Ayudar a los demás nos ayuda a nosotros mismos

07/11/2024

5 min de lectura

Vaierá (Génesis 18-22 )

Bereshit, 18:17-19: "Y Dios dijo: '¿Ocultaré a Abraham lo que haré, si Abraham ciertamente se convertirá en una nación grande y poderosa, y en él se bendecirán todas las naciones de la tierra? Pues lo he amado (iedativ) porque él ordena a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino de Dios, para hacer rectitud y justicia a fin de que Dios traiga sobre Abraham lo que habló con respecto a él"

Rashi, Bereshit, 18:19: Ki iedativ: "Una expresión de cariño y afecto"

Antes de la destrucción de Sedom y Amorá (Sodoma y Gomorra) la Torá nos dice que Dios, como si fuera, se preguntó a Sí mismo si debía consultar Sus planes con Abraham. Dios decide que debe hablar con Abraham, porque él le enseña a su familia y a su casa los caminos de Dios.

Este episodio despierta varias preguntas. En primer lugar, el Jatam Sofer señala que nunca vemos que Dios se pregunte a Sí mismo si debe hablar con un profeta antes de comunicarse con él. Por el contrario, el profeta comienza con un relato de Dios hablándole. ¿Por qué aquí Dios aparece tomando la decisión de si debe o no hablar con Abraham? En segundo lugar, la razón que la Torá dice que convenció a Dios de hablar con Abraham es el hecho de que él enseña a su familia y a su casa los caminos de Dios. ¿Por qué este factor en particular es tan significativo en el proceso de decisión de Dios respecto a si debe o no hablar con Abraham?

El Jatam Sofer responde a estas preguntas con un enfoque novedoso en "Pitujei Jotam".(1) Él explica que para lograr el nivel de un profeta uno debe alcanzar niveles sumamente elevados de santidad. En general, esto requiere mucho desarrollo personal. Abraham decidió que en vez de enfocarse en su propio desarrollo personal, la voluntad de Dios era que dedicara su tiempo a enseñarle a todas las personas del mundo sobre Dios, incluso a costas de su propio crecimiento. En consecuencia, él no estaba en el nivel de un profeta. En las palabras del Jatam Sofer, después de describir a las grandes personas que vivieron antes de Abraham, como Janoj que llegó al nivel de un ángel, él escribe sobre Abraham:

"Contempló con su sabiduría que no era eso lo que Hashem deseaba, que un hombre sólo perfeccione su alma, que las personas de su generación quedaran después de él como grupos de pecadores y entre aquellos que se enojan con Hashem, como sucedió con la generación de Janoj y la generación del diluvio. Esta experiencia le enseñó (a Abraham) que es mejor para una persona limitar la perfección de su alma, a fin de incrementar el honor de Hashem y reducir el número de rebeldes (contra Hashem) y traer personas que Le sirvan y Lo conozcan. Porque, ¿qué da y añade un hombre si añade otro ángel a los muchos miles de ángeles en los Reinos Superiores? … porque si un hombre actuara así en cada generación, entonces habría uno entre miles que es santo para Hashem y la mayoría del mundo sería depravado".

Abraham dedicó correctamente su vida a enfocarse en enseñanza sobre Dios en el mundo, a expensas de su propio crecimiento. En consecuencia, no pudo alcanzar el nivel de profeta. Esto fue lo que llevó a Dios a contemplar si debía comunicar a Abraham la profecía sobre Sodoma. Dios llegó a la conclusión de que, aunque Abraham no estaba en el nivel para recibir esta profecía, de todos modos merecía recibirla, porque la razón por la que no alcanzó ese nivel estaba en consonancia con la voluntad de Dios. Dios quería que él actuara de esa manera y, por lo tanto, no debía ser penalizado y no recibir esa Profecía.(2) Esto es lo que Dios quiso decir cuando se refirió al hecho de que Abraham enseñaba a sus hijos y a su casa sobre el camino de Dios. La dedicación de Abraham a la enseñanza fue lo que convenció a Dios de comunicarse con él con la profecía sobre Sodoma, a pesar de que él no estaba en ese nivel.

A continuación, el Jatam Sofer nos exhorta a todos a emular a Abraham y enseñar a la gente aunque tengan un bajo nivel de comprensión. Él se refiere a un argumento en contra de este enfoque. "Si el siervo de Dios dijera: 'mi alma anhela la cercanía a Dios y quiero acercarme a Él. ¿Cómo puedo hacerlo y reducir mi propio aprendizaje y autoperfeccionamiento para perfeccionar el alma de mi prójimo?'". La respuesta a esto se encuentra en las [palabras de] los Sabios: '...de quienes más aprendí fue de mis alumnos'. ¿Acaso Hashem no puede compensarte por el crecimiento al que renunciaste en aras de Su honor? Debes hacer lo que Hashem te ordenó, enseñar al pueblo, y Él cumplirá Su papel.... Él hará posible que alcances la perfección en poco tiempo y serás capaz de alcanzar elevadas alturas más allá de tu propia capacidad intelectual". Aquel que enseña a la gente que está en un nivel bajo de aprendizaje recibirá una gran cantidad de ayuda Celestial que le permitirá alcanzar alturas mayores que las humanamente posibles.

Un poderoso ejemplo de una gran persona que sacrificó su propio desarrollo personal por el bien de Dios fue el Rav de Ponevitz. Según todos los indicios, era un tremendo erudito de la Torá que tenía el potencial para estar al nivel de un gran líder de la Torá en su estudio. Sin embargo, él decidió que la voluntad de Dios era que abriera la Ieshivá Ponevitz, lo que implicaba que tendría que pasar la mayor parte de su tiempo viajando para recaudar fondos para la Ieshivá, a expensas de su propio estudio. Como dijo un Rabino, él renunció a ser el Gaón de Ponevitz(3) para establecer y mantener la Ieshivá Ponevitz.

La lección del Jatam Sofer se aplica a cada persona en su propio nivel.(4) Obviamente esto no significa que una persona no deba enfocarse en su propio crecimiento personal y en el estudio de la Torá, pero sin dudas habrá momentos en la vida de una persona en los que se enfrente a la oportunidad de ayudar a los demás. El Jatam Sofer enseña que el temor comprensible de que hacer esto vaya en detrimento de su desarrollo es incorrecto. Por el contrario, en última instancia eso mismo le hará alcanzar su potencial.


Notas:

  1. Pitujei Jotam, introducción a Shut Jatam Sofer, Ioré Deá. Rav Itzjak Berkovits, Rosh Ieshivá de Aish HaTorá, dice que es esencial que cualquier ben Torá lea esta obra. También es interesante señalar que el Netsiv en Shut Meshiv Davar, siman 44, elogia el contenido de este Jatam Sofer
  2. La pregunta que surge es que Abraham ya había recibido antes otras profecías. Por lo tanto, por qué aquí en particular se presenta un monólogo respecto a si es necesario que Dios hable con él. Basado en una cuidadosa lectura del Jatam Sofer, parece que Abraham estaba en cierto nivel de profecía que le dio mérito para las profecías anteriores, pero esta profecía en particular requería un nivel más elevado, porque aludía al juicio de toda una nación.
  3. El nombre usado para Sabios destacados, como por ejemplo el Gaón de Vilna.
  4. De más está decir que la forma concreta de aplicar estas ideas varía enormemente de acuerdo a una serie de factores. Es esencial la orientación de un erudito de la Torá versado en estas ideas para ayudar a cada persona a tomar el camino correcto para ella.
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