Autocompasión: la clave para alcanzar la felicidad y tener relaciones más positivas

14/12/2022

3 min de lectura

Las personas autocompasivas están mejor equipadas para enfrentar los eventos estresantes de la vida.

Deby tuvo una típica mañana de día de semana. Los niños se atrasaron para la escuela (uno de ellos dejó su almuerzo en el auto). Su hijo pequeño hizo un berrinche cuando lo dejó en la guardería. Tuvo una reunión de trabajo por Zoom con un fondo selvático. La casa era un completo desastre. Y el último detalle: el lavarropas se rehusó a evacuar el agua, con una carga de ropa atorada adentro.

¿Cómo responde Deby? ¿Se regaña a sí misma por no despertarse más temprano, por dejar que los niños usen su laptop y olvidarse de limpiar los bolsillos de la ropa de sus hijos antes de lavarla? ¿O se tiene compasión, es bondadosa consigo misma y acepta que la vida está llena de contratiempos?

Hay muchas investigaciones (más de 3.000 estudios) que muestran que los individuos que son más autocompasivos tienden a tener una relación más positiva con otras personas, más felicidad, más satisfacción en la vida, mejor salud física y menos ansiedad y depresión. Las personas autocompasivas también están mejor equipadas para enfrentar los eventos estresantes de la vida y tienen más resiliencia ante los desafíos.

¿Qué es la autocompasión?

La autocompasión tiene tres componentes claves (1):

  1. Bondad con uno mismo en vez de juzgarse a uno mismo. Cuando experimentamos desafíos, autocompasión significa que entendemos y nos importa. No nos regañamos ni nos criticamos ante el fracaso o el dolor. Las personas autocompasivas se ofrecen a sí mismas bondad, tal como lo harían con un amigo cercano.
  2. Humanidad en vez de aislamiento. La autocompasión involucra ver nuestros fracasos en el contexto de la experiencia humana. A veces pensamos irracionalmente “sólo yo” estoy pasando por un momento difícil. Pero no estamos solos en nuestras batallas. La vida es complicada y somos propensos a cometer errores. Este es un hecho básico de la vida que compartimos con cada una de las personas en este mundo.
  3. Mindfulness en vez de identificarse excesivamente con las emociones. Las personas autocompasivas están conscientes de sus emociones, pero no están demasiado inmersas ni son consumidas por ellas. Tener conciencia plena es una forma activa y equilibrada en donde reconocemos nuestros propios sentimientos de dolor y sufrimiento, pero, al mismo tiempo, los vemos desde una perspectiva mayor. Requiere tener una postura no juiciosa hacia nuestras emociones y entender que ellas no constituyen quienes somos como persona.

¿Qué no es la autocompasión?

  1. Autocompasión no es autoestima. La autoestima se trata de tus propios sentimientos de autovaloración, que te aprecies debido a tus cualidades positivas y enfocarte en tus notables logros. Esto significa que tu autoestima está a menudo basada en autoevaluaciones en comparación con otros. Autocompasión, por otro lado, no depende de nuestras propias características (como belleza o éxito económico) ni se basa en nuestras circunstancias externas. En cambio, es aceptarnos a nosotros mismos simplemente por nuestro valor intrínseco como seres humanos.
  2. Autocompasión no es sentir lástima por uno mismo. La autocompasión no se trata de sentirte mal contigo mismo. No es una actitud de “pobre de mí”, donde las personas se sumergen en sus propios problemas y se olvidan de que otros tienen problemas similares. Cuando somos autocompasivos, reconocemos que todos sufrimos y esto promueve una mentalidad inclusiva. Es una aceptación de que el propósito de tu vida no es la perfección. Se trata de aprender, crecer y conectarte con otros. Se trata de avanzar de forma saludable y positiva.
  3. Autocompasión no es autocomplacencia. Podrías pensar que puedes ser demasiado autocompasivo, volviéndote autocomplaciente, desmotivado o incluso flojo o perezoso. Sin embargo, las investigaciones sugieren que no es así. De hecho, las personas más autocompasivas tienden a tener incluso mayor iniciativa personal para hacer cambios necesarios y positivos en la vida porque no se reprenden a sí mismos cuando cometen errores o enfrentan un fracaso total. Cuando eres autocompasivo, aceptas el fracaso como parte del proceso de aprendizaje, reflexionas sobre lo que puedes hacer diferente la próxima vez, ajustas tus tácticas y luego vuelves a intentarlo.

¿Cómo podemos fomentar la autocompasión?

La autocompasión es una cualidad que podemos incentivar cada día. Aquí hay algunos ejercicios de mi libro: Resilience: A Jewish Guide to Facing Adversity, Fostering Strenght, and Living Your Best Life, que pueden estimular tu autocompasión.

  • Sé considerado contigo mismo, tal como lo serías con un buen amigo. Si tu amigo estuviera pasando por una situación similar, ¿qué le dirías? ¿Qué palabras de consuelo utilizarías? Di esas palabras en voz alta para que tú también puedas escucharlas. Incluso puedes escribirlas.
  • Mantén un diario (autocompasivo). Escribe los eventos del día y enfócate en no juzgarte ni ser crítico contigo mismo. Considera cómo tus acciones te conectan con otras personas y cómo puedes aprender de hoy para tener un mañana mejor.
  • Cambia tu discurso interno, tanto en privado como en frente a otros. Utiliza palabras positivas en referencia a ti y no te critiques ni te menosprecies. Cuando cometas un error, enfócate en lo que aprendiste y lo que harías diferente la próxima vez.

(1) Neff, K.A.

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