Cuatro madres únicas y su perdurable inspiración

14/05/2023

4 min de lectura

Cada una de estas cuatro madres nos inspiró de una forma diferente.

Al celebrar el día de la madre, celebremos el amor que perdura más allá del tiempo. Aquí hay cuatro madres que nos inspiraron, cada una en su manera particular.

1. El artista daltónico: la madre que rechazó el pronóstico 

Loren Long es un talentoso ilustrador infantil, que ilustró libros escritos por celebridades y por el ex presidente Barack Obama. Él también es daltónico. No ve la diferencia entre marrón y verde, azul y violeta. Ciertos matices lo eluden. Sin embargo, él creó hermosos dibujos coloridos que han deleitado a los niños de todo el mundo.

¿Quién le dio a Loren coraje para lograrlo?

A los 14 años, la madre de Loren lo llevó a un optometrista. Entonces le dijeron a Loren que era daltónico. El médico dijo que no era un gran problema, a menos que quisiera ser un artista.

El sueño de la vida de Loren era ser un artista.

Loren describió el momento que le dio el ímpetu para llegar a ser un grande. Cuando él lloraba en el auto al regresar a casa después de la consulta con ese médico, su madre le tocó la rodilla y le dijo: "Loren, tu arte es bello. No dejes que nadie te diga que no puedes ser un artista".

¿Qué hubiera sucedido si su madre no hubiera empujado a un costado las predicciones y las imposibilidades? Él se hubiera rendido. El mundo nunca hubiera visto los colores que brillaban en su cabeza.

En todo el mundo hay madres a quienes les dicen que sus hijos nunca harán o nunca serán algo. "Deja atrás tus sueños", les dicen. "Este hijo o hija vivirá una vida de limitaciones. Nunca llegará a gran cosa". Pero estas madres se mantienen firmes. Ellas son las principales admiradoras de sus hijos, alentándolos constantemente para seguir adelante. Donde otros ven rocas, ellas ven peldaños.

La grandeza está a un paso de distancia. Quizás sea un gran paso, tal vez incluso un salto. Pero ellas no se acuestan en una cama de limitaciones, sino que van pelando las capas hasta que descubren el potencial oculto de sus hijos.

2. Rajel: la madre que sonríe a pesar del dolor

¿Cómo es pasar las noches en una silla de hospital, con la madera clavándose en tu espalda, preguntándote si la vena de tu hijo logrará no colapsar después de soportar diez días la vía intravenosa? ¿Cómo te aferras a la esperanza, cómo mantienes viva la fe y pones una sonrisa en tu rostro cuando tu corazón se quiebra?

Mi amiga Rajel pasó demasiadas noches con su pequeña hija luchando contra una enfermedad. Los días se vuelven noches. Los meses se transforman en estaciones. Sin embargo, nunca conocí una mujer cuya sonrisa pueda iluminar una habitación como Rajel. Ella nunca se dejó vencer por la amargura. Ella trajo alegría a un mundo oscuro.

Vivaz. Afectuosa. Energética. Parece imposible. Pero aquí tomó forma el amor infinito de una madre. Yo estoy bien, por lo tanto tú, hija mía, estarás bien.

¿Cuántas madres podrían derrumbarse fácilmente y, sin embargo, por el bien de sus hijos ponen un pie frente al otro y siguen caminando? La chispa parpadeante del coraje extingue la desesperanza que fácilmente podría acabar con su alegría diaria. Con enorme audacia sonríen y miran al miedo a los ojos. Abrazan. Dan. Escuchan. Están cansadas pero luchan contra la fatiga de la enfermedad, la desesperación, la desilusión y el temor. Estas madres son las heroínas que dan fuerza al mundo.

3. Lucy Dee: La madre que dejó un legado vivo

Lucy Dee es la madre que murió a causa de las graves heridas que sufrió por los disparos de un terrorista palestino que también mató a sus hijas, Maia y Rina. Keren, de 17 años, es la hija mayor de Lucy que sobrevivió. Ella dijo: "Perder una madre es como perder la vida".

Hace ocho años, Lucy cumplió su sueño. Ella dejó atrás una vida activa en Inglaterra y se mudó a Israel con su esposo y sus hijos. Su pasión por vivir en Israel era una fuerza que la impulsó durante toda su vida. Lucy decía que no podía imaginarse vivir en ninguna otra parte.

Su hogar estaba repleto de calidez y amor. Ella era una amada educadora que enseñó a sus hijos que es necesario dejar una huella en este mundo. Una de sus preguntas favoritas en su mesa de Shabat era: "¿Qué hiciste hoy por otra persona?".

Las palabras del hijo de Lucy, pronunciadas en su entierro, reflejan el legado de vida que dejó Lucy:

"Mami, tú eras la persona más fuerte que conocí, mental y espiritualmente. Nunca encontraré a alguien tan generosa, bella y bondadosa. Gracias a ti, siempre nos sentimos seguros y felices en casa. Trataremos de ser fuertes y buenos como tú".

Ella vivió con fuerza y coraje y transmitió fortaleza y compasión a sus hijos.

Las madres que viven con una despedida final que se avecina, se enfrentan a promesas no dichas, sueños de acompañar a sus hijos a la jupá que quedan atrás. Cada momento que pasa es otra grieta en el corazón. Algunas madres parten trágicamente. Otras son conscientes de que, lamentablemente, sus días deben contar como años.

Pero el legado de una madre vive cada día y permanece. Nadie puede quitártelo nunca. Ella ha forjado un camino para sus hijos. El amor de una madre es eterno.

4. Rivká, la matriarca: la madre que amó a pesar de su decepción 

Rivká tuvo mellizos: Iaakov y Esav, y enfrentó un desafío que muchas madres encuentran. ¿Qué ocurre cuando mi hijo me decepciona? ¿Qué hago con mi desaprobación, mi desagrado y mi angustia?

Ver a sus dos hijos seguir caminos tan diversos quebró el corazón de Rivká. Iaakov, su hijo sagrado, vivía con un espíritu gentil. Esav, el cazador, era rudo y sanguinario.

Rivká nos enseñó que es posible amar incluso cuando no nos gusta.

Puede que no te agraden los actos de tu hijo. Puedes sentirte frustrada y molesta. Te preguntas qué será de ese hijo. ¿Cómo pudo ocurrir? ¡Te esforzaste tanto!

Pero cuando Iaakov huyó para salvar su vida de las manos de su hermano, la Torá llama a Rivká la "madre de Iaakov y Esav". Es decir que Rivká se veía a sí misma como la madre de ambos. Ella los llevó en su vientre, les dio vida y sí, los amaba a pesar de las disparidades y las deficiencias.

Las madres otorgan el amor eterno. Es una fuerza diferente de cualquier otra, feroz y duradera, un amor que surge de las profundidades del alma y dura mucho más allá del último suspiro de vida.

A las madres de todo el mundo, este es un tributo en su honor.

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