El elemento tierra: Superar la pereza y la mentalidad de escasez

28/06/2022

4 min de lectura

Tres herramientas para elevarnos de la pesadez de nuestro cuerpo físico.

Algunas personas parecen explotar siempre con energía y entusiasmo. Están tan llenas de vida que cuando entran a una habitación todo se electrifica con su presencia. Su entusiasmo por la vida es como un imán. Todos quieren estar cerca de ellos. ¿Cuál es su secreto?

La clave para obtener esta energía se encuentra en dominar el elemento tierra, que representa al cuerpo físico, nuestros instintos de supervivencia y la necesidad de sentirnos seguros. Esta es también la raíz de la pereza y la lentitud. Así como la tierra es estable y densa, el elemento tierra del néfesh, nuestra fuerza vital, no se inclina de forma natural hacia la acción, la espontaneidad o el riesgo, sino que más bien trata de asegurarse que haya estabilidad y seguridad en nuestra vida.

Estos instintos de supervivencia pueden llevar a la inseguridad y la tristeza, y la raíz de esto es esta preocupación respecto a que el mundo no puede proveer para todos sus habitantes. No importa cuánto tengamos, siempre hay una voz interna que crea preocupación respecto a lo que traerá el futuro y nos lleva a sentirnos inseguros con quienes somos y lo que tenemos. Esto provoca que nos cueste más estar presentes, disfrutar la vida que tenemos y abrir nuestra mano para dar libremente a los demás. Y cuando vemos que a otra persona le va bien, eso crea una sensación de envidia. Nos parece que todos los demás avanzan en la vida mientras que nosotros estamos estancados en el mismo lugar.

Aquí hay tres herramientas para elevarnos por encima de esta atracción hacia abajo que ejerce el elemento tierra:

1. Movimiento y expresión externa de alegría

Rav Moshé Jaim Luzzatto enseña:

Aquél que percibe una aceleración de sus movimientos externos… se condiciona a experimentar un movimiento interno fogoso a través del cual el anhelo y del deseo crecerán continuamente. Sin embargo, si es perezoso en el movimiento de sus miembros, el movimiento de su espíritu se extinguirá y desaparecerá.(1)

Cuando uno usa sus movimientos externos de una forma que expresa vida, alegría y emoción de estar vivo, esto crea "un movimiento interno fogoso", sentimientos de energía, vitalidad y felicidad. En hebreo, esto se llama zerizut.

Los movimientos externos energéticos pueden incluir la actividad física, como acomodar nuestra postura, incrementar el ritmo en que nos movemos, hacemos ejercicio, cantamos y bailamos, nos reímos e incluso cómo hablamos sobre temas alegres. Incluso si estos actos no surgen de forma natural, obligarnos a hacer estas cosas eleva por completo el estado de ánimo de la persona. Como suelen decir: "el movimiento enciende la emoción". Cuando alguien sonríe o se ríe, de inmediato se encienden sentimientos de alegría interior. Incluso existen diferentes terapias en las que grupos de personas se reúnen con el único propósito de reírse juntas… ¡sobre nada!

La palabra hebrea para rostro es "panim". Las letras de esta palabra son las mismas que las de la palabra "pnim", que significa lo interior o la esencia de algo. El rostro de la persona es una ventana a lo que ocurre dentro de esa persona. Los sentimientos de dolor, tristeza, preocupación o alegría se manifiestan a través de las diversas expresiones faciales. Cuando una persona sonríe, todo su rostro se expande, lo que implica que también su mundo interno se expande. Por lo tanto, el mero hecho de obligarnos a sonreír, aunque no surja naturalmente, es el primer paso para cambiar el estado interno de una persona.

2. Las rutinas diarias

Al igual que la tierra que es estable y no se mueve, nuestro elemento interno tierra busca estabilidad y consistencia en nuestra vida. Nuestras emociones, pensamientos y motivaciones van y vienen, pero los hábitos y las rutinas que hemos instituido quizás sean los aspectos más confiables de nuestra vida.

Sin rutinas y hábitos comenzamos a sentir inseguridad y ansiedad, lo que nos lleva a la tristeza y la inactividad. Esta es la razón por la que a las personas cuya vida carece de estructura, ya sea porque tienen un trabajo no estructurado o por no tener un trabajo, se les recomienda instituir una serie de rutinas a lo largo del día para darles una sensación de estructura. Cuando las escuelas y los trabajos cerraron debido a la pandemia de COVID-19 y todo el mundo se sintió perturbado e inseguro, el consejo más repetido fue crear rutinas para no llegar a sentirse constantemente preocupados y asustados.

Una de las rutinas más importantes que debemos desarrollar gira en torno a la parte más crucial del día: nuestras mañanas. La mañana es un momento en el cual el elemento tierra es más fuerte. Esta es la razón por la que el eslogan de muchas personas que tienen alto rendimiento es: "Conquista la mañana. Conquista el día". Las palabras con las que comienza el Código de la Ley Judía es: "Uno debe reforzarse como un león para levantarse en la mañana para servir a su Creador, de modo que sea él quien despierta la aurora".

3. La mentalidad de abundancia

Debido a que la tierra es el elemento que siempre crea una sensación de inseguridad en nuestro interior, una parte necesaria para poder superarlo es desarrollar la mentalidad correcta. Muchos estudios demostraron cómo la mente da forma a la realidad, y cómo lo que creemos que es verdad se manifestará en nuestra vida. Por lo tanto, parte de la mentalidad que se supone que debemos desarrollar en esta vida para poder elevarnos por encima de toda la ansiedad, es que en el mundo existe una abundancia a disposición de todos.

Dios tiene todos los recursos necesarios para proveer a todo el mundo. El éxito de los demás no minimiza de ninguna manera el potencial de nuestro propio éxito. Por el contrario, cuando vemos que otro tiene éxito, eso debe abrir nuestros ojos a la enorme abundancia que Dios posee y que está dispuesto a entregar, la cual también nosotros podemos recibir.

Si nuestra mentalidad se enfoca en la escasez, entonces lo que se manifestará será la escasez. Si siempre estamos preocupados y ansiosos porque creemos que hay pocos recursos, dinero y éxito en el mundo, entonces eso será lo que experimentaremos. Sin embargo, si comprendemos y vivimos con la creencia de que hay disponible una abundancia, entonces atraeremos esa abundancia y esa bendición a nosotros.

Quien se acostumbra a moverse con energía, desarrolla fuertes hábitos y vive con una mentalidad de abundancia, obtendrá la habilidad de moverse a lo largo del día con una energía explosiva, pasando de una tarea a otra con precisión y aprovechando cada momento. Si bien la mayor parte de la sociedad es perezosa y lenta, contando los minutos que le faltan hasta poder tomarse el siguiente descanso o revisar las redes sociales, quien domina el elemento tierra andará con fuerza desde el momento en que se despierta hasta que vuelve a la cama a la noche.

Basado en el libro "The 4 elements of an empowered life", de Rav Shlomo Buxbaum


Notas:

  1. "La senda de los justos", capítulo 7
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