Agradecer por cada minuto: en recuerdo de Josh Carr

4 min de lectura

Josh Carr, quien falleció la semana pasada a los 23 años, inspiró a miles de personas (también a mí) a través de su grupo de WhatsApp y las páginas de los medios sociales.

Josh, originario de Manchester, Inglaterra, inspirado en su nombre hebreo, Iehoshúa Arié Leib (Arié significa león), abrió un grupo de WhatsApp llamado "Despertarse como un león", desde donde inspiró a cientos de sus pares, parientes y amigos. Al reflexionar sobre su propia batalla con la ansiedad, Josh compartió significativas piezas de sabiduría judía en sus publicaciones semanales. Su mensaje fundamental era vivir con gratitud y ver lo positivo de la vida.

Tras llegar a vivir a Israel hace dos años, Josh caminó mil seiscientos kilómetros para despertar consciencia sobre la salud mental y recaudar fondos para la organización Enosh, y publicó comentarios sobre pensamiento positivo mientras recorría Israel a lo largo y a lo ancho.

Luchar con pensamientos positivos. Josh caminó mil seiscientos kilómetros para recolectar dinero. En la foto, con su padre Jonathan.

Encontrar la inspiración en Jerusalem

Poco después de llegar a vivir en Israel, Josh comenzó a estudiar en Aish HaTorá en Jerusalem. Dos semanas después de haber comenzado sus estudios, envió esta cita en uno de sus grupos de WhatsApp:

"Las letras de la palabra besimjá, que significa 'estar en un estado de alegría', son las mismas letras necesarias para formar la palabra hebrea majshavá, que significa 'pensamiento'. Porque la felicidad es el resultado de determinada forma de pensar".

La enfermedad

Un día después de Simjat Torá, Josh fue admitido en un hospital en Petaj Tikva con una infección que rápidamente se expandió por su cuerpo. Su salud física deterioró de forma dramática. Los médicos lo mantuvieron sedado durante tres semanas mientras luchaban para salvarle la vida. Todas las personas a quienes él había estado dando fuerzas le transmitieron su propia energía positiva. Alrededor de mil personas se unieron a grupos de plegarias por él.

Hacia fines de octubre, tras pasar una cirugía y estar tres semanas entubado, Josh desafió todos los pronósticos y se despertó, en un estado de salud sumamente débil, pero con una voluntad todavía más firme de seguir difundiendo su mensaje de positividad.

Estudiando Talmud frente al Muro Occidental, en Aish HaTorá

"Mi susto médico fue demasiado para asimilar, pero siento que aprendí mucho de lo que ha sucedido. Hubo muchas cosas que no pude hacer durante tres semanas, así que ahora he desarrollado un reconocimiento por cada pequeña cosa que puedo hacer", escribió.

Luego de estas palabras publicó una fotografía en la que daba sus primeros pasos al aire libre, valorando la primera ocasión en que pudo respirar aire fresco en casi un mes.

"El lunes, por primera vez en un mes, pude respirar el aire fresco de Israel". La foto que publicó Josh Carr desde el hospital Belingson, después de haber estado entubado tres semanas.

Josh se estaba recuperando y logró pasar seis valiosas semanas con su familia en Raanana. En la primera noche de Janucá, publicó una foto de su menorá, reflejando su propia y milagrosa recuperación, transformándola en un mensaje inspirador para los demás.

"TODOS somos milagros de la vida real. Desde el milagro de abrir los ojos a la mañana, de ser capaces de hablar, caminar y disfrutar de la vida. Todas estas son cosas que es fácil dar por sentadas, pero la vida se vuelve mucho más especial cuando las valoramos".

En la última noche de Janucá envió un mensaje a algunos de sus amigos contándoles que había observado las llamas de la menorá durante 20 minutos, con lágrimas de gratitud por estar vivo. Josh falleció un día después.

Cientos de personas participaron en el funeral de Josh en Raanana, y muchos otros cientos de personas desde todos los rincones del mundo se unieron a través de Zoom.

Terminar de estudiar un Tratado del Talmud

Justo antes de ingresar al hospital en Octubre, Josh se había comprometido a estudiar 100 páginas de Talmud en mérito de un amigo que tenía problemas de salud. Él decidió unirse a un ciclo de estudio diario llamado Daf Iomí, donde se estudia cada día una página del Talmud. Josh se enfermó cuando quienes estudian el Daf Iomí comenzaban a estudiar el Tratado de Rosh Hashaná, el cual él había planeado estudiar. Cuando se despertó tras estar entubado, tenía 15 páginas de atraso.

Desde la cama del hospital, Josh se esforzó para terminar el Tratado del Talmud junto con su padre, y algunas semanas más tarde lo había logrado. A pesar de tener todas las probabilidades en su contra, Josh logró completar su primer Tratado del Talmud.

Un mes atrás, al completar el estudio de un Tratado del Talmud, en su casa en Raanana.

Después de su fallecimiento, la noticia de su logro cobró alas. Rav Eli Stefansky, quien enseña Talmud por la web a una audiencia de 8.000 personas, compartió un video de Josh para inspirar a sus estudiantes y ayudarlos a entender que pueden lograr aquello que deciden hacer con todo el corazón. Esta semana, cuando el ciclo de estudio diario comenzó un nuevo libro, el padre de Josh, Jonathan Carr, publicó que más de 120 personas de todo el mundo se comprometieron a terminar el Tratado en mérito de Josh.

Josh me enseñó muchas cosas. Me mostró cómo valorar que la vida es un regalo y que estamos aquí para disfrutarla, y la mejor forma de hacerlo es decir gracias y estar agradecidos por cada minuto. Josh transformó al mundo en un lugar más brillante. Lo extrañaremos mucho.

Deseamos a los padres de Josh, Jonathan y Mandy, y a sus hermanas, Dalia y Liat, que encuentren consuelo entre todos los deudos de Sion y Jerusalem.

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