Cambia tu perspectiva, cambia tu realidad

05/01/2025

2 min de lectura

Vaiejí (Génesis 47:28-50:26 )

La porción de la Torá de esta semana describe el fallecimiento de Iaakov, pero interesantemente nuestros Sabios nos dicen que Iaakov no murió. Esto no se refiere a que Iaakov sigue vivo a través de sus hijos y descendientes, o a través de sus actos. Nuestros Sabios nos dicen esto de forma literal y sugieren que Iaakov nunca murió y sigue vivo en el más verdadero sentido de la palabra.

¿Cómo puede ser esto? La porción de la Torá trae muchos detalles sobre su muerte, su entierro y el duelo por su fallecimiento.

Lección:

La palabra hebrea para Egipto es Mitzraim, que comparte la misma raíz hebrea que frontera, limitaciones y restricciones. A través de los ojos de los egipcios, es decir, desde una perspectiva limitada y constreñida, Iaakov murió. Pero esa no era la máxima verdad. Iaakov seguía vivo. Si permites que tu perspectiva cambie, si permites que tu percepción vaya más allá de tus limitaciones personales, puedes tener una verdad completamente nueva. Sólo con pensar de forma diferente puedes crear una nueva realidad.

No se trata de una idea elevada, sino de un concepto real corroborado por una teoría de la física cuántica. El "efecto observador" surgió cuando en un experimento los electrones, diminutas partículas de materia, se comportaron de forma totalmente contraria a lo que los físicos esperaban. Para intentar comprender mejor lo que ocurría, colocaron un detector cerca para ver qué hacían esos electrones. Entonces ocurrió algo extraordinario y asombroso. Los electrones volvieron a comportarse "normalmente". El detector no interfirió en absoluto con los electrones, pero el hecho de ser observados, es decir, de tener una nueva perspectiva, cambió por completo el resultado y la realidad de la situación.

Al crecer más allá de tu perspectiva limitada, de tus limitaciones, resentimiento, nociones preconcebidas, limitaciones físicas, etc., puedes cambiar tu verdad y tu realidad. ¿Cómo funciona esto? Al saber que Dios es sólo bueno, que sólo desea hacer el bien, y que sólo te da lo que es mejor para ti, incluso si viene envuelto en un paquete no tan agradable. Al saber que Dios sólo te da lo mejor, serás capaz de abrir el envoltorio desagradable para revelar y disfrutar de las más bellas y sorprendentes bendiciones. Cuando usamos nuestras mentes para pensar, contemplar, enfocarnos y concentrarnos en el amor de Dios hacia nosotros, podemos cambiar la manera en que pensamos y sentimos, y de esta manera cambiar la forma en que nos relacionamos con la realidad.

Ejercicio:

Vive el día sabiendo que todo viene de Dios y, por lo tanto, es una bendición. Si tropiezas, ¡da gracias a Dios! Si tu cena resulta deliciosa, debes saber que viene de Dios. Observa cómo cambia tu perspectiva hacia el futuro.


(Basado en una idea de Ani Lipitz, de Geulavision.com)

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