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Está llegando el momento de celebrar el día más sagrado del año.
En palabras simples, Iom Kipur es el 'Día de la expiación'.
Así que, antes de este día y durante él, puedes decir: "Dios, lo siento si cometí errores el año pasado".
Y lo más importante, también puedes decir "lo siento" a aquellos a quienes hayas herido y decir "te perdono" a quienes te hayan herido a ti.
¿Por qué? Pues, ya sabes, es como esas aplicaciones viejas e inútiles en tu teléfono que lo ralentizan y ocupan espacio. Los rencores y los malos sentimientos son como esas apps, ralentizan nuestro bienestar emocional, y Iom Kipur es tu oportunidad para eliminarlas.
También ayunamos en Iom Kipur y nos abstenemos de cosas como bañarnos, usar zapatos de cuero, untarnos lociones y aceites, y tener relaciones íntimas. Hacemos esto para que, al menos por un día, seamos capaces de ignorar nuestro cuerpo físico y nos concentremos en vez en nuestra alma.
¿Quieres observar Iom Kipur como corresponde? Aquí te decimos cómo:
Comienzas antes del atardecer con una cena antes del ayuno. Piensa en ella como en "cargar combustible para una maratón espiritual".
Después, asistes a Kol Nidrei, el servicio de Iom Kipur que oficialmente inicia la festividad.
Kol Nidrei nos ayuda en dos cosas:
Una, nos permite anular las promesas antiguas que no pudimos cumplir. Piensa en esto como un botón de "reinicio" para las promesas que hiciste sin pensarlo bien.
Dos, Kol Nidrei nos ayuda a mirar hacia adelante y preguntar: "¿Eres serio respecto a tus nuevas promesas? ¿Puedes cumplir con tu palabra?".
Esto es más relevante HOY que nunca. ¿Por qué? Porque vivimos en un mundo donde el poder de la palabra pareciera ser tan firme como la última tendencia de TikTok.
Al avanzar hacia el día de Iom Kipur, asistimos a servicios centrados en el perdón y las segundas oportunidades, conectándote con la idea de que, cuanto más perdones a los demás por sus errores, más te perdonará Dios a ti por los tuyos.
Es como el secreto místico para ser perdonado.
El día concluye con Neilá, el servicio más emocionante de todos, cuando se dice que las "puertas de la plegaria" están a punto de cerrarse y tienes una última oportunidad para buscar el perdón.
Y cuando el Shofar suena por última vez, ¡lo lograste! ¡Haz sido perdonado! ¡Ahora es hora de comer!
Créelo o no, los judíos han estado ayunando en Iom Kipur mucho antes de que el ayuno intermitente se convirtiera en tendencia.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué? Quiero decir, ¿acaso las fiestas judías no se tratan en general de comer hasta reventar?
Déjame explicarte: ayunar en Iom Kipur es como presionar el botón de pausa en tu cuerpo para que puedas aumentar la energía de tu alma.
Es como si cambiaras el guion de tu vida y dijeras: "¡Ey, no solo vivo para comer, sino que como para vivir!".
Piénsalo de esta manera: cuando llegues al final de tu vida, con suerte dentro de muchos, muchos años, ¿quieres que tu lápida diga: "Se comió un montón de hamburguesas", o preferirías que dijera algo como: "Vivió con sentido y propósito"?
Claro, la primera es bastante divertida y quizás digas que estaría bien con eso, pero ¡piénsalo de verdad! ¿Qué tipo de legado quieres dejar?
Por supuesto, comer y darte un capricho ocasionalmente es algo que puedes y debes disfrutar, pero en Iom Kipur, estás haciendo una declaración de que los aspectos físicos de la vida son un medio para un fin... y no al revés.
¿Sabías que la palabra "chivo expiatorio", que se refiere a alguien que es culpado por algo, en realidad viene de Iom Kipur? En la antigüedad, el Sumo Sacerdote tomaba un chivo (literalmente), confesaba todos los pecados del pueblo sobre él y luego lo enviaba al desierto hasta que éste se perdía. De ahí viene el concepto de "chivo expiatorio".
Y, ¿sabías que mucho antes de esto, Dios estaba conversando con los ángeles cuando estaba considerando crear a los seres humanos y a los ángeles no les agradaba la idea? Los ángeles le dijeron a Dios: "¿Para qué crear humanos que son imperfectos cuando nosotros, los ángeles, somos literalmente perfectos?". Pero Dios les dijo: "Sí, pero ellos tendrán la capacidad de lograr grandeza utilizando su libre albedrío para elegir el bien sobre el mal, y al hacerlo, alcanzarán mayores alturas que ustedes, los ángeles". Eso dejó callados a los ángeles muy rápido.
Estas historias ilustran por qué los judíos expían en Iom Kipur:
Una, para lograr un borrón y cuenta nueva al liberarse de los errores, como si fueran enviados con el chivo al desierto.
Y dos, para que puedan aspirar a la grandeza en el año que viene usando su libre albedrío para elegir hacer lo correcto.
Y aunque nunca serás perfecto como los ángeles, ese es el punto. Son tus imperfecciones y tu capacidad de seguir intentando lo que te hace grandioso.
Las Altas Fiestas son un tiempo en el que haces una contabilidad espiritual: revisas tus acciones, identificas debilidades, pides perdón, perdonas y haces un plan de acción para el próximo año.
Pero una vez que terminan las Altas Fiestas... ¿qué sigue?
Primero, esas resoluciones que hiciste, ¡manténlas! Escríbelas en algún lugar donde las veas todos los días.
Luego, recuerda que "lo siento" no es solo algo de las Altas Fiestas. Si cometes un error, no es algo que se haga una vez al año. Discúlpate cuando sea necesario, perdona cuando te lo pidan, tan simple como eso.
Y esa conexión espiritual que sentiste durante las Altas Fiestas, sigue participando en actividades que nutran tu alma, ya sea rezos, meditación o simplemente estar allí para los demás.
Oh, y trata de cumplir lo que dijiste que harías, y si no puedes, sé abierto y comunica por qué.
Y si olvidas todo lo anterior, permite que esa pequeña voz en tu cabeza te lo recuerde. Es como tu propio Shofar.
¿Ustedes también lo escucharon, o fui solo yo?
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