by Rivki Silver
Después de diez años de ser madre comprendí que todavía no sé qué es lo que hago y que eso está bien.
Obsesionarme con mi personalidad me daba la excusa para no asumir la responsabilidad por mis defectos.
Sentí que era terriblemente injusto. Esa noche yo no debía estar allí.
Mi respuesta es continuar educando a mis hijos para que estén orgullosos de su identidad judía y para que traigan más luz al mundo.
Cómo el hecho de vivir en la era de lo desechable afecta nuestro matrimonio.
Por qué cumplo con las leyes del judaísmo incluso cuando no tengo deseos de hacerlo.
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