De misionera cristiana a judía observante

09/06/2022

4 min de lectura

La misión de Shannon Nuszen era convertir a la mayor cantidad posible de judíos. Su fidelidad a la verdad la llevó en una dirección inesperada.

La historia de Michael Elkohen, el misionero encubierto que se hacía pasar por judío ortodoxo y se infiltró en una comunidad ortodoxa en Jerusalem, causó conmoción en todo el mundo. Él admitió sus intenciones misioneras en el 2014 pero logró evadir mayor examen mudándose a la comunidad angloparlante en el barrio Guivat Tzarfatit (la colina francesa). Hace un año, un periodista que conocía su confesión le notificó sobre la pareja a Shannon Nuszen, la directora de Beyneynu, una organización que expone actividades misioneras en Israel. Entonces descubrieron que Elkohen usaba dos perfiles de Facebook – uno con identidad judía y otro con identidad cristiana.

“Comenzamos una investigación para verificar la verdad”, contó Shannon en una entrevista con Aishlatino.com. “Una semana antes de la que planeábamos comunicar la información a los líderes, la historia explotó en los medios de comunicación cuando una niña que asistía a la misma escuela que los hijos de los misioneros les dijo a sus padres que una compañera de clase les hablaba a sus amigas sobre Jesús”.

Aunque Elkohen borró sus perfiles en las redes sociales y niega las acusaciones, Beyneynu cree que cuenta suficiente evidencia para probar sus afiliaciones misioneras – y su acto de traición a la comunidad que le extendió la mano a su familia. Shannon compartió la evidencia con el Ministerio del interior de Israel. “Mi esperanza es que el gobierno y las instituciones judías finalmente vean la necesidad de que por lo menos haya un departamento que filtre las solicitudes de Aliá e impida que solicitantes fraudulentos entren a Israel”, dijo Shannon.

En relación con la familia Elkohen, Shannon declaró que su esperanza era que el gobierno revocara su ciudadanía transmitiendo un fuerte mensaje a todo el mundo cristiano respecto a que aunque Israel aprecia su apoyo social, político y financiero, limitan por completo toda actividad misionera, fraude y tácticas engañosas en contra del pueblo judío.

La historia de vida de Shannon Nuszen la califica ampliamente para promover la consciencia sobre los misioneros en Israel. Shannon nació y fue educada como cristiana evangélica, y era una misionera activa.

Shannon con el presidente Isaac Herzog

Shannon siguió el camino típico de una joven orientada hacia lo espiritual, nacida de padres devotamente religiosos (su padre era ministro). De pequeña, Shannon hablaba en grupos juveniles mientras su padre predicaba en la iglesia. Mas adelante se unió a una congregación mesiánica dedicada a convertir judíos. “En realidad, todos los cristianos evangélicos evangelizan”, explicó Shannon. “Evangelizar al mundo es central para su creencia, y convertir a los judíos es una prioridad”.

Como parte de su entrenamiento como misionera, Shannon comenzó a frecuentar centros judíos, Jabad, restaurantes kasher. “Me enseñaron a hacerme amiga de la comunidad judía, a convertirme en una cara amistosa y reconocida”. Ella se hizo pasar como una mujer que buscaba la traducción exacta de los versos bíblicos, específicamente de aquellos que se refieren a la redención y al mesías. Ella confrontaba a una persona judía y luego señalaba un versículo en Isaías, sugiriendo que se refiere a Jesús. “Las personas se confundían y no sabían qué responder”, contó Shannon.

Aunque lograba persuadir a los judíos que tenían menos conocimiento, Shannon enfrentaba oposición cuando se encontraba con judíos afiliados. “Cuando les enseñaba a ellos los versículos, me respondían que yo estaba traduciendo mal las cosas y sacando los versículos fuera de contexto. Una persona se enojó bastante conmigo, pero después me dio casetes de Outreach Judaism, una institución judía contra los misioneros”.

Al comprender que debería equiparse mejor para responder a sus argumentos, Shannon se propuso aprender los versículos en su contexto adecuado. “Cuando estudié los versículos previos y posteriores, me confundí mucho más. Así que decidí al menos estudiar cómo responder a los argumentos de los opositores a los misioneros. Comencé a escuchar las clases de Rav Tuvia Singer, el fundador de Outreach Judaism”.

Esa experiencia le cambió la vida. “Me impresionó como Rav Singer defendía el judaísmo. Mientras más estudiaba, más se desmoronaba todo lo que yo creía”. Shannon también comenzó a aprender sobre judaísmo a través de Aish.com y clases de Jabad. “Vi en Aish.com un artículo sobre la película Matrix que realmente tenía sentido”. “Me sentí como se sintió Neo cuando tragó la pastilla azul y vio una realidad completamente diferente. Sentí que me estaba desconectando”.

La natural búsqueda de la verdad de Shannon eventualmente la impulsó a convertirse. “Vi la belleza del judaísmo; me gustó la prioridad que le da a la tradición y familia”.

Pero abandonar su fe no fue una decisión fácil. “Fue devastador”, admite Shannon. “Toda mi vida estaba construida sobre la base el sistema de creencia cristiano. De pronto, el núcleo de la vida me fue arrebatado”.

El padre de Shannon pronto siguió sus pasos y se convirtió en un noájida, una persona no judía que cumple las siete leyes bíblicas que los no judíos deben cumplir. Pero el resto de sus amigas y familia no la apoyaron. “Cuando rechazas el cristianismo, pierdes a tus amigos y a tu familia; eres expulsada de la comunidad”.

Pero Shannon, quien siempre había tenido su corazón puesto en Israel, encontró enorme significado en su nueva vida en el estado judío. “La vida judía está llena de propósito. Sólo el hecho de que vivo en Judea tiene un propósito y cada mitzvá es otra oportunidad para agradecerle a Dios”.

Shannon también trabajó durante años en organizaciones en contra de los misioneros y su experiencia personal la llevó a fundar Beyneynu. “Lo que me impulsó fue mi incesante búsqueda de la verdad y mi disgusto con incluso la más pequeña de las mentiras". “Tenía que buscar la verdad por mí misma y creo que es mi misión exponer la verdad en todo lo que hago”.

Shannon explica que los israelíes ignoran por completo las amenazas misioneras en Israel y su ingenuidad los hace especialmente vulnerables. Los misioneros exitosos no hacen proselitismo abiertamente, aunque algunos sí se visten con kipá y tzitzit, otros se acercan a judíos con menos conocimiento como verdaderos amigos. “Ellos afirman que no tienen ninguna agenda, pero no es verdad. Muchos tienen la meta de acercar a los judíos al cristianismo". Shannon continúa activando en beneficio al pueblo judío, investigando y exponiendo amenazas misioneras para proteger a la vulnerable población judía.

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