Borrando a Israel del mapa

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El mapamundi de la editorial HarperCollins que omite a Israel, es tan sólo el último ejemplo de la cruzada por reescribir la historia sin el Estado Judío.

El gigante editorial HarperCollins comenzó el año 2015 disculpándose públicamente por vender mapas del Medio Oriente en los cuales se omitía Israel. La compañía insistió que había sido necesario borrar a Israel del mapa por cuanto mostrar la realidad de la existencia de Israel habría sido “altamente ofensivo” para sus clientes de la región del Medio Oriente; los mapas simplemente reflejaban las “preferencias locales”.

Pero no son sólo los mapas de HarperCollins los que intentan presentar un mundo sin el Estado Judío. En los últimos años, un sinnúmero de exhibiciones culturales, historiadores y organismos religiosos han trabajado duro para intentar borrar cualquier registro de Israel o de la historia judía existente. He aquí algunos ejemplos de la cruzada por reescribir la historia… sin el Estado Judío.

1. Autoridad Palestina: Negación del Templo Judío.

Quienes visitan hoy en día Jerusalem pueden rezar en el Muro Occidental, el último vestigio del magnífico Templo Judío que alguna vez se irguió en aquel sitio hasta que fuera destruido por el ejército romano en el año 70 e.c. En los sitios arqueológicos del área, se han descubiertos numerosos vestigios del Templo, incluyendo los restos de un puente que conducía al Templo, elementos de alfarería, baños rituales y grabados en piedra.

Ante la gran cantidad de evidencia histórica y arqueológica, pareciera imposible negar la historia del Monte del Templo; sin embargo, increíblemente, durante años la Autoridad Palestina ha hecho justamente eso: borrar cualquier rastro que haya de la conexión entre los judíos y el sitio más sagrado para el judaísmo.

El negociador estadounidense Dennis Ross recuerda que en el año 2000, en medio de las negociaciones entre Israel y la Autoridad Palestina que fueron mediadas por Estados Unidos, el líder palestino Yasser Arafat mencionó que nunca había habido un Templo Judío en Jerusalem. “No voy a permitir que sea escrito sobre mí [en la historia] que yo he… confirmado la existencia del llamado Templo”, insistió Arafat ante varios diplomáticos sorprendidos. El actual presidente de la Autoridad Palestina, el presidente Mahmoud Abbas, concuerda con dicha afirmación y ha declarado que los judíos “no pueden venir y afirmar” que alguna vez hubo un Templo Judío en el Monte del Templo de Jerusalem.

2. Desechar la historia judía

El Waqf islámico ha destruido gran parte de los irremplazables objetos arqueológicos que documentan la presencia judía en el Monte del Templo.

Bajo la fachada de “renovar” el Monte del Templo, los trabajadores de la Waqf han utilizado maquinaria pesada para excavar áreas que contienen objetos altamente sensibles y antiguos. En 1982 la ONU ya había catalogado el Monte del Templo como un sitio histórico “en peligro” debido a la excesiva destrucción de artefactos judíos, y la situación sólo ha empeorado desde entonces.

En el 2007 se le permitió a Ira Pasternak, un oficial de la Autoridad de Antigüedades de Israel, ver los trabajos que se realizaban en el Monte del Templo; lo que vio entonces lo impactó fuertemente: grandes tractores eran utilizados para excavar el suelo y los tesoros ancestrales que quedaban expuestos eran tirados a un depósito de basura. Desde 1996 la Waqf ha construido dos nuevas mezquitas en áreas subterráneas del Monte del Templo, incluyendo una en los Establos de Salomón. Además, tuberías y otros materiales de construcción fueron incrustados en la roca ancestral, y las decoraciones judías —de miles de años de antigüedad— fueron cubiertas de pintura.

3. Textos de estudio

Los mapas de HarperCollins no son el único material educativo que ha omitido al Estado Judío.

Los niños que asisten a escuelas dirigidas por la Autoridad Palestina utilizan libros y mapas que niegan la existencia de Israel; un libro de secundaria hace referencia al “supuesto estado de Israel”, y junto a la lección viene un mapa que muestra todo el territorio de Israel envuelto en una bandera palestina, con una llave atravesada que simboliza propiedad. Los programas de televisión de niños refuerzan este mensaje: el programa educacional de la Autoridad Palestina Mejor hogar le enseña a los niños que “no existe tal cosa como Israel”. El programa de televisión de Hamás “Los niños pioneros del mañana” les instruye que “No existe Israel; sólo Palestina”.

Y el problema no se limita a los medios palestinos. En el 2013, un libro publicado en Gran Bretaña —que fue elogiado por el Duke de Edimburgo como un libro ‘extremadamente bien planeado y construido’ y muy impresionante— contenía un mapa que llamaba a Israel “Palestina Ocupada” y borraba al Estado Judío por completo.

E incluso cuando se reconoce la existencia de Israel, suele hacerse solamente para generar una impresión negativa. Un estudio reciente reveló que el 84% de las referencias a israelíes que aparecen en los libros escolares de la Autoridad Palestina son derogatorias; el mismo estudio reveló además que una meta en común que se fomenta tanto en las escuelas musulmanas como en aquellas pertenecientes a la Autoridad Palestina es el “martirio por medio de la muerte”.

4. Borrar “israelí”

Cuando el árabe israelí (y ciudadano) Haitham Kahlaily llegó a la semifinal del programa de televisión Arab Idol (una adaptación del popular programa televisivo American Idol) en octubre del 2014, no fue descrito por los organizadores del concurso como israelí sino como palestino a pesar de tener ciudadanía y residencia en el Estado Judío. Poca gente comentó sobre esta silenciosa eliminación de la palabra “israelí” hasta que el término fue utilizado en un programa de televisión de Arabia Saudita: un mapa en el canal de televisión saudí MBC mostró (correctamente) que Khalaily provenía de Israel; los televidentes colmaron las líneas telefónicas de la estación exigiendo una disculpa y amenazando con boicotear la cadena. MBC rápidamente se retractó, culpando a un error técnico por el uso de la palabra Israel y volviendo a su programación usual libre de Israel.

E incluso en países más liberales, las descripciones realistas del Estado Judío pueden ser catalogadas como ofensivas. En el 2012, la Autoridad Británica de Estándares Publicitarios prohibió una propaganda del Ministerio Israelí de Turismo: a pesar de que los bordes israelíes estaban claramente delineados, la Autoridad estaba preocupada de que los televidentes pusiesen quedar con la impresión de que Israel controlaba territorio en disputa; también objetaron el uso de los términos hebreos “Judea y Samaria” en lugar de la palabra “Cisjordania”.

Para algunos, el término “Israel” es un anatema: la Iglesia Presbiteriana consideró en su conferencia anual, la cual se efectuó en junio del 2014, eliminar la palabra Israel de las plegarias de la iglesia (la resolución fue rechazada, pero una resolución similar —que hacía referencia a alejarse de compañías que tuvieran tratos comerciales con Israel— fue aprobada).

5. Boicotear el Estado Judío.

Los intentos por boicotear los productos, artistas y académicos de Israel ayudan a remover al Estado Judío de la conciencia pública.

Y esta eliminación de Israel puede ocurrir en lugares sumamente sorprendentes. En el 2014, la Asociación Irlandesa de Educación sobre el Holocausto prohibió cualquier mención del Estado Judío —a los participantes se les prohibió siquiera pronunciar la palabra “Israel”— en el acto nacional conmemorativo del Holocausto de Irlanda.

A veces, la remoción de las referencias a Israel es silente. Los lectores que viven en áreas de Escocia gobernadas por el Consejo de West Dunbartonshire, en las cercanías de Glascow, puede que no entiendan por qué no pueden encontrar libros de autores israelíes, o libros que se hayan publicado en Israel, en las estanterías de sus librerías locales: desde el año 2011, su Consejo local ha boicoteado dichos libros e incluso ha aconsejado a otros Consejos regionales que están interesados en hacer lo mismo.

¿Qué podemos hacer nosotros?

HarperCollins se disculpó por sus mapas libres de Israel y se comprometió a dejar de venderlos debido al alto nivel de crítica que recibió. Cada uno de nosotros tiene el deber de levantarse, de no guardar silencio y de protestar cuando ve que Israel es difamado de manera injusta.

  1. Mantente informado. Lee los medios locales de noticias judías. Familiarízate con cómo es retratado Israel en tu comunidad local.

  1. Levántate y haz oír tu voz. Escribe cartas. Organiza campañas a través de Facebook. Haz que se preste atención a las instancias en que Israel es borrado del mapa o es criticado de manera injusta.

  1. Trabaja con otros. No tienes que luchar solo en contra del sesgo antiisraelí. Asóciate con amigos y colegas. También puedes recurrir a recursos en línea como AishLatino.com y ReporteHonesto.com para ayudar a defender a Israel.

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