Cómo evitar el agotamiento parental

12/05/2022

3 min de lectura

Es tu obligación encontrar un equilibrio sano entre trabajo-familia-vida personal.

Como esposas y madres judías, estamos encargadas de una plétora de responsabilidades y obligaciones. Yo fui bendecida con un esposo increíblemente activo que me acompaña en la educación de nuestros hijos, y a pesar de eso a menudo tengo que explicarle que me siento como si tuviera 100 ventanas abiertas simultáneamente en la pantalla, agotando la batería del teléfono, es decir, de mí misma.

A lo largo de los años, al trabajar profesionalmente y criar cinco niños excepcionales junto con mi increíble esposo, a menudo sentí que necesitaba recargar mi batería, pero no estaba segura de cómo hacerlo al tener niños pequeños en casa. Escuchaba hablar de la importancia de cuidarse a uno mismo, pero no estaba segura de cómo implementar eso en mi ocupada vida diaria. Me sentía como si estuviera haciendo malabares con tantas “pelotas de vida” en el aire. y no estaba segura cómo debía hacer para agregar la “pelota del cuidado personal”. Sentía que si agregaba algo más, todas las pelotas se caerían.

He avanzado mucho desde entonces y encontré un equilibrio trabajo-familia-vida personal más sano. Me gustaría compartir un poco lo que he aprendido.

Cada viernes por la noche, en los hogares judíos de todo el mundo cantamos “Eshet Jail”. Esta canción detalla todas las cosas increíbles que “una mujer valiosa” hace en el hogar, y describe su verdadero valor como esposa y madre. Como extensión de esta canción, me gustaría sugerir que es muy importante que una mujer, particularmente una madre, cargue su propia batería para que ella sea valorada como una mujer independiente con deseos y necesidades (aparte de sus obligaciones familiares), pero también para ser capaz de dar de ella a los demás de la mejor forma posible. La evaluación de una mujer de valor debe incluir su propia realización personal tanto como el hecho de que satisfaga las necesidades de otros.

Muchas madres se colocan a sí mismas al final de su lista de prioridades, lo que las deja con una capacidad limitada para estar disponible para sus hijos. Esta clase de sacrificio tiene poco mérito.

Todos escuchamos en el avión las instrucciones respecto a que uno debe ponerse primero su propia máscara de oxígeno para poder ayudar después a sus hijos. Nuestra vida diaria no es diferente. Como coach certificada de salud y vida, he visto a muchas madres que se colocan a sí mismas al final de su lista de prioridades, quedándose con poco oxígeno y una capacidad limitada para estar disponibles para sus hijos. En mi humilde opinión, esta clase de sacrificio tiene poco mérito. Al trabajar con madres, les muestro que invertir en su salud y bienestar y enfocarse en sus necesidades y deseos, es la mejor forma de asegurar que podrán estar para su familia a largo plazo sin llegar a agotarse. Además, las madres deben descubrir su propia realización e identidad como mujeres, no sólo como madres, hijas, esposas y hermanas. Para algunas mujeres esto significa encontrar tiempo para hacer ejercicio y reunirse con amigas, para otras puede ser dedicar tiempo a rezar o a meditar.

Como madres, a menudo se nos presentan necesidades “urgentes” de quienes nos rodean. Muchas veces, esto significa dejar de lado nuestras necesidades y deseos para estar disponibles para nuestros hijos. Yo las aliento a evaluar estas situaciones y determinar si realmente son urgentes o si pueden posponerse. Así como ir a buscar a tu hijo en la escuela a la hora designada no es negociable, también deberías considerar que tu “tiempo personal” no es negociable. Si hay una emergencia, entonces por supuesto harás lo que sea necesario. Pero seamos honestas por un segundo: ¿Cuántas veces nos decimos que algo es urgente o una emergencia cuando no lo es?

Es importante que las madres planifiquen y manejen su tiempo para que puedan ser más productivas y completar sus largas listas de cosas por hacer. Pero esa lista debe incluir también “tiempo personal”. Habilidades y hábitos tales como comer sano, planificación simple de comidas, cuidado personal, despejar el desorden, reducir el estrés, dormir mejor, entre otras cosas, ayudan a asegurar que las madres prioricen sus necesidades a pesar de la necesidad de funcionar en múltiples frentes y de que haya muchos individuos compitiendo por su atención.

Puedes decirme: “No tengo tiempo para planificar; estoy demasiado ocupada; tengo demasiado que hacer; no tengo suficiente tiempo en el día”. Te entiendo. Yo también soy una mamá ocupada y entiendo 100% que te sientes abrumada tratando de responder a tantos deseos y necesidades diferentes y teniendo que estar disponible para tantas personas. Lo entiendo. Pero la realidad es que todos tenemos las mismas 24 horas cada día. La clave es descubrir cómo sacar el máximo provecho de ellas. Planificar tu tiempo y encontrar momentos para ti, a la larga te ayudará a ahorrar mucho tiempo. Mejorará tu productividad, te ayudará a sentirte más realizada, más exitosa y más satisfecha con tu vida. Todos tenemos tiempo para las cosas que son realmente importantes. ¡Tú eres importante!

Vale la pena invertir en ti misma. Tus necesidades y deseos son importantes. Así que, detente, anota lo que realmente deseas y cuáles son tus metas personales y profesionales, y asegúrate de tener un plan, de encontrar tiempo para ti y de priorizar como corresponde.

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