Controlar las porciones

10/05/2023

2 min de lectura

Behar (Levítico 25:1-26:2 )

La mayoría tenemos la impresión de que sabemos cuándo estamos llenos. Podemos determinarlo con exactitud basado en señales internas de que estamos satisfechos y no necesitamos comer más. Sin embargo, la mayoría estamos equivocados. En una serie de estudios, la Dra. Bárbara J. Rolls de la Universidad de Pensilvania, demostró que el consumo general de alimentos y los sentimientos internos de saciedad se manipulan fácilmente en función al tamaño de las porciones. Si mis niveles de satisfacción se basaran sólo en sensaciones internas, que mi sándwich mida 15, 20, 25 o 30 centímetros no debería influir en cuánto de él como. Sin embargo, los estudios demostraron que ya sea que se coman bocadillos, papas fritas, fideos con queso o ensaladas, cuando hay más comida presente las personas tienden a comer más y necesitan más alimento para sentirse satisfechas.

En la porción de la Torá de esta semana leemos sobre la mitzvá de Shemitá, y se nos informa que cada siete años la tierra debe descansar. Aunque no podremos trabajar la tierra, la Torá nos dice (Vaikrá 25:19) que Dios nos proveerá nutrición y que comeremos hasta sentirnos saciados (veajaltem lasova). Sin embargo, el versículo continúa con algo que parece ser una redundancia. "Y si preguntas: ¿qué vamos a comer si no podemos sembrar el campo ni levantar nuestra cosecha?". La Torá responde que Dios bendecirá la cosecha del sexto año para que esta brinde suficiente producción para tres años (Vaikrá 25:20-21). ¿Pero no acaba de decir en los versículos previos que comeremos hasta sentirnos saciados? ¿Por qué después nos dice que si estamos nerviosos, no debemos preocuparnos, porque habrá suficiente alimento para tres años?

Rav Ovadia Sforno explica esta aparente repetición como un reflejo de dos bendiciones potenciales que nos ofrece Dios. La primera, y lo que pareciera ser la situación ideal, es que Dios bendecirá el potencial del alimento para saciarnos. El valor nutricional se incrementará, y una pequeña dosis de alimento nos mantendrá satisfechos más tiempo. Esto es similar a lo que los Sabios dicen respecto al maná, que a pesar de su tamaño era capaz de brindar adecuada nutrición y saciaba. Esta es la bendición ideal: porciones pequeñas, que sacian durante más tiempo. Pero luego la Torá agrega una bendición alternativa. Si nuestra fe no es suficiente y estamos nerviosos porque no podremos sentirnos satisfechos con porciones más pequeñas, entonces Dios también incrementará la cantidad de alimento. Nuestros ojos percibirán la vasta cantidad de alimento y nos sentiremos más cómodos y satisfechos.

Sforno subraya la subjetividad de la saciedad. La primera bendición hubiera sido suficiente. El único impedimento para que tuviera lugar sería nuestro propio nerviosismo porque las porciones se verían pequeñas. Para evitar cualquier ansiedad relacionada con el cumplimiento de las leyes de Shemitá, Dios está dispuesto a ceder ante esta debilidad humana y brindarnos porciones más grandes, sólo para que nos sintamos mejor. Sin embargo, lo ideal sería que estuviéramos satisfechos con la porción más pequeña.

Si podemos extrapolar de la Shemitá a nuestros hábitos alimenticios normales, el mensaje es claro, Nuestra capacidad de sentirnos satisfechos no es del todo biológica. También hay procesos psicológicos. El tamaño de nuestras porciones y las señales ambientales tales como el tamaño de nuestros platos y tazas, afectan la cantidad que comemos hasta sentirnos llenos. Si nos acostumbramos a comer de forma saludable, tal vez con la guía de un nutricionista o un psicólogo, podemos llegar a comer menos y seguir obteniendo los nutrientes importantes, y sintiéndonos igual de satisfechos.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.