Buscando Propietario Perdido

P. Muchas prendas de ropa sin ningún tipo de marca fueron dejadas en un salón después de un evento. ¿Cuánto debo esforzarme para encontrar a los dueños?

R. Devolver objetos perdidos es un mandamiento importante. Es mencionado dos veces en la Torá, y también es el tema de un capítulo entero del Talmud.

La Torá escribe (Éxodo 23:4):

“Cuando encuentres el toro o el burro de tu enemigo, ciertamente regrésaselo”.

¿Qué pasa si el dueño no está al alcance de la mano? Leemos luego (Deuteronomio 22:1-3):

Si ves el toro o la oveja descarriada de tu hermano, no los ignores, ciertamente regrésaselos a tu hermano. Y si tu hermano no está cerca, o no sabes quién es, guárdalo en tu casa y estará contigo hasta que tu hermano te lo pida, luego devuélveselo. Así deberás hacer con su burro, y así deberás hacer con su ropa, y así deberás hacer con cualquier objeto perdido de tu hermano que se convierte en perdido y tú lo encuentras, no lo debes ignorar.

Estos versículos nos dicen varias cosas:

1. Retornar objetos perdidos es una obligación muy importante, como queda demostrado por la expresión “ciertamente regrésaselo”.
2. Los objetos perdidos deben ser retornados aún si no sabes quién es el dueño: “Si tu hermano está cerca, o si no sabes quién es”.
3. Si no sabes quién es el dueño, necesitas guardar el objeto para él o ella: “guárdalo en tu casa”.

Pero el sentido simple del versículo también deja mucho por responder, incluyendo tu pregunta: ¿Cuánto esfuerzo?

Sin embargo, esta pregunta es tratada por el Talmud.

Originalmente, todo el que encontraba un objeto debía anunciarlo tres festividades [consecutivas]… Dado que el templo fue destruido (que sea rápidamente reconstruido), instituyeron que una persona debe anunciarlo en las sinagogas y en las salas de estudio (1).

La importancia de las sinagogas y de las salas de estudio radica en que son lugares públicos en donde es muy probable que el dueño original, o alguien que él conoce, escuche acerca del hallazgo. En tu caso, tienes que buscar un "escenario" que sea familiar para la gente que estuvo en tu evento. Un buen lugar para comenzar es el salón en el que el evento fue realizado originalmente. Sin embargo, en estos tiempos, es muy probable que un buen lugar para publicar el hallazgo sea un medio virtual y no uno físico, por ejemplo la página de Facebook de alguien conocido por la mayoría de la gente que participó en el evento.

La continuación del pasaje talmúdico de arriba explica que todo el que anuncia un objeto perdido debe dar una descripción general, y entregar el artículo sólo si quien pretende ser el dueño provee características únicas identificables. La preocupación era que alguien que no es realmente el dueño pueda pretender serlo para obtener un objeto de valor. Continúa luego diciendo que si la sospecha es grande, el reclamador debería ser interrogado cuidadosamente.

Hoy en día la desviación del estándar “por descarte” sería en la dirección opuesta. Hoy es bastante poco común que la gente reclame fraudulentamente una prenda, cualquiera que quiera robar una prenda lo encontrará muy fácil. Más aún, la gente que responda a tu artículo será muy posiblemente confiable. Por lo tanto, en mi opinión si alguien responde a tu anuncio y reclama lo que fue perdido, no es impropio darles una idea bastante específica para ayudarlos a encontrar lo que buscan.