¿De qué se trata la festividad judía de Sucot?

14/10/2024

4 min de lectura

¿Por qué los judíos dejan sus hogares justo después de las Altas Fiestas para vivir en la sucá y agitar las 4 especies? ¿Qué nos enseña esto sobre la alegría?

Sucot es una festividad judía que dura una semana (ocho días fuera de Israel) y que comienza cinco días después de Iom Kipur. Mientras que Iom Kipur es un día solemne de expiación, Sucot cambia completamente el tono con notas de alegría y celebración. Es una "fiesta de la cosecha" que nos recuerda el tiempo en que los judíos vagaron por el desierto durante cuarenta años tras su éxodo de Egipto, viviendo en refugios temporales o "sucot" (plural de "sucá"). Estas cabañas frágiles y temporales nos recuerdan la vulnerabilidad de la vida y cómo los judíos dependían de la protección divina durante aquellos años en el desierto.

La sucá es un símbolo central de la festividad. Muchas familias judías construyen una al aire libre, a menudo decorándola con frutas, vegetación, adornos y luces. Durante siete días (ocho días fuera de Israel), se comen las comidas dentro de la sucá, e incluso algunos duermen en ella, dejando atrás las comodidades de sus hogares para reconectar con la sencillez y el refugio de Dios, directamente bajo las estrellas.

Además de la sucá, otro elemento clave de la festividad son las 'cuatro especies', que consisten en el lulav (una larga rama de palma), hadasim (ramas de mirto), aravot (ramas de sauce) y el etrog (una fruta cítrica similar a un limón grande). Estas especies se sostienen juntas y se agitan en todas direcciones durante los rezos de Sucot, simbolizando la unidad de toda la nación (y de toda la creación) bajo la soberanía de Dios. Según su forma, cada una de estas especies representa una parte del cuerpo: el lulav representa la columna vertebral, los hadasim los ojos, las aravot los labios y el etrog el corazón, simbolizando cómo servimos a Dios con todo nuestro ser.

Sucot nos recuerda que la verdadera felicidad no proviene de las cosas materiales, sino de la gratitud, la conexión y la comunidad.

Una de las razones por las que Sucot sigue inmediatamente a Iom Kipur es porque, tras la expiación y la limpieza espiritual, Dios quiere que nos involucremos de inmediato en buenas acciones. Entonces nos da este tiempo de celebración para que comencemos de inmediato a construir la sucá, comprar las cuatro especies, agitar el lulav y, por supuesto, cocinar y compartir comidas con nuestros seres queridos e invitados. Después de todo, ¿qué sería una festividad judía sin comida, verdad?

El 'tiempo de nuestra alegría'

Sucot se conoce también como zmán simjateinu, que significa 'el tiempo de nuestra alegría'. La alegría es el elemento principal de la festividad. Pero, ¿cuál es la conexión entre una festividad que recuerda el vagar por el desierto y la alegría?

En su esencia, Sucot nos enseña a regocijarnos en lo esencial de la vida. A pesar de la naturaleza temporal y frágil de la sucá, nos invita a encontrar alegría en el presente y a apreciar lo que tenemos: refugio, comida, familia y comunidad. La alegría de Sucot no proviene del lujo material, sino de reconocer y celebrar las bendiciones simples que a menudo pasan desapercibidas.

Además, después de la intensidad de Rosh Hashaná y Iom Kipur, donde confrontamos nuestras deficiencias y buscamos el perdón, la sucá, con sus cuatro paredes (aunque técnicamente solo se requieren tres), es como la forma de un abrazo. Es como si Dios nos abrazara, diciéndonos: "Te amo. Eres lo suficientemente bueno". Es un tiempo de tranquilidad después de haber sido vulnerables, como si Dios nos acercara después de haber expuesto nuestras almas en Iom Kipur. También se compara con el cobijo nutritivo de un útero, ya que envuelve todo nuestro cuerpo.

Tres maneras en que Sucot cultiva la alegría

Sucot nos enseña cómo cultivar la alegría a través de la gratitud, la conexión con la naturaleza y la comunidad. Trae el espíritu de Sucot a tu vida con estas prácticas:

1. Gratitud por el presente

Al entrar en una sucá, hacemos una pausa y simplificamos la vida. El techo abierto nos permite mirar al cielo, recordándonos tanto nuestra vulnerabilidad como la abundancia que nos rodea. Este momento de reflexión cambia nuestro enfoque de "lo que nos falta" a "lo que tenemos", despertando en nosotros gratitud, uno de los ingredientes clave de la alegría. Durante Sucot, saborea estos pequeños momentos, ya sea a través del aroma fragante del etrog y los hadasim, o simplemente estando presente bajo las estrellas. En un mundo que enfatiza la acumulación, Sucot nos invita a bajar el ritmo y apreciar el presente.

Consejo práctico: Ya sea que tengas una sucá o no, practica la gratitud tomando unos momentos cada día durante Sucot para enumerar tres cosas por las que estás agradecido/a. Intenta incorporar prácticas de mindfulness (atención plena), como ejercicios de respiración o inhalar completamente el aroma del etrog y los hadasim, para mejorar tu experiencia en la festividad.

2. Conexión con la naturaleza

Sucot está profundamente conectado con el ciclo agrícola y la cosecha. Incluso hoy, nos brinda la oportunidad de reconectar con la tierra. Pasar tiempo en una sucá, agitar el lulav y sostener el etrog son formas de interactuar con la naturaleza y sus ritmos. Para muchos, esta conexión trae una sensación de paz y satisfacción, recordándonos nuestro papel como guardianes del medio ambiente y fomentando la alegría en nuestra relación con el mundo natural.

Consejo práctico: Si no puedes construir una sucá, reconéctate con la naturaleza pasando tiempo al aire libre. Da un paseo, siéntate en un parque o comparte una comida afuera. Estos momentos te ayudarán a reflexionar sobre las bendiciones simples de la vida. Si es posible, toma prestado un set de las 'cuatro especies' de un vecino judío o de tu sinagoga local y participa en la tradición de agitarlas en todas direcciones.

3. Construcción de comunidad y compartir la alegría

Una de las tradiciones más alegres de Sucot es dar la bienvenida a invitados a la sucá, conocidos como ushpizin (invitados en arameo). Ya sea con amigos, familiares o vecinos, reunirse en la sucá enfatiza la importancia de la comunidad. La alegría se multiplica cuando se comparte, y Sucot crea un espacio para construir conexiones y crear recuerdos duraderos. La festividad nos anima a abrir nuestros hogares, o en este caso nuestras sucot, y celebrar juntos.

Consejo práctico: Utiliza este tiempo para conectarte con tus seres queridos. Invita a alguien a una comida o aprovecha la oportunidad para fortalecer una relación. Compartir experiencias y crear recuerdos alegres con los demás es fundamental en la festividad de Sucot.

Sucot nos recuerda que la verdadera felicidad no proviene de las cosas materiales, sino de la gratitud, la conexión y la comunidad. Al reflexionar sobre las simples pero profundas tradiciones de Sucot, podemos traer más alegría a nuestras vidas, tanto durante la festividad como durante todo el año. Es una celebración de la fragilidad de la vida, pero también de su belleza, resiliencia y abundancia. A través de la sucá, el lulav y el etrog, y las comidas compartidas con seres queridos, Sucot nos invita a bajar el ritmo, apreciar lo que tenemos y celebrar la alegría de simplemente estar vivos.

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