Controversias en el fútbol chileno: La complicada retórica del Club Deportivo Palestino

Si bien hay muchos intereses alrededor del mundo del fútbol, es sabido que las confederaciones intentan mantener el ambiente lo más “libre” de cuestiones políticas posible. Sin embargo, desde el 7 de octubre hemos presenciado varias acciones en contra de Israel en el deporte más popular del planeta: jugadores israelíes expulsados de la liga turca, cánticos antisemitas en hinchadas de la Argentina, saludos nazis contra la selección israelí en los Juegos Olímpicos… pero nada se asemeja a las decisiones tomadas por el club Deportivo Palestino de Chile.

El Club Deportivo Palestino, que compite en la Primera División del fútbol chileno, se ha presentado en numerosas oportunidades luciendo un mapa del territorio de Israel pero incluyendo los límites anteriores a 1948, cuando fue creado el Estado judío. Es decir, una expresión de negación a la existencia del país. Esto en sí mismo es una provocación innecesaria, pero que ocurra luego del 7 de octubre tiene una connotación política innegable.

Algo similar había ocurrido en el año 2013, cuando el club decidió cambiar los números de la camiseta y, en lugar del “1” estamparon una imagen del mismo mapa antes mencionado. En ese momento la federación chilena sancionó al club y le prohibió utilizar ese conjunto. De todas maneras, al ingresar al sitio web del Deportivo Palestino, es la primera opción de camiseta que tienen a la venta.

En el año 2019, el club fue sancionado con una pena de 30 mil dólares porque, en medio de un partido de la Copa Libertadores de América, el narrador del estadio hizo una arenga para pedir “la liberación de Palestina”.

Puede ser que a muchos les suene sorprendente, pero Chile es el hogar de la comunidad palestina más grande del mundo fuera del Medio Oriente. Se estima que unos 500 mil palestinos viven en ese país de Sudamérica, al que llegaron por primera vez en 1850 y luego en mayor cantidad en los años ’40. Como es común en cualquier comunidad de inmigrantes, fundaron colegios, instituciones y, claro, el Club Deportivo Palestino en 1920.

La colectividad palestina en Chile fue fundada por inmigrantes de religión cristiana que tuvieron que huir del Medio Oriente por las persecuciones de los palestinos musulmanes.

Sin embargo, lo más interesante es que este centro comunitario, al igual que el resto de las bases de la colectividad palestina en Chile, fue fundado por inmigrantes de religión cristiana que habían tenido que huir del Medio Oriente por las persecuciones de los palestinos musulmanes… ¡los mismos a los que ahora tanto defienden!

Todo esto se suma a un clima político no demasiado sencillo para la comunidad judía chilena. La colectividad, que cuenta con tan sólo unos 20 mil integrantes, ha tenido que sufrir las expresiones anti-israelíes del presidente, Gabriel Boric. Boric, que ha dicho en el pasado que Israel es un “estado genocida”, ha elegido ponerse en contra del gobierno israelí desde la tragedia del 7 de octubre. Los roces diplomáticos han sido muy ásperos, a tal punto que el mandatario canceló un encuentro pautado con el embajador israelí, Gil Artzyeli. Además, Chile se sumó a Sudáfrica en la denuncia contra Israel por supuesta violación a derechos humanitarios en el conflicto en Gaza.

Y, como era esperable, el Deportivo Palestino también ha sido utilizado por varias figuras anti-israelíes para manifestar una postura política “disfrazada” en un apoyo deportivo. Hace pocos meses, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, un acérrimo anti-israelí que ha llevado a su país a romper las relaciones diplomáticas con el gobierno del Primer Ministro Binyamin Netanyahu, pidió públicamente que la gente respalde al Deportivo Palestino en un partido que se disputó en Colombia por la Copa Libertadores.

En otra ocasión, el cantante antisemita Roger Waters, al presentarse en Chile, se fotografió con una camiseta del Deportivo Palestino que llevaba su nombre. Casualmente le dieron la casaca número 11, con los dos “1” reemplazados por el mapa con los límites territoriales antes de la creación del Estado de Israel.

Como mencionamos, la comunidad palestina chilena es enorme, y sería injusto generalizar y decir que todos los integrantes de esa colectividad están en contra de Israel. De hecho, si alguno de ellos hace memoria, recordará que sus antepasados abandonaron esa tierra porque no podían ejercer libremente su religión estando bajo dominio musulmán.

Lo único que nos queda desear, además de que la paz llegue prontamente al Medio Oriente y que todos los secuestrados regresen sanos y salvos a sus hogares, es que las instituciones deportivas no sean utilizadas para enviar mensajes de odio que sólo sirven para dividir a las personas.