Una semana de duelo: Recordando a Hersh Goldberg-Polin
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En cualquier matrimonio pueden intercambiarse palabras duras. El factor crítico es lo que ocurre después. Si hay un intento de reparar la relación, ¿ese intento de reparación es aceptado?
El Dr. John Gottman, un famoso psicólogo que estudió durante décadas las dinámicas del matrimonio, escribió que es capaz de predecir la longevidad de un matrimonio con gran exactitud observando apenas 15 minutos de la conversación entre marido y mujer. A partir del tono de su interacción, él puede decir si hay afecto y cariño o si hay resentimiento, sarcasmo y desprecio.
Cuando leí la obra del Dr. Gottman me impresionó. Pero me pregunté por qué necesitaba 15 minutos para llegar a su predicción. ¿Acaso el sarcasmo no se puede detectar mucho antes?
Al estudiar en mayor profundidad la metodología del Dr. Gottman, comprendí que hay otra parte en su enfoque. Después de un comentario despectivo, si un miembro de la pareja trata de reparar lo ocurrido, ¿el otro lo acepta?
En cualquier matrimonio pueden intercambiarse palabras duras. El factor crítico es lo que ocurre después. Si hay un intento de reparar la relación, ¿ese intento de reparación es aceptado?
Los intentos de reparación pueden ser pedidos de disculpas usando las palabras clásicas: "lo siento". Más a menudo, el comentario punzante puede ser seguido por un comentario más suave. Si la pareja acepta la disminución del tono, entonces el matrimonio puede volver a encarrilarse. Pero si la persona rechaza el intento de reparación, entonces la conversación puede escalar con más ataques y defensas. Es precisamente en ese punto cuando el Dr. Gottman siente que su predicción es bastante exacta.
La mayor parte de la comunicación hablada tiene menos que ver con lo que se dice y más con cómo se lo dice. El tono que usamos, el lenguaje corporal que manifestamos, el ambiente que creamos, todo eso contribuye a fijar el escenario para la forma en que será entendida nuestra comunicación.
Quizás todavía más importante que el tono de un comentario inicial es el tono del intento de reparación. El judaísmo cree que las personas pueden cambiar. Todos cometemos errores. Y todos tienen la capacidad de asumir la responsabilidad por las situaciones difíciles y repararlas.
A menudo, lo que marca toda la diferencia es el tono de nuestra voz.
Prueba este ejercicio. Experimenta en tu oído mental las diferentes maneras en que se pueden formular las siguientes preguntas y declaraciones. Tómate tu tiempo, porque cada una puede tener por lo menos cuatro o cinco maneras diferentes:
El matrimonio requiere aprender el arte de la diplomacia, compartir tus pensamientos y sentimientos de una forma filtrada y respetuosa. Pero a veces tropezamos o somos mal entendidos. Si tu comentario se interpreta como insultante, asegúrate de intentar repararlo. Quizás un comentario que hiciste fue un poco duro porque estabas cansado, hambriento o un poco molesto. Apóyate en lo emocional y trata de decir algo agradable o un elogio. Al hacerlo, afirmas que la relación está bien y que hay mucho que admiras del otro.
Un comentario crítico o despectivo será tomado en perspectiva. Es sólo un pequeño problema que hay que resolver y no todo un tema que define la relación.
Recuerdo un incidente hace muchos años cuando todavía ni siquiera estaba casado. Estaba invitado en una agradable mesa de Shabat donde había muchos otros invitados. El anfitrión nos alentó a que todos compartiéramos nuestros pensamientos sobre cualquier tema que pensáramos que pudiera interesarles a los demás. Entre los invitados había una pareja joven; el marido era una persona particularmente brillante. Cuando llegó su turno, él citó una estadística. Dijo que había 13 millones de judíos en el mundo. Su esposa lo corrigió de inmediato: "Eso no es completamente correcto. Hay 17 millones".
Vi la cara de su esposo. Estaba avergonzado e insultado. Me sentí incómodo. ¿Por qué tuvo que convertir la mesa de Shabat en un tribunal? ¿No se suponía que debía ser un lugar para conversaciones agradables?
Unos minutos más tarde, la mujer entrelazó en la conversación un cumplido para su esposo. Vi cómo el rostro de él comenzó a brillar mientras ella lo elogiaba y cómo él cuidaba a sus hijos con gran sabiduría paterna. Me di cuenta que ella había comprendido lo que había hecho antes, que entendió que había actuado de forma impulsiva e inapropiada. Una disculpa verdadera y abierta hubiera sido un poco incómoda y fuera de lugar. Pero ella le estaba transmitiendo un claro intento de reparación por su indiscreción, y él claramente aceptaba su mensaje.
Un matrimonio sano se construye sobre estos intentos de reparación. En la vida real, todos cometemos errores. No somos ángeles. Los intentos de reparación dejan claro que, incluso en momento de diferencias, nuestra lealtad a la relación es constante y confiable.
El impacto de un intento de reparación se encuentra en gran medida en el tono. Cuando tu voz transmite amor, cariño y respeto, envías un mensaje mucho más poderoso que una simple disculpa. Un intento de reparación puede llevar a la pareja a un lugar mejor del que estaban antes de que se hiciera el comentario desagradable. Por eso no recomiendo que intentes reparar las cosas con un mensaje de texto o por correo electrónico. No importa cuántos emojis agregues, es difícil duplicar el poder del tono de una voz humana sincera.
La comunicación en el matrimonio es como una obra musical. Tiene altos y bajos. A veces incluso hay melodías simultaneas compitiendo entre ellas. La música del matrimonio tiene refranes y muchas veces hay estribillos, temas que se repiten una y otra vez. Y también hay momentos especiales cuando dos expresiones diferentes de una melodía se unen y crean una experiencia todavía mayor: la armonía.
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