El Club de los Chicos Salvajes

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Mamá está preocupada por su hijo porque no muestra señales de madurez.

Queridas Rosie y Sherry,

 Estoy preocupada por mi hijo de 27 años. El único noviazgo serio que tuvo fue en la universidad. Desde ese momento, ha tenido mucho éxito personal y profesional. Tiene el trabajo de sus sueños, y es propietario de su propia casa. Lo único que le falta es una relación estable. Mi hija ha tenido muchas discusiones con él sobre ser más maduro con sus citas, pero él continúa “pasándola bien”. Mi hija y yo nos rompemos la cabeza viendo cuántas mujeres jóvenes salen con él.

La semana pasada estábamos en la dentista, ella le dijo que tenía una sonrisa “asombrosa” y que era “muy atractivo”. “Debes tener novia”, le dijo. “¡Muchas!”, respondió él. Esta respuesta me alarma. No es promiscuo, pero está en contacto con una larga lista de mujeres. ¿Pueden explicarme cómo hacer que este joven sea más “selectivo”? ¿Acaso necesita salir con “muchas” mujeres?

Ayer lo llevé a un control de rutina y nuestro médico hizo notar que está ganando una considerable cantidad de peso. El médico puso bien en claro que sus salidas de fin de semana no eran algo sano.

Sé que hay hombres que tienen dificultad en salir con sólo “una” pareja estable, por lo que esta situación podría parecer ideal. En cambio, estoy extremadamente preocupada por él. ¿Alguna idea para hacer que este joven se case? Muchos de sus amigos están comenzando a sentar cabeza y casarse, y él todavía se está comportando como si recién hubiese entrado a la universidad. Gracias por su ayuda.

Mindy

 Querida Mindy,

 No puedes imaginar cuánto apreciamos recibir una carta de una madre que está preocupada porque su hijo adulto encuentre a la persona correcta con quién casarse. Muchos padres no se dan cuenta de que pueden jugar un valioso rol al ayudar a sus hijos a encontrar pareja para casarse, aún cuando lo están haciendo desde afuera. Pareces haber encontrado un camino que funciona para ti y tus hijos - fomentando en ellos la idea de que el matrimonio es un objetivo importante en la vida, y ofreciendo opiniones útiles, como alentando a tu hija que busca casarse a sólo salir con un hombre que también esté interesado en eso. Al mismo tiempo, le das a tus hijos el espacio y la independencia que necesitan para tomar sus propias decisiones sobre sus relaciones. Pareciera ser que has logrado un balance que funciona bastante bien para tu familia.

Podemos identificarnos con tu preocupación porque tu hijo de 27 años todavía no tiene ninguna inclinación hacia “sentar cabeza”. A ti te parece que a esta edad, debería estar pensando en encontrar una mujer con la que compartir su vida, asentándose y comenzando una familia. Pero ni siquiera ha comenzado a pensar sobre entrar en esta etapa de la vida. En cambio, está divirtiéndose con una sucesión de bellas compañeras, y enfocándose exclusivamente en él mismo – desarrollando su carrera, acumulando activos y pasándola bien.

Los jóvenes adultos de hoy tienden a sentar cabeza mucho más tarde que hace una o dos generaciones atrás. Están saliendo de la universidad, o de un período de explorar sus opciones, y recién ahora comienzan con los primeros pasos hacia convertirse en “lo que quieren ser cuando grandes”. Puede tomarle unos cuantos años más decidir que está listo para pensar en compartir su vida con alguna persona, ser más generoso y construir una familia.

Sin embargo compartimos tu preocupación. ¿Por qué? Por una cuantas razones. Una es que algunos segmentos de nuestra cultura refuerzan constantemente la imagen del niño universitario. Mientras que mucha gente cree que el tiempo entre los 25 y los 29 años es un momento para concluir la vida social heterogénea y comenzar a pensar en comprometerse con otra persona y construir una familia, muchos otros ignoran ese pensamiento hasta después de los treinta, y todavía hay quienes nunca sienten que es algo que necesitan hacer. Como no hay mensajes sociales claros sobre cuándo, o si el “sentar cabeza” debe ocurrir del todo, cada persona desarrolla su propia línea de tiempo.  

Otras razones para nuestra preocupación están ligadas al hecho de que mucha gente considera la idea de sentar cabeza después de haber estado solos durante varios años. Retrasar el casamiento por cinco, diez, quince o veinte años de adultez crea muchos desafíos. Hemos observado que cuanto más tiempo una persona permanece soltera, más egocéntrica se vuelve, simplemente porque ha tenido que cuidar su propio trabajo, casa, salud, finanzas, lazos familiares y vida social. Confía solamente en ella misma, y gasta la mayoría de su energía física y emocional en ella misma. Como resultado, es más difícil que alguien entre en su vida, que pueda envolverse en una relación a largo plazo y que pueda sentirse parte de una sociedad.

Además, alguien que se ha acostumbrado a una sucesión de relaciones pasajeras, puede tener dificultad para cambiar la forma en la que se relaciona una vez que ha comenzado a tener citas con la idea de casarse. Tendrán que imbuir más significado a la estructura de sus citas mediante el desarrollo de buenas habilidades de comunicación, para poder discutir temas profundos y aprender sobre la visión de cada uno sobre temas como la vida, la familia, su dirección en la vida, su futuro, cómo quieren relacionarse con el cónyuge, cómo tratar con desafíos o con frustración, y qué cualidades religiosas y morales ellos valoran. Necesitan poder prever que la alegría de construir una historia con un compañero, y compartir la vida con otro a quien quieren y en quien confían, es más intensa y duradera que la ráfaga de sentimientos que acompañan a cada relación nueva, pero transitoria.

Persuasión Sutil

 Entonces, ¿qué puedes hacer, como madre, para ayudar a tu hijo a orientarse y a adquirir las herramientas necesarias para desarrollar una relación duradera, y al mismo tiempo no sobrepasar los límites entre una madre y un hijo maduro? Sugerimos sentarse con él para decirle que estás orgullosa de lo que ha logrado en la vida, y explicarle que ansías que llegue el momento en el que él decida sentar cabeza con una mujer y construir un hogar. Pregúntale si ha pensado un poco sobre cuándo le gustaría que esto ocurra.

Puede que te enteres que tu hijo tiene su vida planificada y planea comenzar a buscar una mujer con quien casarse dentro de los próximos años. Pregúntale qué necesita lograr antes de comenzar a hacer esto. Hemos trabajado con un gran número de hombres y mujeres que consideraron muy útil hacer una lista de lo que quieren lograr antes de casarse, y luego darse a sí mismos un marco de tiempo para lograr esos objetivos. Esto los ayudó a mantenerse enfocados y les evitó posponer continuamente las citas serias porque todavía no habían terminado de tachar todo lo de su lista. Ve si a tu hijo le agrada la idea. Y si tu hijo te dice que sí quiere casarse en el futuro pero que nunca pensó mucho sobre cuándo, igualmente motívalo a hacer este ejercicio.

También es una buena idea sugerirle incorporar a su vida un servicio comunitario. Encontramos que individuos que sacan tiempo de sus ocupadas vidas para dar a otros se tornan más sensibles y responsables con los demás, y más generosos de espíritu – cualidades que lo ayudarán a mejorar la calidad de su futuro matrimonio.

¿Qué ocurrirá si tu hijo no expresa ningún interés por el matrimonio? No podrás persuadirlo para cambiar su visión con discursos sobre cómo el matrimonio es una experiencia de vida más satisfactoria y enriquecedora que salir de manera informal. Pero sí puedes, por ejemplo, plantar semillas que lo ayudarán a cambiar su perspectiva en algún momento en el futuro.

Una última idea: ¿Tu hijo vive en tu casa o solo? Eso puede marcar una gran diferencia en cómo se ve a sí mismo. Puede que todavía esté actuando en el rol de hijo más que en el de adulto independiente. Por ejemplo, si vive en tu casa y tú lavas su ropa y haces sus mandados, cocinas sus comidas, pagas sus cuentas, y no esperas que él se haga cargo de sus responsabilidades, ¿cómo puede él verse como más que un adulto inmaduro?

Además, un hombre de 27 años debería asumir responsabilidades por su propio cuidado médico – fijando sus propias citas, yendo solo al doctor o al dentista, y pagando las cuentas de su doctor. Si estás encargándote de ésta y otras áreas de su vida, sugerimos que lo alejes gradualmente de ti. A medida que comience a hacer más por sí mismo, comenzará a verse como un adulto más maduro e independiente, y eso tendrá un impacto en su actitud hacia las citas.

Esperamos que nuestras sugerencias sean útiles, y le deseamos éxito a tu hijo al atravesar el laberinto de las citas.

Rosie y Sherry.

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