Cazando judíos en las calles de Amsterdam

14/11/2024

6 min de lectura

Al ver las imágenes del pogromo en Ámsterdam no pude evitar pensar en el coraje de mi abuela, que entró al cuartel general de la Gestapo y enfrentó a los nazis.

Tras difundir una convocatoria a "cazar judíos" en un ataque premeditado, pandillas de árabes persiguieron, golpearon y directamente cazaron judíos por las calles de Ámsterdam. Algunos fueron embestidos con vehículos, a otros los patearon y les escupieron, algunos se vieron obligados a saltar a ríos helados para escapar.

El pogromo en Ámsterdam, que tuvo lugar dos días antes del aniversario de la 'Noche de los cristales rotos', fue un duro y doloroso recordatorio de que mientras más cambian las cosas, más siguen siendo lo mismo.

En el mismo país en el cual Anna Frank se vio obligada a esconderse y que no protegió ni hizo rendir cuentas a los perpetradores, una vez más los judíos debieron ocultarse y quedaron desprotegidos.

Ochenta y seis años después de la 'Noche de los cristales rotos', los judíos en Europa nuevamente se vieron abandonados y desprotegidos, obligando a algunos a tratar de protegerse una vez más gritando: "¡No soy judío!". En el mismo país en el cual Anna Frank se vio obligada a esconderse y que no protegió ni hizo rendir cuentas a los perpetradores, una vez más los judíos debieron ocultarse y quedaron desprotegidos. Casi nueve décadas después de Anna Frank, los medios de comunicación siguen restando importancia al odio a los judíos, y el New York Times, Reuters y Associated Press describen el incidente como "violencia relacionada con un partido de fútbol". Ahora, como entonces, los judíos nos sentimos solos, aislados, necesitando el valor para cuidar de nosotros mismos.

Enfrentar a la Gestapo

Si bien Kristallnacht, la 'Noche de los cristales rotos', probablemente es el día más famoso de furia contra los judíos de Europa en la década de 1930, no fue el primero y estuvo lejos de ser un hecho aislado. Mi abuelo tenía un puesto de venta de ropa femenina en el mercado al aire libre de Spandau, Berlín (Alemania). Un día, los nazis atacaron el mercado, destruyeron su mercadería y le propinaron una golpiza. Mis abuelos vivían en Alemania, pero mi abuelo tenía nacionalidad polaca. Los nazis aprobaron una ley cruel expulsando a todos los que vivían en Alemania y no tenían nacionalidad alemana. Mi abuelo y su suegro tenían pasaportes polacos, pero Polonia no dejaba entrar a nadie, dejando a los deportados en "tierra de nadie" a lo largo de la frontera entre Polonia y Alemania. Mi abuelo tenía parientes que habían emigrado a los Estados Unidos y que aceptaron apadrinarlo a él y a su familia, pero estaban esperando que les llegaran los documentos que les permitirían emigrar a Norteamérica.

Mientras tanto, mi abuela se mudó a Berlín con su madre, ayudándola a atender el negocio de la familia. El 9 de noviembre de 1938, Herschel Grynszpan, un judío polaco de 17 años nacido en Alemania y que vivía en París, asesinó al diplomático alemán Enst vom Rath. Esto desencadenó uno de los peores pogromos de nuestra historia, la infame ''Noche de los cristales rotos', en la que las pandillas destruyeron 267 sinagogas en Alemania, Austria y los Sudetes. Siete mil comercios judíos fueron dañados o destruidos y 30.000 hombres judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración.

El apellido de soltera de mi abuela era Grynszpan, por lo que de inmediato la arrestaron junto con su bebé y su madre. Fueron interrogadas hasta que pudieron asegurarse de que no tenían ningún parentesco con el autor del crimen. Las liberaron, pero estaban muy conmocionadas por la experiencia.

Finalmente recibieron los papeles de la familia en los Estados Unidos, pero mi abuelo seguía en tierra de nadie. Sólo la Gestapo podía darle permiso para regresar y que pudieran emigrar como una familia. Contra todo pronóstico, mi abuela estaba decidida a salvar a su familia. Ella identificó cuál era la oficina a la que tenía que ir y el oficial de la Gestapo que podía sellar los documentos necesarios. Dio varias vueltas a la manzana hasta quedar sin aliento y se pellizcó las mejillas hasta que le quedaron rojas.

Se abrió camino hacia su despacho y con todo su metro y medio de altura rogó al oficial que le sellara los documentos.

Pasó rápidamente frente al guardia del cuartel general de la Gestapo diciendo que llegaba tarde a una reunión importante y subió corriendo las escaleras hasta el despacho de ese oficial, fingiendo que tenía una cita. Se abrió camino a su despacho y con todo su metro y medio de altura le rogó al oficial que le sellara los documentos, que dejara que su marido volviera a casa y les permitiera emigrar con su bebé a los Estados Unidos.

Como era de esperar, él se negó. Ella se acercó a la ventana, señaló un puente sobre un río y le dijo: "Si no sella los papeles, tendrá que mirar por esta ventana y verme saltar del puente con mi bebé, suicidándonos, porque no tiene sentido vivir si mi esposo no vuelve a casa".

Ese momento hubiera podido tener finales diferentes, y costarle la vida, pero el cruel oficial se quedó sorprendido por el coraje, el descaro y la jutzpá de aquella pequeña mujer y le selló los documentos, permitiéndoles embarcar el SS Manhattan en abril de 1939. Los padres y hermanos que dejaron atrás (salvo un hermano que ya se había trasladado a Palestina), fueron asesinados en el Holocausto. Yo llevo los nombres de dos de los hermanos de mi abuelo: Efraim y Jaim.

Agradecidos de haber escapado con su hija, pero traumatizados por lo que habían vivido, mis abuelos no tenían la intención de tener más hijos. Pero después de establecerse en la ciudad de Jersey, una noche mi abuela escuchó a su hija pidiéndole a Dios tener un hermano. Él respondió a su plegaria y entonces nació mi padre.

Ella es la razón por la que estoy aquí

Por supuesto, innumerables víctimas del Holocausto no tuvieron la oportunidad de abogar por sí mismas y por sus familias y muchísimas fueron brutalmente asesinadas por intentarlo. Pero después de ver las imágenes de Ámsterdam la semana pasada, pensé en mi abuela, Rose Goldberg, y en su valentía, su convicción, su tenacidad y su audacia. Era decidida y testaruda. Ella no renunció a su destino ni dejó su futuro en manos de otros; estaba decidida a protegerse y asegurar su vida y la de su familia. Ella es la razón por la que estoy aquí.

Hoy en día, soy el único de sus nietos que todavía no vive en Israel. Sus bisnietos, armados con valentía, convicción y tenacidad, se encuentran entre los que sirven heroicamente en las fuerzas de defensa de Israel (FDI), luchando en Gaza y defendiendo a nuestro pueblo.

Gran parte de lo que ocurrió en Ámsterdam es paralelo a nuestro pasado, pero hay una diferencia fundamental. Esta vez, los judíos abandonados por el gobierno holandés, no estaban solos. El vocero internacional de las FDI, el teniente coronel Nadav Shoshani, anunció: "Los ataques selectivos contra judíos e israelíes esta noche en Ámsterdam son espantosos y barbáricos. Las imágenes de violencia contra el pueblo judío en Europa son un doloroso recordatorio de nuestra historia. Las FDI tienen el deber histórico de proteger a nuestro pueblo, dondequiera que se encuentre. Nos estamos preparando para enviar una misión de rescate a los israelíes en Ámsterdam".

De hecho, dos aviones de rescate, financiados por El Al, viajaron a Ámsterdam para traer de regreso a casa en Israel a aquellos que fueron blanco de ataques, obligados a esconderse. Los judíos de todo el mundo no estamos solos, nunca estamos abandonados, ni por nuestra propia cuenta. Vivimos tiempos milagrosos en los que Dios nos ha concedido un país, uno de los ejércitos más fuertes e inteligentes del mundo, y una voluntad indomable de garantizar que "Nunca más" realmente signifique nunca más.

La existencia de nuestro pueblo se debe a personas valientes y decididas que no se rindieron ante las circunstancias ni se acobardaron ante los enemigos.

Con la ayuda de Dios, la existencia de nuestro pueblo se debe a personas valientes y decididas que no se rindieron ante las circunstancias ni se acobardaron ante los enemigos. Abraham fue a una guerra contra reyes poderosos para liberar a su sobrino. Moshé se enfrentó al imperio egipcio exigiendo a su líder, el faraón, que dejara salir a su pueblo. ¿Qué habría pasado si los macabeos hubiesen considerado las probabilidades y nunca se hubieran rebelado contra los opresores griegos? ¿Y si Rabán Iojanán ben Zakai se hubiera limitado a observar el poder de Vespasiano y nunca hubiese pedido Iavne y sus sabios? ¿Y si en 1948 y 1967 los valientes hombres y mujeres de Israel hubieran aceptado que era imposible vencer a numerosas naciones, personas y recursos que trataban de aniquilarlos?

Los últimos 13 meses nos han enseñado que el mundo nos respeta y nos teme cuando mostramos fuerza, poder y orgullo judío, no cuando nos acobardamos, cuando pedimos disculpas o acatamos órdenes de otros.

No ocultes tu judaísmo. No te acobardes ni vivas con miedo. Sé responsable, pero sé un judío orgulloso y practicante,

Deja que los antisemitas paguen un precio y enfrenten consecuencias legales por atacar a un judío. En vez de temerles, que ellos nos teman a nosotros.

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Migda
Migda
1 mes hace

Es inaceptable este tipo de atropello. Hay que exigir la aplicación de la ley a las autoridades holandesas.

Elizabeth Aldam
Elizabeth Aldam
2 meses hace

Admiro el coraje de esa mujer.

Sady Benamu
Sady Benamu
2 meses hace

En los tiempos que vivimos, debemos ser mas humildes

Moisés Benmuhar Baruh
Moisés Benmuhar Baruh
2 meses hace

Cuando los judios comprendan que NO SOMOS bien vistos ni recibidos en algunos paises:Que visitamos,NO debieramos patrocinarlos,Que competimos en deportes debieramos tener proteccion policiaca del pais anfitrion o nuestra propia pritecciion cin armas legales

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