La verdadera libertad no tiene nada que ver con nuestras circunstancias externas, con que podamos o no ir a comer afuera. Se trata de nuestra capacidad de elegir.
Cómo experimentar la libertad de salir de la versión cuidadosamente elaborada de nosotros mismos y dejar que salga nuestro yo crudo, desprotegido, complicado y defectuoso.
Fluir es sentirse a gusto con otras personas. Es ser aceptado y libre para poder expresarse sin tener miedo a ser juzgado o maltratado. Fluir es ser uno mismo y dejar que los otros sean ellos.
De la misma forma como cuando te miras en un espejo puedes ver tu reflejo, así también cuando ves a otra persona puedes verte reflejada en su forma de actuar
Dicen que rendirse es de cobardes. Los valientes terminan lo que empezaron. Pero ¿qué tal si eres valiente y las cosas no se te dan o no puedes seguir adelante?