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La mejor receta para dejar de sufrir y no preocuparse más de la cuenta es vivir el momento, con el cuerpo y alma, aquí y ahora.
Suena tan ilógico preguntar: "¿Dónde estás?" cuando una persona se encuentra frente a uno. Sin embargo, hoy más que nunca, sucede que la persona está físicamente en el lugar, pero su mente está divagando y sumergida en sus preocupaciones y angustias.
Entonces, están ausentes, aunque pareciera que están presentes.
El presente tiene el beneficio de regalar el control para decidir la actitud como uno va a reaccionar ante lo que vive en ese momento. Gracias al presente uno puede actuar con conciencia y responsabilidad. Ingredientes que dan un mejor sabor al recuerdo del pasado y bajan el estado de angustia que crea la duda del futuro.
El peligro y la pérdida más grande que existe radica en que si uno se distrae solo por un segundo, este preciado momento se esfuma y pasa a ser parte de la historia del pasado y casi con certeza, se transformará en una memoria triste y dolorosa.
El presente es un momento real, claro y tangible. Vivir el presente implica sentir la realidad incómoda y exponerse a cuestiones inesperadas. Es reconocer que todo fluye y cambia. Es aceptar que uno cuenta con el poder para reaccionar como desee ante a lo que le llega.
El presente se vive, no requiere, ni permite que uno "edite" la realidad para ajustarla a su conveniencia. El presente pertenece a un instante concreto entre el abrir y cerrar los ojos. Es, aceptar el momento y dejarlo fluir, con atención y fortaleza.
Al enfocarse en lo que uno ve, escucha, siente y hace, obtiene una llave para encontrar la paz interna y su felicidad. Estar presente y atento permite perder el miedo para poder confrontar con valor lo que toca.
El ahora, es el momento que permite hacer cambios que ayudan a mejorar el futuro. El presente, libera de pensamientos negativos pasados, futuros o ficticios.
Vivir el ahora no es fácil, se necesita desarrollar el hábito para concentrarse en lo que está pasando. Requiere que la mente se enfoque en la realidad, sin que se disperse o atraiga pensamientos que puedan nublar su visión.
El vivir en el presente hace que la persona deje de pensar en el qué dirán los demás. Dirige su atención a la realidad de lo que sucede y cómo puede aprovechar mejor lo que pasa, como consecuencia, se vive en plenitud y con mayor paz interna.
Estar presente es el regalo para las personas que están dispuestas a vivir sin reproches y con ganas para obtener provecho de su realidad inmediata.
Ingredientes:
Afirmación positiva para poder vivir en el presente:
Decido vivir este momento con plenitud. Reconozco que al vivir ahora le doy valor al momento que tengo y aprovecho lo que me llega. Mi vida está aquí, esto es lo que necesito hoy. Ser responsable de cada instante que me llega, me hace actuar con integridad y optimismo. Disfrutar el presente me da tranquilidad y me ayuda a ser mejor.
Por qué hay que aprovechar el presente:
"Somos lo que hacemos hoy, para mejorar aquello que fuimos ayer y que nos ayudará a tener un mejor mañana".
Extraído de recetasparalavida.com
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