres, y está controlado por China, un país abiertamente hostil a EE.UU. y que a menudo se alinea públicamente con los enemigos de Israel, como Irán.
La actriz Debra Messing coprodujo 8 de Octubre y aparece en la película describiendo una petición que intentó lanzar después del 7 de octubre del 2023, condenando el brutal asalto de Hamás. A pesar de que las estrellas de Hollywood no dudan en hacer declaraciones políticas y con frecuencia se pronuncian sobre temas como Ucrania, Nepal, Black Lives Matter, Me Too y otros temas, nadie quiso firmar para condenar a Hamás y apoyar a Israel. “Me sentí completamente traicionada por Hollywood”, dice Messing en la película. “Pensé que el mundo entero estaría de luto. Y no sólo estaba en silencio, sino que había júbilo”.
Pensé que el mundo entero estaría de luto. Y no sólo estaba en silencio, sino que había júbilo.
El actor y comediante Michael Rapaport también aparece en la película, recordando su participación en la gran manifestación pro-Israel en el National Mall en Washington D.C. el 14 de noviembre del 2023. Señala que él y Debra Messing fueron las dos únicas estrellas de Hollywood presentes, y dice que es impactante que ningún otro actor o celebridad estuviera dispuesto a aparecer.
Danielle Haas, la única empleada judía israelí del grupo Human Rights Watch (HRW), describe cómo la comunidad de derechos humanos se ha mostrado dispuesta a alinearse con Hamás y ver automáticamente a Israel como el enemigo.
Después de ver cómo HRW no mostró empatía hacia las víctimas israelíes tras el ataque de Hamás, ella renunció una semana después, enviando una carta de renuncia mordaz:
"Tras las masacres de Hamás en Israel el 7 de octubre, años de deriva institucional culminaron en respuestas organizacionales que destrozaron el profesionalismo, abandonaron los principios de precisión y justicia, y renunciaron a su deber de defender los derechos humanos de todos. Las reacciones iniciales de HRW ante los ataques de Hamás no condenaron de manera categórica el asesinato, la tortura y el secuestro de hombres, mujeres y niños israelíes..."
Quizás el aspecto más triste de 8 de Octubre es la manera en que da voz a estudiantes judíos cuya fe en la bondad e imparcialidad de sus amigos y comunidad se ha visto destrozada. Tomemos el caso de Tessa Veksler, quien en octubre del 2023 era presidenta del cuerpo estudiantil de la Universidad de California, Santa Bárbara. Una orgullosa sionista, Tessa fue vilipendiada por manifestantes antiisraelíes que cubrieron el campus con grafitis y panfletos denunciándola por su nombre. Eventualmente enfrentó –y apenas sobrevivió– un voto de destitución. Ella habla con emoción sobre cómo su fe en sus compañeros estudiantes se quebró. Sus padres huyeron de la Unión Soviética debido al antisemitismo, explica Tessa. Ella no puede imaginar lo doloroso que debe ser para ellos ver que también su hija es víctima del antisemitismo.
Ese es un sentimiento que comparte Talia Dror, estudiante de Cornell, cuyos padres huyeron del antisemitismo en Irán, solo para ver cómo su hija era insultada y amenazada en publicaciones anónimas en las redes sociales de Cornell, con llamados a matar judíos después del 7 de octubre. Ella describe cómo los estudiantes judíos de Cornell se escondieron en sus habitaciones tras las amenazas.
Otra perspectiva la ofrece Noa Fay, estudiante de Barnard. Una orgullosa judía negra, Noa describe el dolor que siente al ser cuestionada por expresar su temor ante la retórica antisemita en el campus. Nadie cuestionaría su identidad o sus sentimientos como mujer negra, señala, pero cuando se trata de su identidad judía, los activistas antiisraelíes parecen sentirse cómodos exigiéndole que no sea tan sensible ante sus odiosos cánticos antijudíos.
8 de Octubre también advierte al mundo respecto a dónde conduce el apoyo a Hamás. Es un filme urgente que debe ser visto por cualquiera que se preocupe por Israel, el mundo Occidental y la batalla esencial entre el bien y el mal.
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Tengo 80 años, y desde el 7 del 10 vivo en una pesadilla no puedo comprender los noticieros. El mundo cambió o nosotros los Judíos vivimos en una película de horror. Confío en Ds que esto terminará y volveremos al mundo real. AM ISRAEL JAI.
Esto es algo inaudito. Los monstruos asesinos, crueles sin ápice de humanidad, son victoreados. Mientras las víctimas, las que sufren y siguen siendo perseguidas y asesinadas, son tratadas con hostilidad. Se ponen a favor de la maldad, les enaltecen, y celebran las atrocidades cometidas. Me pregunto, ¿es que acaso tienen una venda sobre los ojos?, ¿su mente está tan atrofiada que ya no saben distinguir entre el bien y el mal?