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La festividad de Sucot nos recuerda cuál es la verdadera fuente de la serenidad y la seguridad, y qué es realmente importante en la vida.
¿Quién hubiese podido imaginar que las atrocidades del 7 de octubre llevarían a decenas de miles de personas en todo el mundo a luchar apoyando ese barbarismo? Israel es atacado, hombres, mujeres y niños son masacrados, y las víctimas inocentes y heridas son culpadas.
Hamás se llevó 250 rehenes a Gaza después de violar, quemar y asesinar a 1.200 personas. Sin embargo, Israel es acusado de una guerra que Hamás comenzó. Los terroristas de Hezbollá lanzaron 80.000 misiles, cohetes y drones en el último año, y causaron que 60.000 israelíes debieran dejar sus casas cerca de la frontera. Hassan Nasrallah, conocido por ser un terrorista sediento de sangre, fue asesinado por fuerzas israelíes, pero el "New York Times" lo presentó como un "poderoso y amado orador, que ayudó a proveer servicios sociales para el Líbano".
Ese es el hombre que proclamó que si todos los judíos se reunieran en Israel eso le salvaría a Hezbollá y a los musulmanes el esfuerzo de tener que ir a buscarlos por todo el mundo. Él dijo que los judíos son "descendientes de simios y cerdos" y prometió destruirlos en nombre de Alá. Para financiar el terrorismo, él convirtió a Hezbollá en uno de los mayores grupos narcotraficantes y narcoterroristas del mundo. ¿Esta es la querida figura por la que lloran?
No pasa ni una semana sin que se escuche de un estudiante o un padre cuyo hijo sufrió acoso, amenazas y antisemitismo en los campos universitarios, mientras profesores y administradores hacen la vista gorda. Las universidades destinadas a educar se han convertido en focos de odio. Los judíos son considerados como "privilegiados", ignorando miles de años de persecución y racismo. Como un cáncer, este nuevo antisemitismo antijudío antisionista, se ha puesto de moda entre estudiantes y profesores que visten kufiya.
Nuestro mundo se ha vuelto loco.
¿Dónde podemos encontrar serenidad?
La festividad de Sucot nos ofrece un antídoto contra todos los males a los que nos enfrentamos.
La sucá nos hace salir al aire libre, bajo las estrellas. Abandonamos nuestros hogares, nuestras comodidades diarias, y encontramos protección en la "sucá de paz". En un mundo donde la verdad y la seguridad parecen estar desvaneciéndose, encontremos serenidad dentro de las murallas de la sucá.
Sucot nos eleva a un mundo superior. Siéntate dentro de tu sucá y recuerda las Nubes de Gloria que acompañaron a los israelitas en el desierto al salir de la esclavitud de Egipto. Como símbolo de su recién descubierta relación íntima con Dios, estaban rodeados por la protección de Dios. La nación judía descubrió que era amada; sacada de una vida de dolor y miseria. Muchos hemos estado enfrentando el miedo, la tristeza y la ansiedad. ¿Cómo pudo ocurrir que sufriéramos la peor tragedia desde el Holocausto? ¿Acaso los judíos en el Mundo Occidental están a salvo? ¿Podrá soportarlo la siguiente generación?
Sucot nos recuerda que cada uno tiene sus propias Nubes de Gloria en su vida. Podemos recuperar ese sentimiento de cercanía con Dios. Sí, estamos doloridos. Hemos soportado el sabor amargo de la persecución y el odio que nos dejó tambaleando. Pero al mismo tiempo, nos mantenemos firmes y orgullosos. Nuestro consuelo no proviene de las cosas materiales de nuestros hogares, sino de la magia que hay en nuestras almas.
En medio de toda la oscuridad, hemos visto la luz de un despertar espiritual. Judíos que nunca habían pensado en esto, ahora adornan sus cuellos con estrellas de David. Muchos han pedido descubrir la sabiduría judía, unirse a otros en una comida de Shabat o encender por primera vez las velas de Shabat. Se ha encendido una conexión. El orgullo no viene de nuestras posesiones, sino de saber quiénes somos y de dónde venimos.
Si algo hemos aprendido este último año es cuán valiosa es la vida. Sucot nos da la oportunidad de dejar atrás nuestras "cosas" (los placeres materiales, la acumulación incesante, el flujo interminable de mensajes y textos) y enfocarnos en lo que de verdad importa en la vida: la conexión con nuestra familia, con nuestros amigos y con la Divinidad.
Piensa cuántos padres y madres esperan que sus hijos vuelvan a casa. ¿Cuántos hijos e hijas lloran hasta quedarse dormidos imaginando que oyen la voz de sus padres? ¿Qué no darían por un beso más, un abrazo más y una oportunidad más de decirles "te quiero"?
Sucot es llamada "la festividad de la alegría". Nuestro camino este último año estuvo lleno de dolor. Aunque el dolor permanece, debemos encontrar ahora lugar para el consuelo. El pueblo judío es una nación de amor. Construimos nuestro mundo a través del amor. Este último año conocí a muchos judíos que pueden parecer diferentes a mí, pensar diferente, pero hemos descubierto que somos una familia. Esta ha sido la experiencia de innumerables personas que abrieron sus corazones a hermanos y hermanas que ni siquiera sabían que existían.
Este Sucot, experimenta la alegría que llega al estar rodeados por el refugio de la fe, de la confianza y del amor; cuando nos conectamos espiritualmente como una nación. Am Israel Jai.
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Poderoso artículo . Jeremias 15:20-21 es también para este tiempo B.H. gracias por las enseñanzas que publican, nos ayudan a estar firmes en nuestra Fe en HaShem.
Muchas gracias por compartir. Saludos desde Lima, Perù.