4 min de lectura
4 min de lectura
7 min de lectura
8 min de lectura
3 min de lectura
3 min de lectura
Cuando la única opción que te queda es enfrentar lo que temes
Es triste pensar que una persona valiente es únicamente el 'guerrero invencible', el 'luchador temido' o la 'mujer intrépida que nunca falla'… insistir que el ser valiente es un sinónimo de fortaleza indestructible, o de ausencia de miedo y carencia de incertidumbres, no es correcto.
Ser valiente es mucho más que eso. Una persona valiente es aquella que aprende a vivir y enfrentar cada día de su vida.
Valiente es aquella persona que a pesar del miedo y del dolor encuentra el valor necesario para hacer y decir lo correcto. Con miedo, con incertidumbre y con angustia, pero con valor. Ser valiente es encontrar la fortaleza interna que sientes que has perdido.
La valentía no es una acción extravagante. En situaciones, ser valiente es no ofender, no gritar, o no salirte de tus cabales, aún cuando eres confrontado/a por personas que te provocan y te hacen sentir menos.
Una persona valiente no es la que grita más fuerte, ni la que humilla o golpea hasta hacer sangrar al rival. Tampoco es la persona que intimida. En ocasiones, ser valiente es ser la persona que tiene el valor para sonreír, cuando no tiene nada mejor que ofrecer.
Hay días en que el solo hecho de salir a la calle, respirar y vivir un dia más, implica que la persona es valerosa.
Ser valiente es aprender a enfrentar los problemas, las adversidades y los obstáculos con humildad. Una persona valiente no le teme al conformismo y está dispuesta a confrontar su desconfianza.
El 'valor' no siempre es el resulatado de una elección natural. Para muchos, optar ser valiente podría ser su última elección. Pero muchas veces son las circunstancias las que obligan a la persona a luchar y enfrentar lo que teme, aunque no lo quiera.
Uno aprende a ser valiente cuando la única opción que le resta es la de enfrentar lo que le espanta. Cuando tiene que defender sus valores ante otros. Cuando se aferra al poco coraje que le queda, para poder superar los inconvenientes que lo limitan y lo reprimen.
La persona que lucha y se enfrenta consigo misma, es el héroe valeroso de su historia. El ser que toma la elección consciente, poniendo a prueba sus capacidades, sus límites y bloqueos. El ser valiente es un reto que enseña a crecer, instruirse y superarse.
Uno aprende a ser valiente cuando reconoce que no es la suerte, ni la falta de fe, la razón que le impide confrontar sus dudas.
Es la falta de confianza en sí mismo, son las mentiras que se cree y los miedos que lo atan, las cuestiones responsables para que no se tenga coraje para luchar con paciencia y con confianza para poder sobrepasar las dificultades.
Cuando la persona se conforma y deja de buscar más o lo que es mejor, pone de pretexto que "traté… pero no pude", porque no tuvo suerte, o no era para el, pero la verdad es que nunca tuvo el valor para ser valiente y luchar para levantarse.
Ingredientes:
Afirmación positiva para ser valiente:
Tengo la claridad que necesito para aceptar mis miedos y mis debilidades. Tengo fe en que, a pesar de mis dudas, puedo luchar y defender lo que me quita mi paz. Cuando hago y digo lo correcto, me libero de la ansiedad que me causa el dolor. Actuó con sabiduría y desde un sito de amor propio. Mi realidad es mi mejor compañera para luchar y encontrar valor.
¿Qué se necesita para ser valiente?
"El valor transforma a la persona. Cuando se supera el miedo, se fortalece el carácter y el alma se nutre de fortaleza y sabiduría".
Extraído de recetasparalavida.com
Nuestro newsletter está repleto de ideas interesantes y relevantes sobre historia judía, recetas judías, filosofía, actualidad, festividades y más.
Muy bonitas y poderosas enseñanzas, gracias maestro