Bendiciones por los truenos y los relámpagos

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¿Acaso los truenos y los relámpagos cumplen alguna función?

Anoche, de repente comenzó una tormenta eléctrica. Me sobresalté y, la verdad, me asusté bastante. Me tapé los oídos cada vez que retumbaba un trueno. Me pregunto si los Sabios dijeron algo sobre estos fenómenos naturales. ¿Acaso cumplen alguna función?

El rabino de Aish responde:

El Talmud lo declara con claridad: “Los truenos sólo fueron creados para encaminar a los de corazón desviado” (Brajot 59a). Hay muy pocos fenómenos naturales tan potentes como los truenos para lograr despertarnos y recordarnos que tenemos un Dios vivo y todopoderoso. Por supuesto, siempre hay explicaciones científicas para estos eventos naturales. Pero, ¿por qué los creó Dios? Para darnos ese ocasional "llamado de atención".

De hecho, hace muchos años atrás, por razones que no es necesario detallar, estuve a punto de hacer algo cuestionable desde la perspectiva de la ley judía. Justo en ese preciso momento me estremecí ante el mayor rugido de un trueno que oí en toda mi vida. En ese momento comprendí que Dios pensaba en mí y se preocupaba por mi bienestar espiritual. ¿Coincidencia? Tal vez, pero para mí, fue una especie de "señal".

Ahora bien, además de la perspectiva filosófica que acabamos de presentar, los Sabios instituyeron bendiciones que debemos recitar tanto cuando escuchamos el rugido de un trueno como cuando vemos la luz de un relámpago. Cuando escuchamos un trueno decimos:

"Bendito eres Tú, Dios, Rey del universo, porque Tu fortaleza y poder llenan el mundo".

Cuando vemos un relámpago decimos:

"Bendito eres Tú, Dios, Rey del universo, Quien hace las obras de la creación".

Si prestas atención, verás que la bendición por el trueno es más "fuerte" que la bendición por el relámpago, esto es porque un trueno es una manifestación mucho mayor del poder de Dios en el mundo (Mishná Brurá 227:5).

Algunas reglas adicionales:

(a) Debes recitar la bendición de inmediato al escuchar el trueno o ver el relámpago (en 1-2 segundos) (Shulján Aruj 227:3). Si no pudiste comenzar a recitar la bendición en ese lapso de tiempo, debes esperar hasta el próximo trueno o relámpago.

(b) No es necesario que veas el rayo mismo del relámpago para poder recitar la bendición, es suficiente con ver el cielo iluminado.

(c) Estas bendiciones sólo se recitan una vez al día. La excepción es si el cielo se limpia por completo después de una tormenta, y luego comienza otra tormenta diferente (Shulján Aruj 227:2; Mishná Brurá 8).

(d) No recitamos una bendición por un "relámpago de calor”, con el cual el cielo se ilumina sin un trueno (Mishná Brurá 3).

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