Cómo hacer que tu pareja se sienta miserable

Después de escribir un artículo enfocado en cómo hacerte a ti mismo infeliz (obviamente es un artículo sarcástico, al igual que este), descubrí que a una persona casada o alguien en una relación comprometida, a menudo se le hace difícil seguir esos consejos. De hecho, una pareja comprensiva puede contrarrestar todos tus esfuerzos. Por lo tanto, aquí hay una receta para hacer que tu pareja se sienta miserable, porque a la miseria le gusta la compañía y si tu pareja es infeliz, ya tienes ventaja para lograr tu meta.

1. No hables de tus sentimientos

La comunicación es clave en cualquier relación, así que para ser infeliz, sólo habla con tu pareja cuando necesites algo. Puede ser que tu pareja quiera saber qué pasa en tu vida, pero… ¿quién tiene tiempo para eso? Sé evasivo y emocionalmente desconectado, niégate a escuchar su perspectiva. La comunicación puede llevar a la felicidad, pero es realmente difícil lograrlo, así que no dejes ese canal abierto. En cambio, suspira, mira hacia otro lado, cruza los brazos y responde “bien” cuando te pregunte cómo estás.

2. No hagas tiempo para tu pareja y enfócate en ti mismo

Es fácil enredarse en el ajetreo de la vida diaria, así que sigue así. Toma el camino de menos resistencia. No salgan en citas ni pasen tiempo juntos haciendo cosas que ambos disfrutan y ciertamente no se hablen.

3. No estés disponible para tu pareja cuando te necesite y nunca ofrezcas apoyo

Esto puede implicar ignorarlo si necesita ayuda con su trabajo o sólo estar ausente físicamente. Algunos dicen que es mejor dar que recibir, pero no los escuches. Para ser verdaderamente infeliz, es mejor ser receptor y tomar, tomar, tomar.

4. Critica constantemente a tu pareja

Aparentemente a nadie le gusta que le digan lo que está haciendo mal. Pero hacerlo sentir bien consigo mismo es más difícil, así que toma el camino fácil. Encontrar defectos es una de las mejores estrategias para ser infeliz con lo que te tocó y el juego de la culpa es un método productivo para mantener la infelicidad.

5. Ignora cómo es posible que contribuyas al problema

Si estás enojado con tu pareja, NO reflexiones sobre cómo puedes haber alimentado tú ese incendio. En cambio, culpa a tu pareja. Es mucho más fácil notar lo que el otro hace mal para causar el problema.

6. Sé irrespetuoso

Esto incluye insultos, gritos y menosprecio. Los cumplidos son difíciles; requieren prestar atención al otro y señalar algo que te impresiona. Es más fácil ser irrespetuoso, así que sigue así.

7. Evita dar afecto

Esta puede ser una forma muy efectiva para hacer que tu pareja se sienta miserable. Aunque necesite un abrazo y una mano en el hombro, eso es un esfuerzo y la infelicidad viene cuando eliges no esforzarte.

8. Enfócate en lo negativo

Sí, el romance puede haber sido bueno alguna vez, pero ese barco ya partió. Ignora esos recuerdos agradables, olvida la felicidad que tuvieron y dirige cada conversación hacia las cosas complicadas. Lo ligero no es para ti. Tu relación nunca será igual que antes… a menos que hagas un esfuerzo, lo cual podría incluso hacerla mejor que antes. Pero… ¿quién tiene tiempo para eso?

9. No busques terapia de pareja

Si tienes dificultades en tu relación, ¡genial! Lo último que quieres es un profesional imparcial metiéndose en tus asuntos, facilitando la resolución de conflictos de una forma sana. ¡Un psicólogo podría pedirte que te contactes con tus emociones o que cambies tu conducta! Muchas parejas realmente pueden trabajar sobre sus dificultades, pero sólo si ambos están dispuestos a hacer el esfuerzo. Si estás asustado o frustrado, ríndete. Recuerda, la pereza engendra infelicidad.

10. Engaña a tu pareja

Esto es una enorme traición a la confianza y probablemente destruirá tu matrimonio, dejándolos a ambos infelices. Sin embargo, esto es sólo para los expertos, avanzados y verdaderamente determinados buscadores de infelicidad.

Requiere esfuerzo tratar a tu pareja con respeto y amor. ¿Por qué hacerlo si quieres ser infeliz? Si estás haciendo alguna de las cosas mencionadas, ¡felicidades! ¡Has quitado los obstáculos y tienes lo que se necesita para ser miserable!