El efecto del "nuevo comienzo"

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Tzav (Levítico 6-8 )

El nuevo año es un momento ideal para un "nuevo yo". Cuando cambiamos el calendario y comenzamos un nuevo año, esto sirve como un marcador y motivador para el cambio personal. Katherine Milkman, profesora de Wharton, llamó a este fenómeno psicológico el "efecto del nuevo comienzo". Al explicar la mentalidad de esta teoría en el programa "Freakonomics Radio", Milkman afirmó que nos disociamos de las fallas del año previo: "Yo no soy eso. Ese es mi 'yo' previo. No es mi nuevo 'yo'. Mi nuevo yo no va a cometer esos errores".

Su formulación nos recuerda las palabras de Maimónides en sus "Leyes del Arrepentimiento", donde escribió que parte del proceso de cambio requiere un cambio de nombre simbólico, como si dijéramos: "Soy una persona diferente y no la misma que pecó".

La hipótesis de Milkman y sus colegas es que esta disociación con nuestro pasado no sólo está confinada al nuevo año, sino que a lo largo del calendario hay otros hitos temporales que incentivan este cambio de comportamiento. Para probar su teoría, ellos descargaron ocho años de búsquedas en Google de la palabra "dieta", y descubrieron que la gente busca más la palabra "dieta" al comienzo de cada semana, de cada mes, de cada año y de cada semestre; o después de un cumpleaños o una festividad. Encontraron resultados similares al investigar cuándo la gente iba al gimnasio: también aquí la asistencia incrementaba después de estas oportunidades para un nuevo comienzo.

Desde la perspectiva del calendario judío, Rosh Hashaná, los Diez Días de Arrepentimiento y Iom Kipur representan la perspectiva de un nuevo comienzo. Sin embargo, restringir el cambio y los nuevos comienzos sólo a esta época del año es sumamente limitante. También cada nuevo mes nos presenta una oportunidad de transformación. Esto queda subrayado con las celebraciones de Rosh Jódesh, y es especialmente pertinente para aquellos que tienen la costumbre de ayunar y arrepentirse el día previo al comienzo de cada nuevo mes (conocido como Iom Kipur katán).

Sin embargo, las oportunidades no se limitan al nuevo año o a los nuevos meses. La Parashat Tzav comienza con las leyes de la ofrenda ardiente. Una parte esencial del proceso del sacrificio era que el sacerdote separaba ceremoniosamente las cenizas del sacrificio del día anterior y las alejaba del campamento (Vaikrá 6:4). Rav Shimshon Rafael Hirsch explica que este acto significa que cada día es un nuevo comienzo, y nos convoca a "salir a cumplir nuestra misión con nueva y completa devoción y sacrificio". Rav Hirsch considera que una aplicación de este simbolismo es la importancia de no ser complacientes con los logros de ayer, comenzar de nuevo con la misma energía a pesar de la naturaleza un poco repetitiva de la existencia.

Tal vez podemos sugerir otro mensaje. A pesar de las partes que se "quemaron" ayer, cada día debemos comenzar de nuevo y con frescura. Dejar de lado los defectos de ayer y comenzar hoy desde cero. Si bien los nuevos años, nuevos meses y nuevas semanas proveen una oportunidad para la reflexión, la verdad es que esto también lo ofrece cada nuevo día. El imperativo de arrepentirse y mejorar tiene fuerza durante todo el año, no sólo durante las Altas Fiestas.

Es importante buscar en el calendario hitos temporales que nos ayuden a motivarnos a cambiar. Pero no tenemos que esperar hasta el primer día del año, el primer día del mes o el próximo lunes para comenzar a mejorar. Cada día es un nuevo comienzo.

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