Cuando tienes cáncer, la gente dice las cosas más extrañas

15/09/2024

3 min de lectura

Cómo tratar a un amigo que está enfermo.

Como si no fuera suficiente el shock de un diagnóstico de cáncer y la avalancha de visitas médicas y pruebas de laboratorio, también hay que hacer frente a las reacciones de la gente. Al principio, los comentarios incómodos me abrumaban en un momento en el que necesitaba conservar la energía para mi propia curación. Ahora estoy más aclimatada a la situación.

Inicialmente no le conté a muchas personas sobre mi problema de salud. Comencé con algunos miembros de la familia y amigos seleccionados. "Sigue las pistas de la persona con cáncer. Respeta la necesidad de la persona de compartir o su necesidad de privacidad", dice Sharsheret, la comunidad judía de cáncer de mama y ovarios.

No des consejos que no te pidan ni seas crítico.

Me sentía agotada por la letanía de consejos y opiniones de una vieja amiga, que yo no había pedido. Otra persona preguntó al principio del proceso, antes de que se hubiera llegado a un diagnóstico: “¿Has pensado en la marihuana medicinal?”. Eso era lo que estaba más lejos de mi mente en aquel momento.

Sharsheret está en lo correcto: “No des consejos que no te pidan ni seas crítico”.

Me cansé de escucharme a mí misma racionalizando: “Todos tienen buenas intenciones”, mientras buscaba en Google “cosas estúpidas que la gente dice cuando tienes cáncer”. La mano Divina me llevó a un brillante libro escrito por Letty Cottin Pogrebin, “How to Be a Friend to a Friend Who’s Sick” (cómo ser un amigo para un amigo que está enfermo).

Ahórrame los clichés

La autora, ella misma sobreviviente de cáncer de mama, ofrece sabios consejos respecto a cómo relacionarse y ayudar a amigos que están enfermos, así como a quienes enfrentan la muerte, demencia, adicción, suicidio u otras tragedias de sus seres queridos. Por ejemplo, evita las perogrulladas, los clichés. Aunque salen de la boca fácilmente, suenan trillados. Imagina mi incomodidad cuando mi dentista aparentemente intentó consolarme diciéndome: “Nadie tiene asegurado el futuro".

Los adultos dicen las cosas más atrevidas.

Creo que el protocolo judío para las visitas de shivá para consolar a quienes perdieron a un ser querido puede servir de modelo respecto a cómo interactuar con un amigo que está enfermo. Durante una visita de shivá, los visitantes típicamente evitan iniciar la conversación. Escuchan y ofrecen apoyo sólo cuando les piden. Idealmente, atienden las necesidades de los deudos en vez de las propias y tienen que manejar la ansiedad y la incomodidad.

Escuchar es un regalo

Pogrebin dice que su enfermedad le enseñó las bendiciones del silencio a pesar de su instinto natural de llenar el aire vacío. Esto le enseñó a hacer un vuelo de reconocimiento antes de bombardear a alguien con ayuda. Le enseñó a prestar atención a las señales de la persona enferma. “Hay una época en la que quieren atención especial y una época en la que lo mejor que puedes hacer es otorgarles el honor de lo común y tratarlos como a cualquier otra persona”.

Estoy aprendiendo a descubrir y pedir lo que necesito. Este es un proceso en evolución. La “petición” no es siempre la misma. A veces sólo quiero que mis amigas me traten como la persona que yo era antes del diagnóstico; quiero pasar por esta fase de mi vida normalmente. Otras veces quiero que me escuchen, que me consuelen y me validen. Y en otros momentos, los rezos son las mejores expresiones de amor.

Y no siempre quiero hablar o responder trillones de preguntas sobre el cáncer (aplica esto a tu situación difícil particular, estoy segura de que entenderás a qué me refiero).

Las gotas de alegría son realmente refrescantes. Mi alma anhela compañía para un día de excursión a algún pueblo artístico, una tarde en un museo, una noche de cine o un fin de semana en una cabaña junto al lago. Estoy aprendiendo a pedir citas para jugar.

Aprender a ser vulnerable

La experiencia de cáncer ha sido increíblemente compleja y aún no la domino. ¿Por qué me percibo a mí misma como vulnerable si no soy siempre fuerte e independiente? ¿Puedo aceptar ayuda sin sentirme débil?

¿Es posible que este camino contenga regalos? ¿Podría llevarme a una vida con más sentido, construida sobre una base de amor y suavidad en vez de una gestión de imagen? Creo que sí. Parece que estoy cambiando hacia la aceptación y la entrega. Después de sentirme deprimida unos cuantos días tras la quimio 2, sentí un profundo despertar. Estoy empezando a dejar entrar más a la gente y a apreciar que el ping-pong de amor es de lo que se trata la vida.

La magia ocurre cuando dejo que los demás me conozcan en mis momentos más vulnerables.

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Luz
Luz
3 meses hace

Maravilloso mensaje de motivación

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