Blindaje Emocional – Segunda parte

4 min de lectura

Cómo vivir protegido frente a la hostilidad.

Esta es la segunda parte de la serie de artículos sobre Blindaje Emocional. Aquí puedes encontrar la primera parte.


Para continuar con el fascinante asunto del blindaje emocional, quiero aclarar algo. En la mayoría de los casos existe un factor externo, una especie de “bombardeo hostil”, que acelera e intensifica el dolor de quien —por la razón que sea— está en desventaja emocional.

Bombardeo desde afuera y desde adentro

En este sentido, los reyes del ataque son los noticieros. Ellos publican en detalle las imágenes de todas las tragedias naturales, atentados terroristas, tensiones militares etc., (y ni hablar de la difusión que le dan a los insultos que se dan el “viejo” y el “gordito” por Twitter). ¿Por qué lo hacen?, ¿por alguna virtud altruista de transmitir información? ¡Por supuesto que no!, los medios usan la psicología a su favor, ellos saben que una mala noticia atrae a más lectores que una buena noticia. Las malas noticias venden más que las buenas, es la naturaleza humana.

¿Por qué uno se siente atraído por las malas noticias?

Pensemos, ¿qué es lo más importante para nuestra mente subconsciente? ¡La supervivencia! El Creador, en su infinita sabiduría, dotó a nuestros cerebros con un sistema de vigilancia que tiene el fin de resguardar nuestra integridad física y emocional. Cuando ese sistema detecta una posible amenaza, pone al organismo en estado de alerta y todos sus recursos se concentran exclusivamente en la supervivencia física.

El neurocientífico Joseph Ledoux descubrió un hecho asombroso que repercute directamente en lo relativo a la inteligencia emocional. El Dr. Ledoux descubrió que el sistema de vigilancia de la mente procesa cualquier información dos veces más rápido que la parte consciente y racional. Es decir, nuestro instinto de supervivencia es dos veces más rápido que nuestro proceso lógico. Por lo tanto, nuestra atención se ve atraída hacia cualquier señal de peligro casi de inmediato, de forma instintiva, ¡incluso antes de que podamos pensar o tomar alguna decisión consiente! Es como si nuestro libre albedrío quedara “anulado”, para que el instinto pueda protegernos de un peligro.

Soldado sin armas

No es extraño que nuestra generación sufra cada vez más de ansiedad, depresión, asilamiento, vicios e infelicidad, ¡no es para menos! ¿Qué esperanza tiene un soldado que es enviado a luchar sin el adiestramiento ni las herramientas mínimas para una guerra? Ahora bien, aunque uno no haya elegido sus circunstancias externas, uno puede decidir ser un luchador. Uno debe tomar un buen respiro y admitir que uno es absolutamente libre de elegir su actitud, uno es absolutamente libre de elegir si luchar o rendirse. Ese es el enfoque judío. Somos responsables de luchar.

El poder depositado en uno

Al final del artículo pasado hablamos sobre responsabilidad emocional. Cuando hablamos de responsabilidad estamos hablando de conocer y usar correctamente una herramienta, una fuerza, un poder. En nuestro tema ¿Cuál es el poder sobre el cual debemos tomar responsabilidad? En una palabra: elecciones. Y, para abrir la mente, veamos lo que el libro Nefesh Hajaim (1:7) dice al respecto:

Y sólo a él (al hombre) se le otorgó el poder de la elección para inclinarse a sí mismo y a todos los mundos (o dimensiones espirituales) hacía el sentido que él desee. Eso es lo que dijo el Rey David (Salmo 121) ‘Dios es tu sombra junto a tu derecha. Es decir, así como la sombra de un objeto refleja los movimientos de aquel objeto, de la misma manera, según esta comparación, Él, Bendito Su Nombre, se conectará (con las acciones del hombre) para inclinar los mundos de acuerdo con los movimientos y las inclinaciones de los actos del hombre abajo”.

Si tras una leída no está claro el mensaje del párrafo anterior, te aconsejo leerlo un par de veces más. El mensaje es tan fuerte y poderoso que, si no estuviera escrito por un sabio de tal categoría, sería un atrevimiento o una irresponsabilidad de mi parte ponerlo por escrito. Cada persona, con sus acciones (o inacciones) afecta todas las dimensiones de su propia vida y del mundo entero. La realidad que vemos en nuestra vida es un reflejo que Dios proyecta en nuestra vida, basado en nuestros propios deseos, emociones y decisiones, tal como una sombra o un espejo.

¿Somos criaturas o creadores?

Resulta, pues, que, si Dios proyecta en nuestras vidas y en el universo entero, el reflejo de nuestras propias elecciones, a fin de cuentas, nosotros somos los creadores de lo que vemos. Según el judaísmo, el hombre es una criatura creadora y ese poder maravilloso es dado por Dios. Es como si uno emitiera una especie de código que instruye a la providencia Divina para imprimir situaciones y circunstancias en el mundo. En otras palabras, nosotros somos los creadores de nuestra realidad y estamos dotados de medios para hacerlo. ¡Absolutamente maravilloso!

Cómo blindarse en la practica

Dicho aquello, resulta que una persona puede crearse una atmosfera de seguridad, de confianza, de abundancia y de paz en su vida; una autentica defensa que proteja su corazón de toda hostilidad.

El Rav Jaim Mivolozhin en su libro Nefesh Hajaim (3:12) ofrece una técnica de genialidad emocional. Él lo ilustra con las siguientes palabras:

Y, en realidad, es un asunto grande y un consejo maravilloso para sacar y anular todos los juicios y fuerzas ajenas, para que no puedan dominarlo (a uno) y no dejen (en él) ninguna huella…”

Más adelante explica las consecuencias de el uso de esta técnica sobre la vida de uno:

“…de esta manera Él, Bendito sea, causará que de forma automática sean canceladas de esa persona todas las fuerzas y voluntades del mundo, y no podrán hacer con él absolutamente nada… y, también, decretará y facilitará para esa persona milagros y situaciones maravillosos que desafían el orden de las fuerzas naturales…”

En resumen, aunque estamos en un mundo lleno de hostilidades y no hemos sido preparados adecuadamente para lidiar con ellas, tenemos el poder en nosotros y es posible totalmente aprender a usarlo. Somos los creadores de nuestra realidad y ésta puede ser de paz seguridad y abundancia, si así lo deseamos.

En el tercer y último artículo de esta serie, voy a mencionar los pasos específicos que, según el propio libro Nefesh Hajaim, se necesitan para lograr el tan anhelado blindaje emocional.

¡Hasta entonces!  


Para leer la tercera parte haz clic aquí.

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